Pedro Friedeberg

CAM Galería presenta la exposición Dragones Musicales de Pedro Friedeberg curada por Diego García.

Dragones Musicales

Había una vez una ciudad llamada Augusta Ombligopolis Heliorradial, un lugar fascinante donde los Triperios Lunares vivían en armonía con los ciudadanos. En esta polis, la Sana Distancia y la Vacunación Universal eran prioridades para garantizar la seguridad y el bienestar de todos.

Un día en el Festival de Manos, se celebraba una Carrera de Reyes en Bicicleta, los participantes, vestidos con Medallas brillantes, se prepararon para la competencia, entre ellos se encontraba Cíclope, ganador del año pasado, un ciclista famoso por su fuerza y determinación, todos estaban ansiosos por ver quién sería el vencedor, mientras que el Coloso de Rodas, una estatua gigantesca ubicada en el centro de la ciudad, observaba atentamente el inicio de la carrera.

Los espectadores, incluidos los Changuitos en la Ciudad, se agolpaban a lo largo del camino para animar a los ciclistas, al igual que los Pescadores de Cacahuates, famosos por sus habilidades para atrapar cacahuates en el aire, quienes también se unían a la multitud. Mientras tanto, en el Hotel Pierre, dos elefantes llamados Calma y P de Papagayo disfrutaban de su estadía, ambos amigos eran inseparables y siempre buscaban nuevas aventuras juntos.

La carrera comenzó en simultáneo al impresionante Estreno del Cine Chapultepec, donde se exhibía una película sobre la vida y Divagaciones Espontáneas de los elefantes; de vuelta a la carrera, los espectadores admiraban la destreza de los participantes mientras pedaleaban por las calles de la ciudad. En medio de la competencia, C de Cabra, un corredor ágil conocido por su amor por los acertijos, decidió tomar un atajo por un laberinto cercano, a medida que avanzaba, encontró un antiguo pergamino escondido en la Nariz de Cleopatra que hablaba sobre Alfabetos Secretos y Herramientas mágicas; intrigado por el contenido del pergamino, C de Cabra se dio cuenta de que contenía indicaciones sobre cómo encontrar la X Pulsada, una piedra preciosa con poderes místicos. Decidió entonces seguir las instrucciones y se aventuró en el laberinto, resolviendo acertijos y desafiando obstáculos, mientras que en el otro rincón de la ciudad, los habitantes celebraban el Estreno del Cine Chapultepec. Confucio, un sabio filósofo, pronunciaba palabras de sabiduría, mientras los cinéfilos escuchaban atentamente.

Finalmente, C de Cabra emergió del laberinto con la X Pulsada en sus manos, la piedra reflejaba un brillo mágico que iluminaba la ciudad entera, permitiéndole obtener el primer lugar de la competencia, la noticia rápidamente se extendió y todos se reunieron en el Panóptico, un lugar donde se podía observar todo el Omniverso; el lugar se llenó de asombro y emoción, en ese momento, se organizó un espectáculo de Acupuntura Neoecléctica Universal donde los habitantes de la ciudad fueron sanados y rejuvenecidos por las agujas misteriosas.

El cuento concluye con una gran celebración en honor a la aventura de C de Cabra y la X pulsada. Los habitantes bailaron y cantaron al son de la música de los Dragones Musicales, mientras disfrutaban la pesca de los Pescadores de Cacahuates, la Ciudad de un Millón con 25 Huevos Duros se llenó de alegría y felicidad.

Y así, en este mágico y peculiar lugar llamado Augusta Ombligopolis Heliorradial, es que los sueños se hacen realidad y las maravillas nunca dejan de existir.

Fin.

— Diego García