Galería RGR presenta Falso espiritual, exposición individual delartista Francisco Muñoz (Tlaxcala, México, 1986) Esta muestra, curada por Paola Santos Coy (Ciudad de México, 1974), hace una analogía entre el ambiente de un templo y el espacio de exhibición, explorando la espiritualidad contemporánea a través de pinturas y esculturas que juegan con la geometría y que hacen uso de referencias culturales diversas, fusionando elementos de diseño industrial, arte mexicano moderno y arte prehispánico, con otras culturas como la japonesa. En esta serie se destacan el uso del color y símbolos de murales arqueológicos como inspiración.
Por otra parte, la obra de Francisco Muñoz explora la función ritual de los objetos y la manera en la que se presentan en espacios museísticos, invitando al espectador a reflexionar en torno al significado y valor de las imágenes, centrándose en cómo percibimos el arte y los símbolos en relación con su contexto histórico y social, cuestionando así la fragilidad de su significado.
Falso espiritual
Falso espiritual construye un ambiente que apela a la idea de templo dentro del espacio de exhibición. Mediante composiciones geométricas y campos de color, esta nueva serie de pinturas y esculturas de Francisco Muñoz indaga sobre aquello que constituye el aura de las cosas –particularmente de las formas– en relación con la noción de espiritualidad en el mundo contemporáneo.
Esta muestra continúa una investigación de Muñoz centrada en la dislocación de elementos y recursos formales provenientes de diversas manifestaciones artísticas a lo largo de la historia, así como de diferentes culturas. Utiliza como fuente momentos y lugares específicos de la historia para crear algo nuevo: de la arquitectura y la escultura moderna en México, de la pintura mural prehispánica, formas de objetos arqueológicos del mundo mesoamericano, así como otros provenientes de contextos tan lejanos como Japón.
Su interés por el uso del color, el simbolismo y los trazos en murales de sitios arqueológicos como Cacaxtla, en Tlaxcala, Teotihuacán, al noreste de la ciudad de México y Tajín, en Veracruz se traduce en el uso de marcados campos de color en su pintura, que la acercan más a un linaje gráfico que pictórico. Mientras que sus esculturas parten de dibujos que el artista traza en su cuaderno, y antes de ser modeladas manualmente por medio de construcción de placas, parecen formas imposibles plagadas de referencias prehispánicas zoomorfas, de la escultura moderna monumental y el diseño industrial. Observar estos murales prehispánicos o fragmentos de vasijas es de forma necesaria ver algo que está incompleto, que aparece parcialmente. A esta estrategia Francisco Muñoz le llama “movilizar fragmentos de vestigios arqueológicos” para explorar sus formas y superficies. En cada serie experimenta con una paleta de colores distinta, utilizando estas combinaciones cromáticas como una suerte de transmutación de las formas.
La manera en que nos relacionamos con una obra de arte o con la representación de un símbolo depende, en gran medida, del espacio en el que se encuentra. Ideas de lo sagrado o lo nacional, por ejemplo, surgen en dependencia a momentos históricos y a contextos particulares; el valor de las imágenes u objetos vinculados con esta idea no es intrínseco, se construye en base a lo que se comparte con una colectividad. Por otro lado, la teatralidad con la que se presentan algunas piezas prehispánicas en los montajes del Museo Nacional de Antropología, combinando piezas originales y reproducciones por temas de conservación, por ejemplo, tienen una función de recrear ambientes sagrados o rituales del pasado. Esto le interesa de manera particular a Muñoz cuando se pregunta por la función social y ritual de los objetos.
Con Falso espiritual, Francisco Muñoz nos coloca al centro de una pregunta por la fragilidad de los efectos de las obras. Su práctica artística puede entenderse como una suerte de polinización que al tomar y utilizar elementos de múltiples lugares y momentos logra movilizar el peso de la historia y abrir más preguntas. ¿Dónde habitan las formas?
— Paola Santos Coy