[...] Sin lugar a dudas éste cuestionamiento nos acerca a una revisión más personal del trabajo de Santiago Pani, quien provoca, a través de una selección de su obra más reciente, una propuesta que persigue los límites de la memoria, el azar y la trascendencia que deviene tras la coincidencias de lo efímero. Tal es el caso de la pieza titulada Ripple Effect (2020) la cual encuentra su rol funcional y simbólico en cierto soporte mínimo sustancial “pre-reflexivo” que logra la unificación de lo “Real" y lo vívido a través de la memoria del artista, y en la que se exploran además las infinitas posibilidades artísticas de Santiago Pani en el que el espectador forma parte de la propia obra.

Colisión revaloriza y produce una reacción de identidad y cohesión social frente a fenómenos de homogeneización gradual, que actúa indudablemente como testimonio de una experiencia cuasi “surrealista” de la contemporaneidad que se adentra en la aventura de lo desconocido. Colisión confronta al espectador en puntos “desarticulados” de la memoria recurriendo a puntos irracionales de rostros sin nombre, pero conectados unos con otros, con la cualidad de mostrar aspectos que no se vislumbran a través de una historia compartida, sino que se transmiten en un marco de lo cotidiano y lo irracional, lo inesperado, como en las historias de viajes que transitan y se esfuman es su propia incoherencia, donde el pasado, presente y futuro se confunden y crean “realidades más reales”.

–– Félix Feria

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