A la velocidad del tiempo
Exposición
-> 28 ago – 25 oct
Las máquinas titubean. Las plantas se entrometen. La luz se bloquea, solo para regresar. En la obra de Ícaro Zorbar, el delicado entramado de memoria, sonido y materia se convierte en una manera de escuchar al propio tiempo. Sus instalaciones abrazan la interrupción y el fallo, dejando que los accidentes y las fuerzas imprevisibles definan su ritmo.
Aquí el tiempo se niega a avanzar en línea recta. Tropieza, se repite, se raya, se superpone. La luz se filtra por orificios y letras recortadas; el sonido fluye desde tornamesas movidas por plantas; las imágenes surgen como sombras trazadas en la ausencia de luz. Todo parece efímero, y sin embargo nos mantiene en el presente.
A la velocidad del tiempo no habla de velocidad, sino de atención: a lo que se escapa, a lo que resiste el control, a lo que permanece apenas un instante antes de desvanecerse.
— Ícaro Zorbar