Desde hace siete años Galería Karen Huber se ha enfocado en reivindicar el papel de la pintura contemporánea en México, es por eso que les enorgullece presentar la obra de dos artistas imprescindibles, pintores clave en la escena del país. A lo largo de los últimos años los pintores Lucía Vidales y Jerónimo Rüedi han explorado distintos lenguajes pictóricos hasta encontrar el suyo propio, siendo estas dos exposiciones muestra de la madurez de su trabajo y su compromiso con su práctica. Ambas exposiciones se presentan dentro del marco del primer GAMA Week, que se llevará a cabo del 7 al 11 de septiembre.

En la sala principal se presenta Un lugar para sí misma de Lucía Vidales, quien a través de su obra muestra un interés particular por el cuerpo, ya sea yacente, en movimiento o en relación con otros. Cuerpos ansiosos, doblados, rotos o fragmentados parecen salir, o quizá hundirse, en espacios profundos y ambiguos. Vidales describe su sentido del color como liminal y polivalente. La cualidad fluida de sus obras enfatiza ese imaginario visual tan suyo, que a simple vista parece solo un mundo onírico pero que también refleja la trágica consecuencia de imaginarios históricos, particularmente coloniales, que siguen acechando a los cuerpos femeninos y creando narrativas paradójicas. Este cuerpo de obra en particular, toma como punto de partida la idea de la Malinche, una mujer con un papel único en la historia, hasta cierto punto liminal como su obra: una mujer que no se ajusta a los estándares de las sociedades prehispánicas, pero tampoco a los de la colonia, creando con ella misma un lugar nuevo, un lugar para sí misma. Su figura, en un espacio intermedio entre el mito y la realidad, está siempre rodeada de malentendidos y problemáticas. Este ser paradójico se relaciona con algunas figuras representadas en las pinturas, figuras que tienden a lo animal, cuerpos que fluyen, que eligen no ser ni de aquí ni de allá.

En el Project Room Galería Karen Huber presenta Dibujar los contornos del fuego de Jerónimo Rüedi. En esta nueva serie de pinturas y dibujos el artista profundiza su línea de investigación sobre la semiótica en el campo pictórico. ¿Cuándo deriva un gesto en signo? ¿En qué momento emerge significado? Son algunas de las preguntas que guían su práctica artística. Es ese juego constante entre imagen y lenguaje lo que abre un campo de experimentación, reflejado formalmente en su obra. Su búsqueda de distintas superficies y texturas crea atmósferas con profundidades enigmáticas. El artista busca reducir la pintura a su forma más esencial, logrando un personalísimo imaginario de gestos que habitan un terreno ambiguo, donde el acto de representar trata más de “intentar decir” que de “decir”. En este sentido, Rüedi articula una serie de marcas que suscitan conexiones no lineales en la mente del espectador. En consonancia con el pensamiento lírico de Deleuze, estas constelaciones de signos no operan desde lo textual, sino que se basan en ritmos, tensiones y distribuciones. No producen ideas lógicas o leyes, sino que convocan a sensaciones, percepciones y ensambles, abriendo la posibilidad a otras formas de generar conocimiento.

— Galería Karen Huber