Volcana Lugar Común presenta la exposición Labrando horizontes de Beatriz Millón.
Horizonte compartido
La nostalgia de las grandes ciudades idealiza el campo y permite nuevos despojos. Por eso la élite capitalina compra terrenos o casas, que no vive, fuera de la ciudad. La obra de Beatriz Millón se puede leer como una desmitificación de este tipo de fenómenos. La exposición recorre el vínculo entre propiedad privada, territorio y representación. Retoma el arte como herramienta social y cuartea el lado gentrificador.
El sistema nos puede hacer sentir una culpa privatizada. Al reinventar un nuevo manual de modales donde está tajamente prohibido usar popotes, servilletas o bolsas de plástico, la crisis tiende a presentarse como un problema personal, reducido a escoger un producto u otro, pero con esta exposición Beatriz permite ver más allá, ayudándonos a imaginar un horizonte compartido. Muestra entramados complejos, extensos, antiguos, comunales, repletos de potencia y conflicto.
El turismo y la minería dejan una huella honda en cada pueblo forzado a mercantilizar su cultura y los recursos como un pozo sin fondo. Al transparentar su costo, esta exposición amenaza el centralismo. Labrando horizontes opera en dos sentidos. Por un lado, distrae el flujo espacial de la semana del arte, en la que predomina la Roma y la Condesa; por el otro, hace mirar el andamiaje que despoja el sentido de la vida campesina e indígena enterrada bajo el asfalto.
Una persona preguntó sobre la apropiación cultural indebida en la sesión de comentarios que la artista hizo para las piedras robadas en una galería que está ayudando elitizar la Colonia Doctores. Yo creo que esas mismas piezas, que ahora están dispuestas entre los libreros de Volcana, denuncian precisamente la apropiación y el despojo. Y lo hacen nombrando, visibilizando y haciendo protagonistas a los actores de un proceso silenciado. Bea nos abre los ojos a través de risas, pláticas, objetos, libros y otros mecanismos. Devela una realidad en la que participamos.
Aunque de alguna manera todos nos beneficiamos de nuestra propia explotación, yo creo que la diferencia está en develar o tapar los mecanismos extractivistas que operan aquí y ahora. Con los libros y las pláticas que detona este espacio emergen líderes y luchas con nombres propios, el punto de partida de una potencial fuga a la violencia de Estado. Volcana, como la muestra que alberga, es un lugar que articula editoriales, cooperativas y otros procesos autogestivos. Su participación en la semana del arte, con Labrando horizontes, es una forma de cuestionar a las élites. No es que Volcana no participe, contra su voluntad, en la gentrificación de Santa María la Ribera. Es que una galería gentrificadora cobra y se organiza de arriba para abajo y lo que Beatriz, Volcana y sus redes hacen es de abajo hacia arriba. Colectividad contra el individualismo.
Bea utiliza la blanquitud como herramienta. Es como John Kenneth Turner. Otro extranjero comprometido, quien se hizo pasar como inversionista para atestiguar cómo operaban las haciendas de hace un siglo. Luego denunció a los terratenientes describiendo los mecanismos en México bárbaro. El escándalo fue una de las bases de la revolución mexicana, un proyecto que devolvió tierras indígenas que hoy vuelven a ser arrebatadas con especulación y megaproyectos. Lejos de negar sus privilegios, ese libro y esta exposición intentan darles la vuelta.
Labrando horizontes tiene un lado cómico. Sobre todo Tourist Information que, al burlarse del turismo, se podría interpretar como una obra cínica. Yo diría que se trata de una propaganda carnavalesca, el mundo al revés, que busca destapar lo no consciente a través del juego. Todas las piezas de esta exposición plantean conflictos velados. Frente a la exposición de datos que aparecen en el video puede haber resistencia, ceguera voluntaria, porque no es fácil aceptar el impacto de nuestros pasos como viajeros.
Para mí, la comedia combate la tristeza inducida, el hedonismo del ciudadano que se funde en el trabajo, la pareja y la fiesta, cada vez más lejos de la estabilidad, el arraigo y el descanso. Lo que se muestra en Tourist Information fácilmente se puede aplicar a Oaxaca, Veracruz, la Península de Yucatán, otros barrios de esta ciudad y del mundo. Es nuestra decisión tener curiosidad ante los problemas que detona este espacio o cerrar los ojos y seguir blanqueándonos al imaginar que somos inocentes.
— Alfredo Bojórquez