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Endy Hupperich

Galería Karen Huber presenta la plática en torno a la exposición exhibition paisajes estrellados - bodegones revueltos; en compañiá del artista Endy Hupperich y el curador independiente Esteban King.

Acompaña al curador independiente Esteban King y el artista Endy Hupperich a una plática sobre la vida, el arte, las raíces y las ramas hacia donde unx se estira.

Endy Hupperich (1967, Kaufbeuren, DE) presenta uncuerpo de obra en la que propone un jugueteo pictórico, donde la imagen se impone como lenguaje inmediato para capturar el surrealismo inherente al paisaje mexicano. Al recorrer paisajes estrellados-bodegones revueltos tomaremos un paseo por los calurosos pasillos del Mercado de Sonora, saltaremos sin problemas de las calles bulliciosas de una ciudad de la república a otra y formaremos parte en rituales de la abundancia utilizando polvos adquiridos en nuestro puesto de brujería de confianza.

En este cuerpo de obra, las raíces alemanas de Hupperich se evidencian con lucidez en un diálogo entablado con artistas como Albert Oehlen, Werner Büttner y Martin Kippenberger. Quienes fueronfiguras destacadas del movimiento artístico conocido como “NeueWilde” o “Junge Wilde”, que floreció en Alemania durante los años 80. Inspirados por la expresión emocional y subjetiva, rompieron con las convenciones de la posguerra y el minimalismo, dando paso a la narrativa personal y al gesto espontáneo que inevitablemente emergen en el trabajo de Hupperich.

En la instalación barra del burro-sireno, souvenir playero que el artistanos trajo de alguno de sus paseos por Ensenada, son evidentes sus inspiraciones multirelacionales, así como la costumbre de recurrir al objeto tridimensional para proyectar nociones que convierten a la imagenen un ente activo dentro del espacio.

A manera de aprovechar todo, los papeles de la serie de monotipo shuuh, desde el esfuerzo hacia la aparición han sido intervenidos pormerma que queda en la paleta de pintura después de una sesión de trabajo. Al trabajar con el rótulo, la serigrafía e íconos de la cultura popularmexicana, Hupperich ‘tropicaliza’ el neoexpresionismo alemán en composiciones que celebran la fusión entre lo pragmático y lo extraordinario. En este sentido, la pintura de Endy es una herramienta que recupera situaciones: momentos de vida, oportunidades para trasladarnos y proyectar deseos genuinos que vayan más allá de la estética homogénea (y beige) impuesta por la sociedad de consumo.

Con su dedicación por reflexionar sobre la pintura, no sólo como un pintor virtuoso y versátil, sino también como alguien profundamente comprometido con la exploración de su entorno inmediato, Hupperich nosinvita a liberarnos del mundo dominado por el espectáculo y a habita la contradicción para adentrarnos en la búsqueda de la autenticidad; a no tener miedo de sentir nuestras propias sensaciones y volcarlas sobre sus lienzos. Porque como dicen por ahí: él que sabe, sabe.

— Yes Escobar