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El ojo errante, una travesía abstracta y alquímica en Ambar Quijano

Reseña

El ojo errante, una travesía abstracta y alquímica en Ambar Quijano

por Carolina Magis Weinberg

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Tiempo de lectura

4 min

La galería Ambar Quijano presenta La pintura como medio: una alquimia de imagen y materia con el trabajo de Juana Subercaseaux, Meryl Yana, Isabella Russo Siqueira, Andrea Bores Chemor, Mariana Paniagua y Sandra Leal. La muestra, que apuesta por este medio como espacio de transformación y centro de alquimia, nos hace preguntarnos: ¿en dónde reposa el ojo?, ¿a qué se aferra cuando se enfrenta a una imagen abstracta?

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No hay retícula ni andamiaje ni descanso frente a la estructura líquida. El ojo está obligado a iniciar una travesía: busca, sin saber qué busca, pero sin pausa. El límite como remanso. Las orillas de un río donde se acumula el sedimento, mientras al centro sucede el torbellino. En ese tumulto, los azules pálidos se convierten en verdes dentro de una caverna amarilla, con destellos cada vez más cálidos que se agrisan y enrojecen en los márgenes¹. Apenas termina la primera imagen, comienza la aventura.

Mariana Paniagua, Crecimiento, 2025. Oleo sobre tela, 30 × 35 cm. Cortesía de la artista y Ambar Quijano
Mariana Paniagua, Crecimiento, 2025. Oleo sobre tela, 30 × 35 cm. Cortesía de la artista y Ambar Quijano

El ojo va de lienzo en lienzo encontrando en cada cual una nueva forma de abismo. Una abstracción acumulada que recorre el espacio como una llamarada lenta, un susurro, un grito o el rugido de un volcán muerto². Entramos al espacio de estas pinturas como quien abre un cuerpo a la mitad, con un corte filoso y certero. Adentro, todos los órganos aparecen revueltos entre imágenes líquidas que brotan y se desparraman serpenteantes. Una imagen –con intestinos golosinos que parecen irradiar su propia luz, colores caramelo, mentas, lilas y rosas que se baten con morados y rojos profundos³ – rebota en un territorio visual inmenso donde todavía más órganos se apilan hediondos, pudriéndose entre amarillos y naranjas, que averdados, pululan y se funden⁴.

Juana Subercaseaux & Mariana Paniagua, La pintura como medio: una alquimia de imagen y materia, Ambar Quijano, 2025. Cortesía de las artistas y Ambar Quijano
Juana Subercaseaux & Mariana Paniagua, La pintura como medio: una alquimia de imagen y materia, Ambar Quijano, 2025. Cortesía de las artistas y Ambar Quijano

El ojo desconcertado busca un arrullo y se esconde en la profundidad de una chimenea apagada cuyo interior atestigua todos los fuegos que se consumieron antes. De repente, un destello en un mar morado⁵ y denso nos regresa a las aguas turbulentas, tan penetrantes que reflejan el espacio exterior. El ojo ve por un telescopio, se marea entre azules pálidos y universos grises. ¿Es la luna la que aparece entre los pliegues del agua? ¿O es un huracán de sombras y cráteres negros?⁶ Es la tierra, el encuentro, las cavernas cubiertas de deseos y relatos, los restos de una fogata en la que se contaron –por voces que ya se han ido– todas las historias de quienes llegaron antes⁷.

Meryl Yana & Andrea Bores, La pintura como medio: una alquimia de imagen y materia, Ambar Quijano, 2025. Cortesía de las artistas y de la galería.
Meryl Yana & Andrea Bores, La pintura como medio: una alquimia de imagen y materia, Ambar Quijano, 2025. Cortesía de las artistas y de la galería.

Cae el ojo desorientado a un mar de azúcar cálida. Una trampa con vértebras lo separa apenas unos centímetros del piso⁸. Pegajoso, emerge de nuevo, pero vuelve a caer frente a los manchones violentos de amarillos, carmines y azules ennegrecidos por el hollín de la fogata que sigue ardiendo⁹. Huye del rechinido del metal en los dientes de una mandíbula desarticulada. Roto en mil pedazos, el ojo-caleidoscopio parpadea. Desde el fondo entrevé unas luces titilantes entre las que vislumbra tal vez un jardín, tal vez una flor con olor a ceniza¹⁰. Recuperado, pero fragmentado, el ojo logra escapar por el palpitante corazón amarillo entre dos pétalos de fuego¹¹.

Meryl Yana, Sandra Leal & Andrea Bores, La pintura como medio: una alquimia de imagen y materia., Ambar Quijano, 2025. Cortesía de las artistas y de la galería
Meryl Yana, Sandra Leal & Andrea Bores, La pintura como medio: una alquimia de imagen y materia., Ambar Quijano, 2025. Cortesía de las artistas y de la galería

Isabella Russo Siqueira, Circuits of Renewal, 2025, Técnica mixta sobre tela cruda, 72 x 62 cm. Cortesía de la artista y de Ambar Quijano
Isabella Russo Siqueira, Circuits of Renewal, 2025, Técnica mixta sobre tela cruda, 72 x 62 cm. Cortesía de la artista y de Ambar Quijano

Sin reposo, aterriza, rebota y desciende entre turbulencias, flujos y sedimentos que no lo dejan salir, sino rodear los márgenes de los lienzos hasta que uno ceda y le permita regresar para volver a deslumbrarse con el sol que entra atravesando los árboles de la ventana.

Jalamos el hilo y tiramos fuerte del ojo. Ha permanecido tanto tiempo en la solución salina que se convirtió en cristal. Lo hacemos cuidadosamente. Débil y efímero, el ojo-cristal –empapado de una mezcla densa de pintura y abstracción– se ha convertido en un tesoro brillante. ¿A qué espíritus seguirán convocando estas superficies en un duelo estruendoso y mudo con los colores?

Carolina Magis Weinberg

1 Mariana Paniagua, Vientre caliente.

2 Mariana Paniagua, Crecimiento.

3 Juana Subercaseaux, El proceso de convertirse en golosina.

4 Juana Subercaseaux,The accident.

5 Andrea Bores, AGUANTAR EL ALIENTO SOSTIENE EL HORIZONTE.

6 Andre Bores, TEMPESTAD II.

7 Andrea Bores, LANDSCAPE WITH THE FALL OF ICARUS.

8 Meryl Yana, ShadowFaced, Bending the Order of Flesh.

9 Sandra Leal, La caída (The Fall).

10 Isabella Russo Siqueira, Circuits of Renewal.

11 Juana Subercaseaux, Placeres flácidos.

Publicado el 7 diciembre 2025