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Ulrik López

Ulrik López

Dos incisivos

Museo Anahuacalli presenta la exposición Dos incisivos de Ulrik López.

Diego Rivera tuvo una ligera predisposición por la interpretación subjetiva de los objetos que acumuló y por asignarles valores alternativos a los establecidos dentro de los márgenes académicos. Aunque esto lo convirtió muchas veces en objeto de burla y crítica, su acercamiento amateur desde la perspectiva del arte hacia fuentes primarias, como códices, crónicas y a su propia colección, le ayudó a generar narrativas visuales del pasado que en su momento sirvieron para la construcción de la identidad mexicana y que incluso aportaron información a esas disciplinas eurocentristas. De una manera similar, Ulrik se aproxima a la cultura material y a las tradiciones intangibles que generalmente son objeto de estudio reservado para disciplinas como la arqueología y la antropología. Citando a Glissant y al Derecho a la Opacidad, Ulrik reclama la libertad de relacionarnos con la cultura sin entenderla completamente. Busca también reivindicar nuestro derecho a encontrar otros significados en un pasado dinámico, abierto a ser completado para generar nuevas historias y nuevos presentes.

Desde hace unos años el trabajo de López Medel se interesa en el origen de las colecciones. Las piezas del Anahuacalli fueron extraídas en su mayoría sin registrar el contexto del cual provenían. En este caso, la segunda historicidad -el instante en el que se integraron a la colección- y el reconocimiento de la obra en el presente por parte del espectador son fundamentales para su entendimiento. Las herencias culturales no son estáticas y se preservan en tanto que la mirada contemporánea empieza a cuestionarse y a tratar de completar la totalidad de la obra de arte. El Anahuacalli es una pieza en constante incompletitud, pero la pieza es todo: el contenedor y lo contenido.

La práctica artística de Ulrik conecta con el multipropósito de la ciudad utópica de Rivera, en la que se proponía una dilución de las fronteras que separan arte y artesanía. Para esta muestra, López Medel utiliza materiales que en algunas ocasiones han sido subestimados, como el papel maché y la lámina galvanizada; reinterpreta técnicas ancestrales y revierte procesos industrializados para traducirlos a escultura contemporánea.

En Dos incisivos Ulrik se interesó particularmente por un fragmento de texto escrito por Rivera en los años 50, La huella de la historia y la geografía en la arquitectura mexicana, donde menciona al jacal -derivación náhuatl de xacalli, y xacamitl; que significa casa de adobe y paja- como la esencia de la arquitectura. Despreciado en su momento como arquitectura de cuarta, a diferencia de los edificios templo-fortaleza, para Rivera la casa indígena -a pesar de la efimeridad de sus materiales- era la base de la arquitectura americana: un microcosmos de la vida íntima, de la sapiencia constructiva ancestral y un ejemplo de resistencia al paso del tiempo y a los proyectos de modernidad homogeneizante.

Porque no hay jacal que no tenga practicado a tres hiladas de adobe, del techo para abajo, dos agujeros opuestos perfectamente el uno al otro que los constructores llaman orejas.

Esta insinuación de pensar el jacal como una entidad corpórea resuena con la investigación de Ulrik López, quien desde hace años trabaja sobre pensar el cuerpo desmembrado y sobre la doble polaridad de las vasijas antropomorfas mesoamericanas: contenedores-cuerpo/cuerpos-herramientas. En Dos incisivos Ulrik disecciona un cuerpo que disemina por todo el espacio expositivo, en el que la cabeza hace referencia a ese jacal y emerge del piso de piedra del gran salón en el primer nivel. Para esta muestra López Medel también seleccionó objetos que han estado en resguardo y nunca han sido exhibidos, estos se muestran en la planta baja del museo. Algunas de estas piezas acentúan la idea del cuerpo fragmentado, otras están asociadas con la elaboración del papel en Mesoamérica, puesto que la gran mayoría de las obras de esta exposición son de papel. Entre ellas destaca el libro La fabricación de papel entre los Aztecas y los Mayas, fuente recurrente en la investigación de Ulrik, que casualmente se encuentra en nuestro acervo bibliográfico, y de donde toma su título esta exhibición. En el último piso, Ulrik se pregunta qué piensa y sueña este cuerpo desmembrado, y presenta uno de sus más recientes cuerpos de trabajo en metal, haciendo referencia al trabajo del papel como conjuro.

— Karla Niño de Rivera