Banda Municipal presenta Paleontología Sideral de Dulce Chacón.
Paleontología Sideral
Cuando Ahnighito fue extraído de la Bahía de Melville en Groenlandia y llevado al Museo de Historia Natural de Nueva York, ya habían transcurrido millones de años desde su configuración y tránsito hacia el sistema solar y miles desde su fragmentación al momento de entrar en la atmósfera terrestre. Fue nombrado como Innaanganeq por los habitantes del territorio Inuit, que dotaron a la piedra con un valor simbólico y cultural. A partir de ella, producían herramientas utilizadas en sus actividades cotidianas. Su saqueo desató un efecto en cadena que justificaba la explotación cultural y territorial de la zona en pro de la investigación científica.
Los objetos que caen del cielo — título que acompaña la serie de largo aliento de Dulce Chacón que conforma esta exposición — han sido causa de extrañeza y curiosidad a nivel global. Estos se han convertido por su evidente y, muchas veces, inexplicable aparición en cuerpos de culto, motivadores de construcciones mitológicas de poblaciones enteras y material de estudio científico; además de ser pretexto de la ambición colonizadora para el control y dominio sobre “lo desconocido”.
Dulce Chacón como parte de incursiones a otros lugares, de un extenso archivo de imágenes y notas de prensa encontradas por distintos medios para, a la usanza de lxs artistas viajerxs, registrar en una bitácora todo aquello que le brinde información sobre objetos caídos. En este minucioso desarrollo de lo que que está entre un estudio científico y una investigación artística, realiza dibujos e instalaciones, resaltando otros artefactos que no necesariamente son piedras celestes, pero sí basura espacial; alas de avión, pedacería de cohetes, satélites o válvulas de oxígeno. La caída de estos objetos cósmicos artificiales propagan relatos donde la realidad está imbuida de ficción y no es su contrario.
Desde la ficción especulativa, Paleontología Sideral nos propone imaginar en torno a los especímenes espaciales. Estos intrigantes artefactos son agentes vivos sumergidos en nuestro imaginario cultural y se interconectan con millones de años de transformación cósmica. No importa si son objetos caídos producto de manufactura humana o aerolitos, sus componentes parten de un origen desconocido que rebasa nuestra existencia en el planeta Tierra, ¿qué pasaría en una acción inversa en la que estos objetos fueran regresados al espacio?, ¿seríamos capaces de dejarlos ir?, ¿cuál sería considerado un acto de resiliencia con el universo?
— fernanda ramos mena, curadora.