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Rodrigo Echeverría

Rodrigo Echeverría

Coro mudo de nube y charco

Exposición

-> 20 feb 2021 – 3 abr 2021

Daniela Elbahara

Alfonso Reyes se refiere al coro griego con estas palabras:

El coro funciona rítmicamente, como un instrumento dinámico por donde estalla […] la carga emocional precipitada en el fondo del ánimo […] Y por eso es fuerza que el coro esté presente a todos los acontecimientos y hasta a las revelaciones secretas: para conocer el drama y ponerse en contacto con él; para sentir, para emocionarse, y desahogar […] la emoción […], la piedad, el terror.*

*Reyes, Alfonso, 1996. “Las tres «Electras» del teatro ateniense”, en Obras completas. T. 1: Cuestiones estéticas, Fondo de Cultura Económica, México, p. 30.

La pintura no nos habla con palabras, más bien nos comunica desde el origen de las ideas, que son las imágenes: es una comunicación directa. A través del ojo la imagen se transforma en pensamientos y emociones. La mirada descubre la profundidad de la existencia, que es primero muda, y luego —por necesidad de los pensamientos— engendra palabras. Un recién nacido llora después de dar su primer respiro, al ver la locura y deformidad del mundo. La adultez es la codificación de toda esa deformidad.

Las nubes se desintegran en lluvia, lluvia que crea charcos. En las nubes imaginamos formas y en los charcos vemos nuestro reflejo. Las nubes son el espejo de la imaginación; los charcos, el reflejo de nuestra perversión. Las pinturas son nube y charco. La libertad de la imaginación se encuentra en la nube; la esclavitud de nuestros problemas, en el charco. En la nube descansamos y en el charco preguntamos. La nube es el fenómeno, mientras que el charco refleja al fenómeno pensante: es una dinámica de lo interno y lo externo.

Todos somos una especie de héroes trágicos y lo que nos une es la manera fundamental de percibir lo que nos rodea. Percibimos el sol, la luz, la sombra y la materia, que luego son codificados con distintos nombres. Surgen las emociones y los sentimientos, para finalmente llegar a lo que concierne a todo ser humano: la moral y la ética.

La premisa de esta exhibición es que las obras mostradas componen un coro mudo de nubes y charcos, que invitan, a través de los personajes presentes en las pinturas, a ser parte del espectáculo de percibir la vida.

— Rodrigo Echeverría