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Rose Barberat

Rose Barberat

Train, Breathe and Perform

Saenger Galería invita a una visita guiada de Train, Breathe and Perform de Rose Barberat.

El trabajo de Rose Barberat es una invitación a ver la pintura  como un vínculo con el cine, la ficción y la narración. Sus pinturas  son distopías contemporáneas y las imágenes ofrecen una  pluralidad de lecturas e interpretaciones. Sumado a esto, el  color contribuye a modificar la impresión inicial que produce la  escena representada. Debido al trasfondo literario, la obra de Barberat hace hincapié en el detalle, como sucede con el empleo  del close-up usado tanto en la fotografía como en el cine; y son  precisamente estos detalles y encuadres las pautas a partir de  las cuales se narran las historias contenidas en sus pinturas, a  semejanza de instantáneas que pausan el tiempo.

En este sentido, a raíz de su experiencia durante los Juegos Olímpicos de París 2024, Rose Barberat decide crear una  colección de relatos sobre momentos íntimos que acontecen  previo a la competición deportiva. Lapsos en los cuales  resulta necesaria la desconexión con el mundo posibilitando la concentración con uno mismo: instantes de profunda  vulnerabilidad en medio del caos del combate.

A propósito, la artista comenta: He creado esta serie de pinturas donde predomina el color turquesa como referencia al azul de las albercas y de los colores de los campos y canchas de  competencia. Podemos llamarlo también un color suave, pastel,  que hace contraste con la idea de la intensidad y los nervios  dentro del deporte. Revelando vulnerabilidad detrás de la fuerza. Estos momentos de una tensión muda, tienen algo de poético,  demostrando disciplina, concentración, confianza, espíritu de  equipo. La conexión interna y la soledad que muchas veces pasan  desapercibidas dentro del espectáculo.

Es usual relacionar el deporte con la furia, la pasión y el éxtasis (asociados, a su vez, con los colores rojo y naranja), olvidando que en el deporte —como en el arte— la competencia no es con el otro, sino con uno mismo: superar nuestras propias marcas, no las de los demás. Entonces, la verdadera competencia es consigo mismo y comienza con la acción de contener la respiración y detener el tiempo antes de sumergirse en el agua, saltar sobre la pista o dar la primera zancada. La pintura de Rose Barberat juega así con la inmersión narrativa y la experiencia a través del color suspendiendo el instante a través del pincel.

— Manuel Tuda