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Muchas preguntas, pocas respuestas: sobre ‘manual intuitivo…’, curada por PETRA en el Museo de Arte Carrillo Gil

Reseña

Muchas preguntas, pocas respuestas: sobre ‘manual intuitivo…’, curada por PETRA en el Museo de Arte Carrillo Gil

por Constanza Dozal

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6 min

Mientras camino al Metrobús al salir del museo, me pregunto si habría una forma adecuada de leer esta exposición, la idea de manual indicaría que sí, que hay una forma correcta de realizar las cosas para tener éxito, y que en este caso sería la fricción.

Me pregunto si es suficiente con poner una obra junto a otra para que dialoguen entre ellas, pienso que no, que en muchos casos es necesario contextualizar ─aunque sea un poquito─, más aún si tu sede es un museo público.

Me pregunto si la curaduría puede ser una obra de arte. Aunque yo pienso que no, intuyo que en esta expo se piensa que sí. Creo, en cambio, que puede tener gestos creativos, aunque no siempre sean los mejores.

manual intuitivo: no soplar ni usar saliva sobre las piezas es una exposición grupal curada por el colectivo PETRA que se presenta en el último piso del Museo Carrillo Gil del 1 de agosto al 26 de octubre de 2025, con una propuesta tan elusiva como la introducción a este texto.

Lxs curadorxs crearon una tipología con la que categorizar la producción contemporánea y, al mismo tiempo, crear un diálogo intergeneracional entre artistas jóvenes y de amplia trayectoria¹. Ninguna de las tareas es menor, pero excusan el alcance de sus pretensiones y sus propios resultados constantemente, aclarando que su interpretación es abierta e inconclusa. Pareciera que generan preguntas que, más allá de no tener respuesta, no quieren responder.

Sin definir claramente qué es ser joven, una se pregunta si implica tener menos de 35, edad en el que la beca de Jóvenes Creadores deja de estar disponible; o si lo que implica amplia trayectoria es tener piezas en colecciones institucionales, como algunas que se presentan en la muestra.

Manual intuitivo: no usar saliva ni soplar sobre las piezas, vista de la exposición, Museo de Arte Carrillo Gil. Fotografía: Ivo Loyola
Manual intuitivo: no usar saliva ni soplar sobre las piezas, vista de la exposición, Museo de Arte Carrillo Gil. Fotografía: Ivo Loyola

Los núcleos-tipologías son cuatro y se presentan como capítulos de un hipotético manual sobre el arte contemporáneo en México.

a) Hay un tipo de obras que incorporan la tecnología y el uso de electricidad para su creación.

b) Se presenta otro donde se recurre a la sátira y al absurdo para hacer una crítica a los relatos identitarios oficiales y a su construcción tanto en el país como en Estados Unidos.

c) El tercero acentúa que el aspecto más importante de la obra no es su materialidad, sino las ausencias que señala.

d) Finalmente, hay un núcleo para producciones que ofrecen una forma alternativa de pensar nuestra relación con la naturaleza y la ciudad, a partir de la forma en que sus creadores interactúan con sus residuos.

Es quizás en el último núcleo donde la exposición tiene más éxito. Ahí, una pieza puede jugar con las nociones de basura y valor, ser un jardín y también abrir una ventana con la que reimaginar el presente.

Conforme a la característica planta del museo, que marca recorridos circulares alrededor de las escaleras centrales, una tipología da paso a la otra. Muchas de las piezas se encuentran colgadas en la pared perimetral, hay otras dispersas en la sala y una que rodea el cubo de la escalera, casi como un tapete. A uno de los amigos con quienes visité la expo por primera vez, le encantó y horrorizó por partes iguales el textil al óleo de Julia Torres. Colgado bajo el tragaluz central en una organza blanca, semitraslúcida y delicada, muestra un paisaje desértico dónde un animal (¿coyote o lobo?) muere.

Manual intuitivo: no usar saliva ni soplar sobre las piezas, vista de la exposición, Museo de Arte Carrillo Gil. Fotografía: Ivo Loyola
Manual intuitivo: no usar saliva ni soplar sobre las piezas, vista de la exposición, Museo de Arte Carrillo Gil. Fotografía: Ivo Loyola

La mayoría de las piezas comparten el mismo espacio abierto, con un pequeño cuarto construido al fondo para la tercera clasificación donde se encuentra ¿de qué otra cosa podríamos hablar? de Teresa Margolles. Es formalmente sencilla, una mesa de concreto en forma de U que debe pesar varios cientos de kilos. Tiene dos bajorrelieves con el título de la obra y las leyendas “53aBienal de Venecia 2009” de un lado, y “Mesa realizada con cemento mezclado con fluidos obtenidos del lugar donde cayó el cuerpo de una persona asesinada en la frontera norte de México” del otro.

Manual intuitivo: no usar saliva ni soplar sobre las piezas, vista de la exposición, Museo de Arte Carrillo Gil. Fotografía: Ivo Loyola
Manual intuitivo: no usar saliva ni soplar sobre las piezas, vista de la exposición, Museo de Arte Carrillo Gil. Fotografía: Ivo Loyola

La obra fue parte de una polémica a partir de su presentación en la Biennale, en un momento en que el estado mexicano se negaba a reconocer a las víctimas, efecto de la espiral de violencia y muerte provocada por la guerra contra las drogas declarada tres años antes².

Junto a ella, se encuentra me quemo las uñas para no rasguñar a nadie de Ramón Saturnino. Un compacto murito de cera de 10 cm de altura y un par de metros de largo, elaborado con los desechos de las velas de la iglesia de San Hipólito en el centro de la Ciudad de México, lugar de culto de San Judas, santo de las causas perdidas.

Manual intuitivo: no usar saliva ni soplar sobre las piezas, vista de la exposición, Museo de Arte Carrillo Gil. Fotografía: Ivo Loyola
Manual intuitivo: no usar saliva ni soplar sobre las piezas, vista de la exposición, Museo de Arte Carrillo Gil. Fotografía: Ivo Loyola

Es extraño conjugar el tono juguetón que explica que Saturnino compró las velas de su pieza al párroco de la iglesia al doble de lo que cuestan, con la obra de Margolles. Aunque también se pueden hacer chistes sobre la mesa: se puede decir “agua de muertito” para hablar del material con el que se mezcló el concreto, y así aligerar el hecho de que exponer esa pieza implica mostrar parte del resto de una persona asesinada.

Lo desencajante que es ¿de qué otra cosa podríamos hablar? se diluye entre una escultura hiperrealista de Ozzy Osbourne orinando el Álamo ─creada a dúo por Jim Mendiola y Rubén Ortiz Torres─, una escultura de flautas dulces y un ventilador automático ─de Mauricio Alejo─, y la parafina de Ramón Saturnino.

Manual intuitivo: no usar saliva ni soplar sobre las piezas, vista de la exposición, Museo de Arte Carrillo Gil. Fotografía: Ivo Loyola
Manual intuitivo: no usar saliva ni soplar sobre las piezas, vista de la exposición, Museo de Arte Carrillo Gil. Fotografía: Ivo Loyola

manual intuitivo presenta una gran selección de piezas que difícilmente hablan entre sí, puede que sea por una distribución espacial extraña o quizá porque no hay un trabajo más preciso con conceptos como el de “archivo”, que se repite una y otra vez.

La última sala está dedicada a una instalación colaborativa de PETRA y Luis F. Muñoz, la cual versa sobre los colectivos artísticos, autogestivos e independientes que sostienen la producción nacional desde el siglo pasado y las formas con las que este tipo de grupos sobrevive.

Creo que la obsesión de lxs curadorxs por archivar el presente, como si se capturara en microfilm lo que está vivo, nace de una preocupación genuina y compartida ─intergeneracionalmente, aquí sí─ de que tu trabajo y el de tus amigxs no sea olvidado. Muchos de lxs artistas de manual intuitivo forman o formaron parte de estos colectivos y puede que esto sea lo que tienen en común, independientemente de su pertenencia a las categorías propuestas en la muestra.

Sin saber si es un fetiche curatorial o si sólo recurren a esta palabra para llenar las fichas de sala, me pregunto si encarpetar fotocopias en sobres de manila equivale a hacer un archivo. Como al principio, muchas preguntas y pocas respuestas.

Constanza Dozal

1: manual intuitivo: no usar saliva ni soplar sobre las piezas, Museo de Arte Carrillo Gil, Ciudad de México, agosto 2025, https://museodeartecarrillogil.inba.gob.mx/exposicion/manual-intuitivo-no-usar-saliva-ni-soplar-sobre-las-piezas/.

2: Hay una relatoría del lío mediático, administrativo, burocrático y en ocasiones legal, en el capítulo “Llevando la peste a Venecia: la bienal como intervención” del libro Abuso Mutuo de Cuauhtémoc Medina.

Publicado el 28 septiembre 2025