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Gill Hersom

Gill Hersom

Letual

Gaga presenta la primera exposición individual del artista Gill Hersom.

Con el título Letual, las obras denotan su conexión con el mundo de la indumentaria, donde cada pieza se moldea como un objeto tridimensional, ofreciendo múltiples perspectivas y ángulos de aproximación. La exposición se sumerge en la concepción de la estrella desde diversas perspectivas. Letual es un adaptación al español de la palabra francesa ‘étoile’ (estrella), y se inspira en la dualidad que las estrellas representan: la esperanza y la inevitable condición de que todas las estrellas que observamos están destinadas a extinguirse.

Estamos viviendo un cambio de paradigma en nuestra espiritualidad. Tras décadas de un creciente movimiento hacia el ateísmo, nos encontramos ahora en la búsqueda de una espiritualidad. Como víctimas desvalidas de algún enorme error universal reconocemos que las religiones más tradicionales, como el cristianismo, nos han decepcionado, y encontramos entonces refugio en las tendencias más contemporáneas, en lo que hoy se considera un (mal entendido) espiritualismo New Age. Al mismo tiempo, estamos también redescubriendo lo que alguna vez fue considerado profano - el horóscopo, las cartas del tarot, los cristales y la metafísica. No es que estas prácticas no existieran antes, sino que en generaciones pasadas estaban inmersas en una espiritualidad más ligada a las reglas religiosas y menos enfocada en el desarrollo personal, tanto para uno mismo como para los demás. Hoy, en cambio, experimentamos una espiritualidad que, aunque conecta con una comunidad, se centra en el individuo. Creemos que, con las nuevas tecnologías, podemos avanzar hacia la mejor versión de nosotros mismos. Esta exposición encuentra así su inspiración en las estrellas, en la esperanza de que, a través de la lectura de las mismas podamos comprender nuestra búsqueda espiritual.

En este contexto, nos encontramos aquí ante un personaje mítico, una especie de guía espiritual que interpreta las estrellas y nos revela verdades profundas. Las piezas dispuestas en esta exposición, a forma de museo antropológico de una época futura postapocalíptica giran en torno a este ser que llega para enseñarnos algo. Descubrimos así un guía que luce un turbante, hecho de french terry -influencia directa del estilo callejero o “street wear”-, un peluche se transforma en un báculo, un objeto que ancestralmente ha representado la conexión entre lo divino y lo terrenal, y que suele asimismo desempeñar el papel de guía espiritual y protector en el camino. Los collares aquí actúan como amuletos para atraer la buena suerte, mientras que los dientes de animales, deliberadamente modificados con fines ornamentales, buscan trascender el tiempo. De este modo, la obra de Hersom forma parte de un museo que documenta la presencia de este ser.

Por el otro lado, a lo largo de la exposición nos enfrentamos constantemente a la figura de la estrella en el tarot, un símbolo de aquellas personas que están abiertas a la iluminación del espíritu. Un símbolo que inspira a los demás, y por lo tanto sirve a una causa superior. En el libro “La Vía del Tarot”, Jodorowsky argumenta que la lectura de las cartas constituyen un puente entre dos extremos, la intuición y la razón. Es intuición pero estructurada al máximo.

Partiendo de esta premisa, las diversas piezas que conforman Letual pueden verse como instrumentos que nos guían hacia la verdad, amuletos que se relacionan con saberes vinculados a las emociones, las percepciones y las corazonadas. En su texto “Profanaciones,” Agamben argu- menta que “sacrílego” era cualquier acto que violara o infringiera una especial indisponibilidad, reservada exclusivamente a los dioses celestiales (en cuyo caso eran llamadas “sagradas”) o infernales (simplemente “religiosas”). Profanar, por otro lado, significaba restituir las cosas al libre uso de los seres humanos. Gill profana, y nos proporciona entonces herramientas para el uso de todos. Combinando música, textiles y sus propias creencias, el artista busca ayudarnos a sobrellevar una realidad repleta de complejidades abrumadoras del presente. De este modo, los títulos de cada obra brindan una narrativa musical que da forma a este universo que comprende la realidad, el presente y el futuro. Con un estilo informal, caracterizado por sus bordes ásperos y suaves al mismo tiempo, Gill se desplaza en las sombras y emerge de noche, encontrando en las estrellas un recordatorio constante de nuestra inevitable mortalidad.

— Luisa Hernández