Ensayo
Urmeer, "De ti, hace 2000 años”
por Jimena Cervantes
Tiempo de lectura
5 min
La esperanza está, primordialmente
en los que no hallan consuelo
Adorno
Imagina que un día despiertas y el mundo que recuerdas ya no existe. Estás atrapado en el torbellino de tus mejores pesadillas. Se acerca el fin de ayer y mañana, sólo te queda volverte voyeur apocalíptico de tu propio deseo. Te atragantas con el aire envenenado de olor a plástico chicloso y detergente fluorescente mientras el culo de la tierra explota del otro lado del espejo. Pides permiso para entrar, pero es muy tarde. Todos los tiempos están presentes a la hora del fin.
guadalajara90210 presenta el show individual de Israel Urmeer, De ti, hace 2000 años, compuesto por una escultura dibujística y seis pinturas en acrílico y pasteles al óleo que parecen estar hechas para ser vistas. Se dice que para que haya producción en serie debe haber una estandarización del deseo, pero en el caso del artista, la saturación de consumo visual no es un impedimento para la imaginación, sino la pulsión para mapear sus síntomas. Urmeer tiene la sensibilidad saturada, sus pinturas parecen tender a la compulsión acumulativa en donde siempre está sucediendo algo. Las imágenes no se agotan, se multiplican, se escurren, se hacen pequeñas, se esconden y se deforman una y otra vez. Cada capa le sirve a otra de soporte para decir otra cosa. Para esta exposición, Urmeer convoca a sus personajes dentro de un paisaje retro-apocalíptico-cyberpunk lleno de una angustia siniestra que es hot y cute al mismo tiempo. Ya nada importa, es el fin pero aún podemos comprar a tientas los desechos del mundo perdido.
Occidente no está en occidente
Hasta una deidad de la eternidad puede sentir el deseo de vivir el goce en plenitud que sabe siempre a muerte. ¡Viva el fetichismo religioso, el triunfo de las mercancías!
Drugs bought slaves, and slaves made drugs, which were used to buy more slaves to make still more drugs. Dicen que si le pides un deseo al mercado, seguro te lo cumple.
Partícula Coke
Yo solo creería en un dios que tome coca cola,
que me pida estirar la lengua para recibir su cuerpo y sangre de veneno dulce.
Yo solo iría a la guerra por un dios que tome coca cola,
y que como recompensa me regale una dotación de por vida,
para regalarle a todes mis amigues
y podamos pedir por la paz mundial mientras brindamos con una coquita de vidrio bien fría.
De ti, hace 2000 años
Pídele a Batman que se quite su disfraz y me lo preste,
hace muchos días que no puedo verme al espejo.
Las grandes promesas del sueño moderno
se volvieron plegarias para los que sólo pudimos ver la fractura.
No importa cuánto grites, te convertiste en tu ruina y en el fin del mundo quedaron
los ojos carroñeros, listos para hacer de ti el mejor espectáculo.
La última coca-cola del desierto
Lo quiero todo, la manía egoísta de los que rompen la piedra para encontrar oro:
Tú te crees la última coca cola del desierto, pero no, eso no es verdad, ¿sabes qué?, antes del desierto hay un valle donde crecen naranjas y yo prefiero, este, un jugo de naranja que la coca cola que me haría mucho daño, ¿sabes?
Es más fácil imaginar el fin del mundo, que el fin del shopping
Déjame escapar de la inmediatez de la vida,
no importa si es más caro o si sabe igual,
la función de las cosas de ser ellas mismas ya está superada.
Quiero mirar por última vez para inventar mi último deseo.
Déjame ver cómo se pudren las horas de mi vida gastadas en puro coqueteo mientras me atraganto con mis ansias más brillosas.
El mundo se ve errante ante mis ojos, préstame los tuyos de faro luminoso.
¡No hay alternativa!
Crónica de una muerte anunciada.
Invítame al cine y cómprame una coca light,
yo llevaré puesto mi mejor vestido.
Ni freud, ni tu mamá
Caprichosa y egoísta, la princesa del pop se aleja de espíritus limitados.
Quien se quiere de manera inmediata a sí mismo y se aparta del otro
no merece entrar al reino de los cielos ni puede ser nuestrx amigue.
Delirio tragicómico de un emo-punk en apuros, mientras de fondo Beli canta:
“Un segundo más te di, y ese fue tu fin ego egoísta”.
El monstruo que gritaba amor desde el centro de la Tierra
Experimenta la crisis mientras te preparas para reproducirla.
Mañana ya será tarde, todos habremos sido devorados y después escupidos a chorro radioactivo frente a los ojos de algún perverso más rico o más perverso.
“El capitalismo agudiza el proceso pornográfico de la sociedad en cuanto lo expone todo como mercancía y lo entrega a la híper visibilidad”*.
Para los amigos y para los enemigos.
No nos quedó opción más que reírnos de nosotrxs mismos y de la risa de lxs otrxs, negar la muerte para después negar la vida, llorar a escondidas y luego culpar a alguien más. Te escribo hace 2000 años, mañana será otro día, futuro imposible, presente perfecto.
*: Byung-Chul Han, La agonía del Eros.
Publicado el 11 enero 2024