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(C)olores de la descomposición e indicios de la vida: Maisie Cousins

Reseña

(C)olores de la descomposición e indicios de la vida: Maisie Cousins

por Stefanía Acevedo

Sobre 'Jardín, Cocina, Basura y Cuerpo' en Galería Hilario Galguera

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6 min

Maisie Cousins (1992, Londres) presenta por primera vez su trabajo en la Galería Hilario Galguera. Jardín, Cocina, Basura y Cuerpo reúne 46 fotografías que muestran un recorrido por la obra de la artista desde 2015 hasta 2021. Cada palabra que compone el título de la exposición conjuga los temas que la organizan, dando lugar a un ejercicio erótico de imaginación donde la mirada de Cousins pasa por la comida, lo que se pudre, la basura, los fluidos del cuerpo y todo eso que no solemos querer ver.

Jardín

La intensidad de los colores de la primera sala se potencia con la luz natural que entra a través del techo abierto de la galería. Aquí encontramos imágenes de insectos, frutas y flores. Wasp (2017) protagoniza la pared amarilla sobre la que se encuentra, advirtiéndonos de los altos contrastes que encontraremos a lo largo de la muestra. Casi escondida, en la pared contigua, hallamos a Blue (2020), una pequeña fotografía que revela la variación de formatos con los juega esta exposición y que, junto a la fotomacrografía que realiza Cousins, nos lleva a sentirnos del mismo tamaño que los insectos. La propuesta erótica se declara con fotografías como Big Dick (2017) y Bumhole (2015), ambas son flores que confrontan sus rojas tonalidades con la blanca pared sobre la que se sostienen. Antes de entrar a la siguiente sala, Snails (2019) y Come back (2020) inauguran la danza de animales vivos y muertos que transitan por la basura y la comida podrida en la obra de Cousins. Todas las fotografías de pequeño y mediano formato cuentan con un marco dorado que evoca al libro Rubbish, Dipping sauce, Grass peonie bum (2019). Este gesto agrega algo de humor a la obra, mostrando que la basura también puede estar cubierta de oro.

Cocina y Basura

En una sala obscura encontramos Mexico sweeties (2018), fotografía tomada por la artista en su primera visita a este país, montada sobre una caja de luz que ilumina de rosa, rojo y morado la descomposición y la muerte de las otras dos imágenes que la acompañan: frambuesas cubiertas de moho y un camarón decapitado encima de flores. Los dulces y lo grotesco nos preparan para enfrentarnos a una sucesión de impresiones desbordantes e hipersaturadas que, como el azúcar, sólo pueden ser experimentadas plenamente en la niñez.

Foto de exhibición 'Jardín, cocina, basura y cuerpo' 2021. © Cortesía de Galería Hilario Galguera.
Foto de exhibición 'Jardín, cocina, basura y cuerpo' 2021. © Cortesía de Galería Hilario Galguera.

“Ésta es una muestra pensada para niñxs”, comenta Hilario Galguera, quien trabajó de cerca con Cousins para tomar las decisiones de curaduría y montaje. Para Galguera era importante que en la Cocina las fotografías tuvieran variaciones de altura para que fueran accesibles a distintas miradas. Así, encontramos una serie de 20 fotografías ordenadas en dos hileras que permite diferentes niveles de visión para los niñxs, quienes suelen estar más cerca de todo lo que cae de las mesas y queda en el suelo. En la fila superior se pueden ver las imágenes de residuos de comida que se encuentran en las mesas. A la derecha, en otra variación de altura, se ubica una serie de 6 fotografías que en plano-detalle muestra alimentos con diferentes texturas y colores que dan la sensación de poder tocarlos.

El imaginario de Cousins se nutre de los mercados, de sus olores, ahí suele ir a comprar los ingredientes para sus fotografías. Algunos alimentos los comerá, otros quedarán como sobras, los dejará podrir y, en el punto entre la vida y la muerte, creará una imagen con elementos aparentemente inconexos. Nos dice: “Es como una lista de compras que escribo, a veces busco texturas viscosas o suaves, a veces algo vivo. Lo pongo todo junto y veo qué pasa. Tiene su propia vida. No quiero controlarlo demasiado”.

El olor de lo podrido es probablemente algo que ha acompañado a Cousins en la elaboración de sus fotografías. Su trabajo juega con el azar y la espera, con ese momento en el que la descomposición alcanza otra tonalidad. Así, muestra lo efímero de la existencia, pero también lo hermoso que puede ser retratarla. La vida se degrada y Cousins la captura: “La descomposición es un proceso que no documentamos en nuestra vida.” En sus fotografías las sobras, la basura y la suciedad son las protagonistas, tal como se muestra en una de las primeras imágenes de gran formato que encontramos en la exposición: el fragmento de un plato con residuos de comida sobre un mantel verde. Frente a ella se encuentra otra fotografía de gran formato que presenta un cúmulo de hormigas que se abalanza sobre restos de caramelo líquido. Estas hormigas salen del cuadro para conducirnos a Oaxaca Ants (2018), otra de las imágenes que Cousins tomó durante su primera visita a México.

Cuerpo

Desde la Cocina, guiadas por las hormigas que se encuentran en el suelo, entramos al Cuerpo. La última sala contiene fotografías de gran formato donde Cousins realiza una exploración sobre los pliegues corporales, su viscosidad y secreciones, a través de 8 imágenes que retratan las posibilidades mismas del cuerpo. El erotismo pasa a través de una mirada femenina que nos recuerda que una de las primeras enseñanzas que aprendemos como mujeres es que tenemos fluidos que no podemos controlar. Al respecto nos dice la artista: “Compadezco a los hombres en lo referente a la sensualidad porque pienso que se pierden de muchísimas cosas, de lo divertido”.

Foto de exhibición 'Jardín, cocina, basura y cuerpo' 2021, Galería Hilario Galguera. Foto: Onda MX
Foto de exhibición 'Jardín, cocina, basura y cuerpo' 2021, Galería Hilario Galguera. Foto: Onda MX

La foto más íntima retrata la placenta de Cousins, la cual guardó en su congelador para poder enfrentarse a ella desde una lejanía temporal. “No podía dejar de pensar que había salido de mí, tenía toda la intención de tomarle una fotografía, pero no quería mirarla”, nos dice Cousins. Cuando se atrevió a descongelarla, en compañía de su madre, llegaron las moscas después de 5 minutos y ahí surgió la imagen que muestra ahora en tonalidades de café y negro, acompañadas de un verde brillante. Ella es un gesto de lo que recorre toda su obra, ahí donde se genera la vida, donde los nutrientes se condensan, también pasa lo podrido, las moscas, la descomposición. De frente, se encuentra Grass bum (2015), donde un plano-detalle nos deja ver una piel aceitada que se acompaña de pétalos y pastos. Cousins muestra fragmentos de cuerpos y no escenas completas, de ahí que el título de la exposición esté conformado sólo por sustantivos. Todo se localiza al nivel de los detalles, aspectos, pliegues, pequeños animales o partes del cuerpo.

Maisie Cousins, Grass bum, 2015 © Cortesía de Galería Hilario Galguera y Galería TJ Boulting.
Maisie Cousins, Grass bum, 2015 © Cortesía de Galería Hilario Galguera y Galería TJ Boulting.

Para alguien como yo, a quien constantemente le sudan las manos y vive con el trauma de tener que saludar o tocar a las personas, es importante recordar que también lo pegajoso, lo sudoroso, lo que gotea, sangra y es grotesco puede ser fascinante.

Maisie Cousins es como una antropóloga del futuro que investiga una civilización en decadencia, capturando en sus fotografías los restos de eso que alguna vez tuvo vida. A veces creemos que los grandes edificios o monumentos es lo que perdurará, cuando probablemente sea lo pequeño, como lo que Maisie captura.

Jardín, Cocina, Basura y Cuerpo puede visitarse hasta el 20 de enero de 2022 en Galería Hilario Galguera.

Stefanía Acevedo

Publicado el 20 noviembre 2021