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Matthias Shaareman

Matthias Shaareman

Brick, window, paper

Arróniz presenta la exposición Brick, window, paper de Matthias Shaareman.

Matthias Schaareman (1986, Arnhem) crea pinturas sobre papel en las que se investiga la tensión entre el espacio bidimensional y tridimensional. Las formas de sus obras remiten a muebles del hogar, teatros, patrimonio industrial y adornos de casas antiguas. Le inspiran los patrones y formas decorativos que se utilizan en las miniaturas árabes y los grabados en madera japoneses. Estos elementos se utilizan por la precisión con la que fueron realizados y porque ambas formas de arte crean muchas veces, por desconocimiento de las perspectivas y la espacialidad, la obra que Schaareman busca. En los espacios planos o vistas de sus obras, los elementos especiales se ordenan y se juega con ellos a modo de collage hasta que todas las partes separadas se unen de la manera correcta.

Las formas en las obras de Schaareman siempre poseen cierta abstracción. El origen y el contexto a partir del cual se crean estas formas aún son visibles, pero el artista se permite construirlas, pulirlas y descomponerlas nuevamente para darles una forma más autónoma.

Un aspecto importante en las obras son los patrones gráficos y decorativos recurrentes. Estos patrones a veces actúan como fondo, pero a menudo se convierten en parte de los espacios que sugiere Schaareman. Estos diseños no son simplemente decorativos. También investiga sus significados narrativos y espaciales.

La obra de Schaareman a menudo se crea sin una idea preconcebida. El ángulo del alféizar de una ventana, un color recién descubierto o un patrón en una tela pueden ser motivos para empezar a pintar. A veces se necesitan meses o incluso varios años para completar una obra porque un elemento que resulta necesario para terminar la obra sólo se encuentra más tarde o porque el artista necesita un momento de coraje para dar los pasos finales. El proceso de pintar siempre es visible en las capas de pintura que se acumulan y eliminan una y otra vez. Además, las construcciones gráficas que se utilizan para crear los patrones decorativos aún son visibles una vez finalizada la obra. Esto carga las obras con su propia historia y presencia.

— Arróniz