Yergue
Exposición
-> 17 oct 2019 – 14 nov 2019
¡Salvar el planeta! parece ser el grito más compartido hoy en día.
Ahora el planeta no corre mayor riesgo de desaparición en un futuro cercano pero el humano si. Siempre pensé que si el ser humano continuaba a golpear la tierra como lo hace, tarde o temprano, esta reaccionaría hasta eliminar el veneno en el cual nos convertimos generaciones tras generaciones. No me imaginaba la forma que esta eliminación está tomando ahora. Pensaba más bien en unas reacciones telúricas, erupciones volcánicas gigantescas que generaran emanaciones de gases mortales que nos mataran a todos, choques siderales entre la tierra y otro planeta, lluvia de meteoritos de tipo mega aguacero mineral o que sé yo.
Pero no: Sigmund Freud ganando a Wilhelm Reich o el impulso de matar más fuerte que el de amar.
En fin, más vale para el planeta que desaparezcamos lo más rápido posible. El dibujo de Rodrigo Suárez anticipa este posible futuro mostrándonos una naturaleza que retoma sus derechos sobre un mundo lastimado por nuestra voracidad.
¡La victoria de la entropía o el baldío coronado! “¡Mi reino es un basurero, los fangosos son mis cómplices!” cantaba Jacques Higelin a principios de los años 80.
Una “Santa Mierda” en medio de un paisaje confuso del cual emergen elementos de mobiliario como lavabo, sillas y colchones, testimonios de la presencia ya pasada de un ser supuestamente humano. Un texto nos cuenta el signo legendario que hizo elegir el lugar para la ciudad de México, esa historia inmortalizada por la bandera mexicana de un “águila que se para encima de un serpiente que se postra encima del nopal que se yergue encima del islote que está en medio de un lago que se encuentra en medio de un valle rodeado por montañas.” El Códice Mendoza nos enseñó que era una tuna rojo sangre que el águila sostenía en sus garras en lugar de esa serpiente sustituida católicamente por el conquistador de la misma manera que erigió sus iglesias en el suelo de pirámides desmanteladas.
No es la primera vez que Suárez cuestiona los símbolos nacionales y la bandera en particular. Nos acordamos del “Grito de los que no están”, una bandera mexicana con dos verticales negras en lugar del rojo y verde plantada en 2014 en la cumbre del Pico Orizaba, techo del país, poco tiempo después de la desaparición de los 43 de Ayotzinapa.
La muestra Yergue que propone Suárez crea un especie de Zona desolada en la cual crecen rosas negras y bichos rizomáticos que salen de todos lados incluido del ombligo de nuestras amantes. Anomia total, zona en la cual Suárez nos ofrece un viaje iniciático cómo el del Stalker de la película epónima de Andrei Tarkovski: entrar en la zona, buscar su corazón donde hay una casa y dentro de esa una recamara, santuario de un mundo pre-corrupto, preservado y primigenio, donde puedes afirmar ¡sin vergüenza ni miedo lo que eres o hiciste!
— Michel Blancsubé
Curaduría: Alexander Bühler