La luz del sol que se filtra a través de los árboles
Exposición
-> 4 sep – 30 oct
Atsuki no solo ejerce como artista, sino también como traductor de la palabra komorebi, concepto tradicional japonés que describe el juego de luz y sombras creado por las ramas de los árboles, el caminar del sol y el devenir del viento. A partir de este principio nace el nombre de esta muestra. En la realidad creada por Atsuki, los pétalos cortados y tejidos sobre el lienzo cuelgan sostenidos por sus tallos, proyectando su sombra sobre el vacío, dejando que el viento pase entre ellas y moldee las composiciones florales, permitiendo que las obras sean habitadas por los frágiles elementos del komorebi. De este modo, Atsuki nos muestra la floración como un proceso silencioso de luz, donde los elementos nacen, crecen, se mecen y se detienen, incluso cuando nadie los ve. Al rasgar, superponer y reensamblar la superficie del lienzo, Atsuki lleva el komorebi al campo pictórico, donde la tela adquiere volúmenes y relieves inusuales con los cuales se esbozan tanto paisajes exteriores del campo como paisajes interiores, donde jarrones reposan sobre una mesa o árboles y flores aparecen ante el observador que los habita con el tacto de la mirada: pétalos, hojas, insectos, la luz, el viento, todo fusionado en un refugio donde reina la fragilidad de cada elemento que conforma las estancias del tiempo. Así, Atsuki Fujimoto transforma el espacio expositivo de La luz del sol que se filtra a través de los árboles en un jardín de quietud y plenitud, en cual el equilibrio entre presencia y ausencia se manifiesta como un atributo de la belleza.
—Manuel Tuda