Lulu presenta la exhibición individual Sombras de la artista venezolana, radicada en Los Ángeles, Luz Carabaño.
Luz Carabaño produce pequeñas pinturas de lienzo sobre tablas de formas distintivamente exquisitas, finamente elaboradas. Basadas en dibujos, cada uno de los soportes están hechos a mano por la artista, tomando así una forma única. La tela es meticulosa y perfectamente estirada sobre el soporte, donde se prepara y se lija la superficie hasta ser lisa y uniforme. Las imágenes sobre la superficie de los lienzos son a menudo tan intrincadas de definir como las propias formas de las tablas. Categóricamente indeterminadas, las imágenes de Carabaño parecen emerger y esfumarse como parte del mismo proceso. Se comportan, si acaso, como rastros fugaces de memorias, enseguida como objetos percibidos al límite de la conciencia, o como si estuviesen suspendidas perpetuamente en proceso de realizarse. Para volver el asunto más ambiguo, es difícil percibir dónde ocurren las imágenes dentro del plano pictórico. Carabaño a menudo consigue crear un sentido plano, ilusionista, en el cual sea lo que sea que esté representando asume una apariencia casi de holograma. A pesar del modesto tamaño de estas pinturas, sería un error referirse a ellas como obras de “pequeña escala”, ya que el impacto transformativo que tienen sobre el espacio negativo que las rodea es destacable. Simultáneamente concisas y descomunales, las pinturas precisamente nebulosas de Carabaño pueden ser vistas, por lo menos, como argumentos elegantes propios de la capacidad expansiva de la pintura para ejercer lo que el poeta inglés romántico John Keats célebremente acuñó como “aptitud negativa”, es decir, cuando uno “es apto para habitar incertidumbres, misterios y dudas sin algún intento irritado de alcanzar el hecho o la razón”.
— Lulu