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Un coctel para desmayarse. Sobre Permanencia Voluntaria en el Centro de la Imagen

Reseña

Un coctel para desmayarse. Sobre Permanencia Voluntaria en el Centro de la Imagen

por Bruno Enciso

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Tiempo de lectura

6 min

Permanencia Voluntaria es la primera exhibición digital concebida por el Centro de la Imagen a través de su proyecto PICS (Plataforma de Imágenes Contemporáneas). La curaduría, a cargo de César González-Aguirre, reúne el trabajo de 21 artistas que comparten cierta idea de culto al cuerpo, derivada de manifestaciones creativas latentes en la vida nocturna de algunas ciudades del país, así como de ciertos movimientos de disidencia sexual. La muestra está alojada en un PDF, disponible para ser descargado desde la página web de PICS.

El proyecto posee una propuesta de diseño editorial que no sólo enmarca las obras, sino que las reviste por completo con una serie de valores visuales y gráficos muy específicos. El uso del verde neón y del millenial pink, distintos tipos de tipografía, la meditada repetición de ciertas palabras y signos para hacer énfasis, entre otros elementos, funcionan como pautas para imaginar qué estilos o imaginarios conviven alrededor de estas obras y de esta publicación. Desde luego, la relación entre el diseño (editorial, gráfico, de interiores o espacios) y las obras de arte es compleja y posee sus propios marcos de discusión. Apuntarlo aquí busca insinuar una deriva hacia la conversación sobre la materialidad de la obra, que se ha agudizado con la pandemia. Las exposiciones que consumo digitalmente, ¿traen algún tipo de envoltura? Si el libro es una exhibición de arte, ¿puedo juzgarlo por su portada?

El documento contempla algunas otras cosas. Por un lado, no sólo incluye el texto curatorial y una lista de obra, sino que integra un apartado con entrevistas breves a las artistas sobre temas relacionados a la pandemia y sus efectos en la vida cotidiana. Estas entrevistas propician una lectura más amena y personal del trabajo de las participantes, evitando que se sienta como un mero documento de registro. Preguntan, por ejemplo, ¿cómo experimentas tu identidad durante esta pandemia? Laura Álvarez responde: “A veces es duro observarse a uno mismo sin los filtros que las redes sociales ofrecen”.

A su vez, dos de las artistas instalan su obra dentro de los espacios vacíos que el propio documento ofrece, digamos, como si hubieran dibujado sobre el ejemplar impreso u olvidado un volante callejero en medio de sus páginas. Estos gestos suman capas de lectura, de manera que la interacción con el documento se siente, aunque dirigida, un poco saturada. Ahí el acierto de sugerir la permanencia voluntaria.

Permanencia Voluntaria, PICS - Centro de la Imagen
Permanencia Voluntaria, PICS - Centro de la Imagen

La selección de obra está distribuida en un preámbulo y 19 actos numerados que funcionan como capítulos de un libro, sin contar las dos intervenciones que mencioné anteriormente. El preámbulo anuncia, a través de fotografías, que lo que estamos por presenciar proviene de distintas maneras de ver y agenciar el cuerpo. Antes de iniciar con los actos, se nos muestra un telón como un recordatorio de que, en una realidad sin pandemia, muchas de estas imágenes habitarían un escenario o una pantalla, un lugar distinto al de un libro o un museo.

Los 19 actos despliegan miradas y prácticas que combinan moda, drag, performance, animación, ilustración, dirección y producción audiovisual, así como distintos medios derivados de la fotografía contemporánea. Un fashion film no opera como una pieza de video arte. Retratar a una drag queen no implica lo mismo que capturar una secuencia de baile. Dentro de la aparente homogeneidad con la que podríamos reconocer todo esto como contenido para Instagram, conviene insistir en la especificidad.

Policías y ladrones, Melissa Lunar, Permanencia Voluntaria, 2020, PICS - Centro de la Imagen
Policías y ladrones, Melissa Lunar, Permanencia Voluntaria, 2020, PICS - Centro de la Imagen

Policías y ladrones, Melissa Lunar, Permanencia Voluntaria, PICS, 2020
Policías y ladrones, Melissa Lunar, Permanencia Voluntaria, PICS, 2020

Quisiera destacar el trabajo de tres artistas, muy a conciencia de las diferencias que presentan los circuitos de circulación de su obra. Primero, a Melissa Lunar, de los actos No. 3 y No. 10, ambos videos musicales dirigidos por ella. En Andy Warhol, la banda Policías y Ladrones canta: tú dices que soy un maldito esnob, yo digo que en mí todo es pop. Para Justo a tiempo, vemos un par de manos que usan pequeños instrumentos de observación y medición para interactuar con objetos cotidianos, acompañando letras sobre un amor juvenil y pasajero. Los valores ligeros, coloridos y juguetones presentes en la dirección de Lunar se entremezclan con la fresca propuesta musical de las dos bandas originarias de Tijuana, ensanchando las posibilidades de experimentación fuera del muro-pantalla y ofreciendo a los músicos un acompañamiento visual hecho a la medida.

Dorian Ulises López Macías, Permanencia Voluntaria, 2020, PICS - Centro de la Imagen
Dorian Ulises López Macías, Permanencia Voluntaria, 2020, PICS - Centro de la Imagen

Dorian Ulises López Macías, Permanencia Voluntaria, 2020, PICS - Centro de la Imagen
Dorian Ulises López Macías, Permanencia Voluntaria, 2020, PICS - Centro de la Imagen

Segundo, a Dorian Ulises López Macías, a cargo del acto No. 15. Dorian retrata a Mr. Zero, que está ataviado con vestuarios que combinan basura con materiales de alta costura. Los atuendos incluyen accesorios para el rostro que de inmediato remiten a una distopía en la que es necesario cubrir boca y nariz. Además de la valiosa presencia de un cuerpo cuya piel y fenotipo diside de los estrictos cánones de la industria de la moda, esta serie parece indicar que el fotógrafo de moda posee una imaginación propia, capaz de aprovechar los recursos plásticos y conceptuales de su industria para producir imágenes nuevas y provocadoras.

Samuel Nicolle, Permanencia Voluntaria, PICS, 2020
Samuel Nicolle, Permanencia Voluntaria, PICS, 2020

Tercero, a Samuel Nicolle, cuya obra es una de las dos intervenciones esparcidas por todo el documento. El artista ha transformado su habitación en un antro clandestino, ubicado en la colonia Guerrero de la CDMX. Este recinto ofrece cocteles exóticos, baile y encuentros furtivos. Se publicita mediante volantes que además de los datos del lugar, incluyen recetas para preparar algunos de sus tragos. Son 6 de estos volantes los que están incluídos en la muestra. Una probadita del sabor del Fainting room en casa, para fantasear con un baile atrevido que no está regulado ni por la ley ni por la cuarentena. La propuesta de Nicolle concede cierta picardía al ejercicio de leer-espectar la exhibición e inyecta un nuevo sabor a la condición de encierro de la que muchos participamos en la actualidad.

Como muchas de las exposiciones inauguradas en fechas recientes, Permanencia Voluntaria se ve afectada por múltiples cuestionamientos alrededor de los estatutos de la obra y el artista. En un gesto de apariencia tanto meditada como caótica, la muestra intenta responder a tales cuestionamientos contemplando al mismo tiempo la pandemia, un cambio generacional y las constantes transformaciones en los modos de producción y consumo de objetos artísticos. Miro con cierto recelo (o timidez) la naturaleza extrovertida de muchas de las piezas incluidas, pero sigue siendo viable y potente explorar el documento desde casa, guiado por el morbo.

Publicado el 28 agosto 2020