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Memoria y cambio | Territorios de la Memoria 1985-2019

Reseña

Memoria y cambio | Territorios de la Memoria 1985-2019

por Luciana Sánchez Fernández

En el Museo de Arte Moderno

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Tiempo de lectura

4 min

El Museo de Arte Moderno (MAM) presenta Territorios de la Memoria 1985-2019, una exposición compuesta por más de 90 piezas de 59 artistas. El curador, José María Springer, dividió la muestra en cuatro territorios: actores y personajes, hilos de la historia, paisajes alterados y lo que vendrá. Las piezas son una respuesta al acontecer político, social y cultural de México, una reflexión alrededor de conflictos reales. Las pinturas, grabados y esculturas reflejan varios padecimientos de nuestro país, como la inconformidad con el gobierno, la violencia, la migración, la desigualdad y la libertad de expresión.

Las propuestas artísticas que reúne la exposición manifiestan un sentimiento colectivo nacional; no solo se aborda la perspectiva individual del artista, sino que se refleja el ethos político y social de la época. Es evidente el esfuerzo curatorial para manejar una cantidad sustancial de piezas de distintas disciplinas y temáticas, y lograr que convivan de manera efectiva en una sola galería del museo. En conjunto, las obras ubican al espectador en temáticas repartidas en las cuatro secciones: la primera se enfoca en la relación entre la sociedad y las instituciones, la segunda aborda las trasformaciones que han ocurrido a nivel social, el tercer núcleo habla principalmente sobre la migración rural y la última parte se enfoca en la restauración social a través de la cultura. La luz tenue y las paredes negras permiten que cada una de las piezas se pueda apreciar de manera individual y al mismo tiempo se comprenda como parte de una muestra colectiva.

A pesar de que el periodo marcado inicia en 1985, la pieza que da la bienvenida a la muestra marca una incongruencia temporal: Nuestra imagen actual de David Alfaro Siqueiros, realizada en 1947. La pintura muestra a un hombre corpulento con brazos extendidos, mostrando las palmas de las manos, con una roca por cabeza. El curador menciona que esta obra fue colocada para concientizarnos sobre el presente e invitarnos a cambiar las cosas: “es una obra visionaria que no sólo hablaba de su tiempo sino de lo que vendría".* Esta pieza es clave porque revela una de las ideas que permea en la exhibición: la conciencia de eventos paados con la intención de imaginar posibles futuros.

David Alfaro Siqueiros. Nuestra imagen actual, 1947. Cortesía del Museo de Arte Moderno, México
David Alfaro Siqueiros. Nuestra imagen actual, 1947. Cortesía del Museo de Arte Moderno, México

Memoria cultural

La relación entre historia y memoria es uno de los discursos principales de la muestra. A diferencia de la historia, la memoria cultural no es una recreación del pasado, sino una reconstrucción que se genera desde el presente; es una manera de divulgar la forma en la que una sociedad recuerda algún suceso. Una característica importante de la memoria cultural es que recupera voces que generalmente no están incorporadas en los textos históricos. El arte puede ser un medio privilegiado para difundir la memoria cultural, ya que tiene el potencial creativo para representar el pasado de manera subjetiva y fomentar la resiliencia social.

Esta exposición también refleja algunos de los valores e intereses de la institución. Territorios de la Memoria crea un rol crítico con el público, no solo de difusión y preservación artística; el museo muestra su comprensión y opinión sobre las complejidades de México al abordar conflictos sociales actuales, réplicas de conflictos pasados y al reconocer el valor de la memoria cultural.

Eric Pérez, La Patria II, 2017. Óleo sobre lienzo. Cortesía del Museo de Arte Moderno, México
Eric Pérez, La Patria II, 2017. Óleo sobre lienzo. Cortesía del Museo de Arte Moderno, México

La exposición puede considerarse un ejemplo de lo que sucede en el post-museo, que propone crear instituciones que se enfoquen en el público, en la divulgación de conflictos actuales, en la discusión activa y en crear espacios democráticos (Ed. Piotowski, Murawska-Muthesius. From Museum Critique to the Critical Museum. Reino Unido. Ashgate Publishing, 2016). El objetivo del post-museo es cambiar la cultura de la crítica al museo por un museo crítico. Territorios de la Memoria es una muestra que vislumbra un inicio del post-museo: el espacio funciona como un lugar de discusión social de asuntos actuales y fomenta la restauración social al mostrar lo sucedido con víctimas de la violencia en décadas pasadas.

Me parece que esta exposición es pertinente en un contexto en el que estamos rodeados de notas amarillistas que muestran cuerpos y narrativas con una violencia extrema. Las piezas de arte que se exponen en esta muestra evocan una memoria que recupera voces desplazadas, denuncias olvidadas y recordatorios de sucesos que siguen ocurriendo en diversas partes del país. A pesar de que la exposición revela una realidad contundente y dura, Springer invita al espectador a imaginar y replantear la idea de cambio, lo que me parece algo emocionante porque invita a una necesaria reconciliación social.

*MacMasters, Merry. “Presentan Territorios de la Memoria 1985-2019 en el MAM”. La Jornada. 7 de Junio 2019

Publicado el 1 agosto 2019