Lulu presenta la exposición individual del la artista suiza-brasileña, radicada en Los Ángeles, Lila de Magalhaes.

Conocida por trabajar con textiles bordados, cerámica, lana y video, la práctica de Lila de Magalhaes y su lenguaje pictórico único, surgen de una variedad de fuentes. Estas fuentes incluyen un todo, desde su educación poco convencional en las escuelas de Waldorf en Suiza, hasta las ilustraciones de libros para niños, el diseño textil japonés y el Simbolismo Europeo, entre otras cosas. Juguetona, erótica y ópticamente opulenta, sus obras meticulosamente elaboradas están habitadas por una serie de cuerpos fluidos y etéreos (humanos, animales, insectos, hadas, ángeles, entre otros) que se divierten infernalmente con el dejo absorbente y ricamente detallado de una pintura de Brueghel.

Para esta exposición en Lulu, titulada Spank the Sky, lo terrenal y lo celestial, abono y éter, los gusanos y los ángeles y todo lo que está en medio, colapsan y se mezclan para crear su universo rebosante. El simple, suave, subterráneo habitante y las criaturas aladas, si bien imaginarias, están invitadas a retozar conjuntamente en este singular cuerpo de trabajo, que consiste enteramente en trabajos bordados sobre telas teñidas. Al hacer este trabajo, Magalhaes se basó en su infancia “pagana y hippie veneradora del sol y la tierra” y la fe católica de sus abuelos. También se inspiró en La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, cuya lucha vasta, majestuosa y simbólicamente dirigida hacia el cielo, siempre se contradice con su batalla contra la gravedad, ya que se hunde cada vez más en la tierra (famosa por ser construida sobre un sedimento lacustre, La Catedral, como gran parte del Centro de la Ciudad de México, se está literalmente hundiendo). Este gesto cinético de ascender y descender se refleja de manera simultánea en el título de la exposición Spank the Sky, una empresa imposible, que implica una variedad de estados de ánimo contradictorios, como querer castigar corporalmente al "arriba" por afligirnos con esta vida terrenal, que a la par evoca una especie de absurda perversidad.

— Lulu