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Robert Janitz

Saenger Galería presenta en su nueva sede la segunda exhibición individual en México del pintor Robert Janitz (Alsfeld, Alemania, 1962), la cual lleva por nombre El secreto del mundo.

Después de su debut en Latinoamérica con una exposición de sitio específico en Casa Gilardi (obra del renombrado arquitecto Luis Barragán) durante la primavera pasada, Robert Janitz muestra ahora una selección inédita de pinturas y esculturas de gran formato integradas a una instalación de color realizada especialmente por él para los muros de la Sala Principal de Saenger Galería.

Las obras que conforman El secreto del mundo proceden en parte de diversas lecturas que Janitz ha realizado en los últimos años; dicha lista incluye desde Un episodio en la vida del pintor viajero, novela breve que narra un momento determinante en que se debatía la vida y la trayectoria del también pintor alemán decimonónico Johan Moritz Rugendas mientras exploraba la América del Sur, del excéntrico escritor César Aira, hasta El Aleph o La escritura del dios de Jorge Luis Borges, en donde se relata la imposibilidad de comunicar aquello que da forma y sentido a la existencia, y que sin embargo la trasciende, cotidianamente: la revelación de un mensaje que permita comprenderlo todo, el secreto del mundo.

De manera correspondiente a esta intención, a esta búsqueda imposible que ha sido cargada con un fuerte sentido del humor y de la ironía, la obra reciente de Robert Janitz abunda en el paisaje, en tanto artificio de la pintura y evento de la naturaleza, como aquel que el artista ha ido descubriendo (y recreando en el fondo degradado y en el frente sintético de sus pinturas policromas) a partir de establecer su residencia en la Ciudad de México y que, como los misterios del universo, aún no se descifra por completo ante su acecho.

El secreto del mundo de Robert Janitz ofrece una visión heterogénea y coherente sobre un paisaje que de tan real, un volcán por ejemplo, deviene imaginario, un garabato que en la repetición de sus formas articula un orden, el anuncio de una escritura que nos convoca e interpela desde su conjunta cercanía y extrañeza.

— Christian Barragán