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Emilio Chapela

Emilio Chapela

El lago subió al cielo

Arróniz presenta El lago subió al cielo de Emilio Chapela.

Soñé que todo el planeta se inundaba. El agua avanzaba, reclamando espacios. Veía  imágenes de ríos que se desbordaban y lluvias torrenciales. El agua se escurría por  los techos y pasillos de los edificios. El mar se movía sobre la playa, inundando casas,  escuelas, ciudades, campos de cultivo y montañas, hasta que todo quedaba cubierto.

Entiendo mi sueño desde una doble perspectiva. Por un lado, la visión global: la  inundación total como augurio del colapso del planeta y del cambio climático. Una  crónica de una muerte anunciada, vista en cámara rápida y mientras sucede. La  imagen de la desesperanza.

Por otro lado, el sueño se sentía profundamente personal, como un desbordamiento  que me inundaba, primero como un viaje al interior de mi cuerpo que me saturaba,  antes de volver afuera. Sentía la inundación ensanchando mis venas, la piel, el  estómago y la cabeza. Me sentía pleno y radiante. Desperté ansioso por el futuro del  planeta, pero embriagado de emoción.

Esta exposición es el resultado de ese sueño. Trata de inundaciones, de ritmos hídricos  y de energía solar. También habla de las contradicciones de la Ciudad de México,  fundada sobre un gran lago que ya no existe, pero que, sin embargo, tiene memoria.  El lago, como los chilangos, recordamos con el cuerpo.

La muestra es también una reflexión personal. Mi padre consultaba el I Ching con  frecuencia; era su brújula en tiempos de decisiones importantes. Después de su  muerte, heredé el libro y su lectura. Me orienta.

Lancé las monedas hace unos meses: obtuve el hexagrama Kuai (el rompimiento), que  representa una irrupción seguida de una resolución. Es la imagen de un lago que sube  al cielo, una lluvia torrencial, un río que se desborda y libera su presión. El texto sugiere  nuevos emprendimientos: un rompimiento seguido de una resolución. Una inundación.

Esta exposición propone la inundación como imagen y metáfora. No solo como  catástrofe, sino como fuerza que transforma, que limpia, se mezcla y reconcilia y que  obliga a imaginar el mundo de nuevo. El lago sube al cielo, cae el chaparrón, nos  inunda y el cielo brilla otra vez.

La selección de obras en la exposición alude a grandes inundaciones, o sugiere flujos  de agua sutiles que se enciman, encuentran obstáculos, se desvían o se detienen. Kuai es el nombre de una serie de pinturas presentadas por primera vez en esta exposición,  que exploran dinámicas hídricas trasladadas a figuras geométricas que se comunican  o se estorban entre sí.

Las fotos de la serie Emergence, tratan sobre la luz cuando es entendida como un  fenómeno emergente que aparece en condiciones específicas e irrepetibles, como un  relámpago o un arcoíris. Por último, la exposición incorpora también otras obras que dialogan con la inundación, el diluvio, la Ciudad de México y el cambio climático, pero  que al mismo tiempo refieren a intensidades personales: a formas de desbordamiento  que pueden ser crisis, cambio y plenitud emocional.

–Emilio Chapela