Encuadradas en paisajes angulosos, danzan ajetreadas
Exposición
-> 5 nov 2021 – 12 dic 2021
Unión
Unión presenta la exposición individual de Josué Mejía Encuadradas en paisajes angulosos, danzan ajetreadas, curada por Alejandro Romero.
Como en una orquesta sinfónica: adelante están los instrumentos de cuerdas, por otro lado los instrumentos de viento, atrás las percusiones y hasta arriba el coro. Distintos entre sí, se comunican, se escuchan, se entrelazan, danzan y se ajetrean.
Se levanta el telón.
Apertura: exposición sinfónica de Josué Mejía titulada Encuadradas en paisajes angulosos, danzan ajetreadas.
Con un tempo allegro, animado y con energía, las primeras voces se enuncian: la tierra, el campo y las pieles
de color piloncillo resuenan en paisajes, danzan en murmullos y se presentan en ilustraciones hechas por el artista Diego Rivera, quien construyó un imaginario del campo y una alegoría al trabajo.
Estas mismas voces le susurraron al compositor Carlos Chávez, las notas para la Sinfonía Proletaria: un himno que compuso tomando como referencia el canto popular revolucionario que Diego Rivera utilizó para hilar los murales que se alojan en la Secretaría de Educación Pública.
Esta sinfonía, que fue presentada en el Palacio de Bellas Artes en septiembre de 1934, hace un llamado a los campesinos, a los obreros, y a los soldados para que trabajen; porque si no se trabaja es señal evidente que no habrá qué comer ni aunque comience a llover.
...y diremos a los holgazanes el que quiera comer que trabaje.
Esta sinfonía mural introduce voces posicionadas, institucionales, políticas y artísticas que narran una idea del campo y lo que puede ofrecer: la relación entre la comida y el trabajo. Se propone que estos pedazos de tierra que fueron prestados y trabajados no están a la altura de los grandes proyectos de una metrópolis en desarrollo. Pedazos de tierra poco perfectos -y no por irregulares- sino por la baja producción y el supuesto atraso tecnológico.
O quizás, simplemente no llovió lo suficiente.
Y después de un silencio, como en toda sinfonía: el segundo movimiento.
Se impone una gran estructura de metal, que enuncia un primer paso a lo que después daría lugar a una dramática aceleración industrial, cuerpos trasladados del campo a las fábricas, la automatización de la tierra y avances tecnológicos. Estas nuevas grandes construcciones, en estos paisajes angulosos, permitieron inversión gubernamental y pactos con Estados Unidos, país que se dice, "nació moderno". No existía la infraestructura para hacer tangible el ideal de modernidad y se contrataron empresas en Estados Unidos, para que dieran a México, eso a lo que llaman "los avances más modernos en materia", como las presas, que permitieron tener control absoluto de la tierra, combatir a la naturaleza y sus sequías. Que la producción del alimento se acelere y que siempre haya qué comer.
El coro:
Encuadradas en paisajes angulosos, danzan ajetreadas.
Las infraestructuras encuadradas en paisajes angulosos, danzan ajetreadas.
La modernidad encuadrada en paisajes angulosos, danza ajetreada.
Las voces y las imágenes encuadradas en paisajes angulosos, danzan ajetreadas.
Ladrillos de adobe cuadrados y encuadrados que construyen un paisaje anguloso, ajetreado.
Música estructurada y ajetreada.
Partituras, que están encuadradas, que son un paisaje, no anguloso pero que incita la danza y al ajetreo.
Paisajes angulosos que sufrieron un ajetreo encuadrado y estructurado.
Encuadradas en paisajes angulosos, danzan ajetreadas es una composición de Josué Mejía donde hay un constante cuestionamiento sobre cómo se moderniza el campo en los años veintes y treintas en México, sobre los primeros pasos antes de la gran industria, el lugar al que llegan estos cuerpos trasladados, sobre lo que el campo tiene que ofrecer, sobre la relación entre el comer, el trabajo y el poder económico; los discursos políticos que consigo trajo dicha transformación, las relaciones entre el gobierno de México con Estados Unidos como inversores y promotores de la modernidad; y sobre las imágenes que se construyen al rededor de "lo moderno".
Esta sinfonía está compuesta por frescos que recuperan las ilustraciones que Diego Rivera publicó en una revista para la Convención de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, las partituras de Carlos Chávez publicadas por la Secretaría de Educación Pública, un dibujo de su autoría inspirado en los procesos de modernización en los años veintes y treintas en México. Y maquetas en cajas de madera que le dan base al campo y perímetro a las tierras, le dan trabajo a hombres y mujeres de peloncillo, quienes nos dan qué comer.
Distintos elementos entre sí, se comunican, se escuchan, se entrelazan, danzan y se ajetrean.
- Carolina Díaz