Contando en letras
Exposición
-> 12 jun 2025 – 12 jul 2025
A veces una imagen abre la herida.
A veces la cierra.
En un mundo donde las imágenes han sido desactivadas —de su poder político, de sus efectos emocionales, de su posibilidad narrativa—, Jeanie Riddle insiste en la potencia de lo sensible: una percepción que no es superficial ni decorativa, sino encarnada, procesual y, a veces, dolorosa.
Lo que vemos no es una escena, sino su despojo.
Una narrativa suspendida, sin desenlace.
Contando en letras se construye desde fragmentos: pinturas terrosas y apasteladas, fotografías recortadas, lienzos sin forma, objetos hallados, pliegos de papel colgando como textiles, pedazos de cosas que alguna vez fueron parte de otra cosa. Hay una ética de lo recuperado, de lo que se vuelve a habitar desde el presente para mirar hacia atrás. No se trata de restaurar ni de reconstruir, sino de convivir con los rastros.
Al apropiarse de estos materiales, Jeanie se apropia también de sus historias posibles: las que carga el papel tapiz, los objetos rotos, las imágenes difusas, los textos inconclusos.
Los colores, los pliegues, los hilos, las manchas: todo habla de una ternura que no niega el trauma, ni lo disfraza.
Una ternura que busca responder a la pregunta:
¿cómo seguir viviendo después de la pérdida?
La exposición oscila entre la pintura y la escultura, entre lo íntimo y lo arquitectónico. Cada gesto parece cuidar algo roto. Cada estructura, por mínima que sea, sostiene una memoria. Como si la artista tejiera refugios para lo que ya no está.
Las obras de esta exposición fueron realizadas en México, con materiales locales, conversaciones afectivas y gestos cotidianos. Y, sin embargo, en ellas resuena un eco del Canadá francófono donde la artista creció. Una historia afectiva y cultural que Jeanie visita con ternura.
Sin nostalgia.
En su práctica, los afectos se convierten en formas.
Las heridas, en color.
El tiempo, en pliegue.
Hay algo profundamente humano en este trabajo: un intento por sostener lo que se cae, por nombrar lo que no tiene forma, por decir —a su modo— que estamos hechos de restos.Y que en esos restos también hay belleza, también hay futuro.
Contando en letras alude precisamente a esa forma de narrar que no se rige por la lógica de lo cuantificable. No se trata de contar en cifras, sino en nombres, en experiencias, en poemas, en gestos mínimos que quedan grabados en la materia. Es una forma de contar que no ordena ni jerarquiza, sino que susurra, que nombra desde el margen, que reconstruye una historia afectiva sin necesidad de cronologías.
Su obra puede pensarse como un lenguaje propio, hecho de restos, estructuras suaves y decisiones silenciosas.
Un lenguaje que, desde lo cotidiano, sigue contando en letras lo que a veces no puede decirse de otro modo.
- Luis Manuel Perea