↓
 ↓
César Urrutia

Galería Hilario Galguera Condesa presenta Saturday Night de César Urrutia.

Saturday Night es una serie pictórica de César Urrutia que desborda los límites del paisaje tradicional para adentrarse  en un territorio donde la naturaleza y la imaginación se entrelazan en escenarios imposibles. Icebergs, emblemas del  frío polar, flotan hacia paisajes tropicales saturados de colores vibrantes, creando atmósferas festivas e irreales donde  lo improbable se convierte en un lenguaje visual cargado de fuerza y contradicción.

En estas obras, el contraste entre lo glacial y lo cálido, lo sombrío y lo luminoso, trasciende el juego estético para  transformarse en una reflexión sobre el cambio, la adaptación y la paradoja de habitar un mundo donde todo se mezcla  y se redefine. Saturday Night es también una declaración frente a un presente saturado de estímulos artificiales, un  espacio pictórico donde el óleo, el acrílico, el aerosol y las tintas fluorescentes se funden en estallidos de luz. Aquí, el  arte no decora: ocupa el espacio, lo habita y lo transforma.

Las tintas fluorescentes introducen un código oculto, capas secretas que solo emergen bajo ciertas condiciones,  invitando al espectador a descubrir nuevos significados con cada mirada. Ese juego de apariciones y revelaciones  no solo amplía los matices interpretativos de la obra, sino que también refuerza la invitación a cuestionar nuestras  percepciones del entorno y a explorar la belleza en la contradicción. Cada obra se convierte así en una experiencia  sensorial y casi performativa, como ese instante previo a salir un sábado por la noche, cargado de expectativas,  ansiedad y deseo de entrega absoluta al presente.

El vínculo con el paisaje mexicano no surge desde la nostalgia, sino desde una conexión viva, en permanente movimiento.  En este universo pictórico, el color no es ornamento: es resistencia, energía y afirmación. Porque, frente a un entorno  que a menudo invita al repliegue o la resignación, la vitalidad cromática de Saturday Night es un gesto radical de  permanencia y presencia. Una invitación a no desaparecer, sino a seguir habitando el mundo con intensidad y asombro.

–Galería Hilario Galguera