Alejandro De León

Voltear a la ventana en pleno trayecto del viaje ofrece una vista digna de memorables postales. Son escenas que permanecen inmortalizadas por medio de la interacción del acetato, la plata y una cierta variedad de tintas. Una cámara de bolsillo hace las veces del ojo del viajero, lista para capturar el instante perfecto que construye aquellas memorias que se busca perpetuar.

Alejandro De León, fotógrafo y también coleccionista, nos presenta una serie de transparencias Kodachrome reveladas, en las que se asoman fragmentos de lo ocurrido en un tiempo ahora distante, momentos de disfrute donde las parejas, la familia, o el individuo que decide recorrer un sitio por su cuenta, se topan con horizontes espléndidos.

En una sociedad moderna, la fotografía permitió no sólo capturar instantes efímeros sino también escenas destinadas a trascender. Atravesó las paredes del tiempo que condicionaban a medios como la televisión o la radio, abriendo las puertas a contemplar espacios donde converge el paisaje natural con la experiencia humana.

Al recordar las olas del mar, se desprende una cierta nostalgia de la marea baja de agua salada. Las familias preparan sus maletas para emprender una travesía hacia destinos paradisiacos, grandes ciudades o playas aisladas, lugares que complacen la mirada pero que asombran al observar los detalles ocultos en cada uno de sus rincones.

El resultado alberga una colección de imágenes involuntariamente artísticas que revelan la inmensidad del mar y la intensidad de un cielo azul. En palabras del artista, el color está destinado a desaparecer, sin embargo, estas transparencias han logrado conservar sus tonalidades vivas y saturadas a pesar del paso del tiempo.

— Bengala

Las Fotos Ajenas

Este proyecto nace en 2015 a partir del primer acercamiento que tuve con fotografías antiguas que no pertenecían a mi familia. En ese año encontré una serie de diapositivas en un bazar del centro de Monterrey, sobre la vida cotidiana en un orfanato local. Estas hicieron preguntarme si alguien en el futuro quisiera conservar las fotografías que he tomado con mi cámara, ahora soy yo quien busca imágenes huérfanas para darles un nuevo hogar. Eventualmente la cantidad de fotografías fueron aumentando y decidí compartirlas en internet, me gustaba la idea de mostrarlas en alguna plataforma que estuviera disponible todo el tiempo: una colección que se iba formando al recolectarlas en diferentes mercados y bazares de la ciudad.

Los principales motivos de esta iniciativa son rescatar, conservar y difundir estas imágenes que se encuentran en un nuevo contexto para ser reinterpretadas, puesto que su significado original se ha perdido. Este archivo también me ha hecho reflexionar sobre varios temas en torno a las imágenes, como la diferencia entre precio y valor, lo que se vuelve público y lo que se mantiene privado, el recuerdo y la memoria, la importancia de recopilar información para conocer el contexto, la facilidad con la que podemos caer en el olvido y, por último, la importancia intrínseca de los recuerdos propios y ajenos.

— Alejandro De León