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Diana de Solares

Diana de Solares

14 momentos de resonancia y un asomo de cuerpos en el espacio

Arróniz presenta 14 momentos de resonancia y un asomo de cuerpos en el espacio de la artista Diana de Solares.

Desde su estudio en Antigua Guatemala, Diana de Solares ha cultivado un diálogo profundo con su entorno, como también con la tradición del arte abstracto europeo y estadunidense. Y, aun así, en palabras de Fajardo-Hill, se inserta formalmente en la “expansión y cuestionamiento de la tradición experimental de la abstracción que surgió a comienzos del siglo XX en Latinoamérica hasta los años setenta”.

Su obra explora la fragilidad y la precariedad de la vida. Y refleja la condición humana, pero también su propio recorrido personal. Hundiendo sus raíces en el contexto guatemalteco, su práctica artística se nutre de estas fuentes diversas y crea, así, un puente entre su entorno inmediato y las corrientes abstractas que han dado forma a la Historia del Arte. En este sentido, emprende una de las tareas más ambiciosas para una artista: la de llevar a cabo una exploración crítica y radical de la realidad a través de una práctica fundamentada en la abstracción.

De Solares elige, por tanto, trabajar políticamente en el arte. No desde una reflexión crítica sobre el pasado, presente o algún aspecto específico de la vida política, sino a partir de una postura fenomenológica. Desde su primera exposición en 1994, y a medida que ella se ha ido consolidando como una figura clave en el arte contemporáneo guatemalteco, su lenguaje artístico ha avanzado en una progresiva redefinición de lo mundano y lo efímero.

Las series inéditas, 14 momentos de resonancia y un asomo de cuerpos en el espacio, son una exploración de la conexión entre el ser y el mundo a través del arte. El título refleja la dualidad de su obra, donde los "momentos" se materializan en dípticos y los "cuerpos" en esculturas de hierro de construcción. Estos elementos se entrelazan intrincadamente, para crear un roce entre lo efímero y lo perdurable, lo universal leído desde lo personal. Cada díptico / momento es un fragmento de tiempo que deja una marca indeleble en nuestra memoria y percepción. Para de Solares, se trata de instantes que ha percibido con claridad —manifestaciones de su resonancia con el mundo— que la han llevado a querer involucrar al espectador en un viaje contemplativo y empático, en el que las experiencias propias de cada uno se pongan en juego.

Al transformar materiales desechados en esculturas geométricas, de Solares integra su obra en una conversación global sobre la forma, el espacio y la identidad. La serie completa de 70 dípticos atestigua su capacidad para capturar estos momentos, a través de formas, colores y composiciones que revelan la percepción genuina de la artista sobre el mundo.

Inspirada, entre otros, en el pensamiento de Hartmut Rosa, quien sostiene que la resonancia es esencial para una vida plena y significativa, Diana de Solares explora cómo este concepto se manifiesta en su proceso creativo. Rosa sugiere que, en una era dominada por la aceleración y la alienación, la resonancia ofrece una alternativa vital: la capacidad de conectar profundamente con nuestro entorno y las personas que nos rodean. De Solares traslada esta idea al ámbito artístico, donde la resonancia con el mundo impulsa su creación. No es solo una hipótesis, sino una experiencia vivida que se refleja, en el caso de esta exposición, en cada uno de sus dípticos.

En esta muestra, la artista presenta esculturas que ocupan el espacio con una presencia solemne y ambigua. No son representaciones humanas definidas, sino cuerpos que sugieren una vida latente y exploran la tensión entre lo humano y lo construido. El uso de textiles en estas esculturas añade otra capa de significado puesto que, al formar parte de lo cotidiano y lo íntimo, contrastan con la frialdad del hierro y crean una dualidad que refleja la complejidad de la condición humana. Esta dualidad es central en la obra de Diana de Solares, donde lo industrial y lo personal, lo erigido y lo vivido, se encuentran y “resuenan” juntos.

Las ideas del filósofo Merleau-Ponty, particularmente su concepto de "estar en el mundo", también entran en juego en las piezas de Diana de Solares, donde los “cuerpos” son actores de una puesta en escena sin narrativa ni citación. Son herramientas para la reflexión y la meditación, que invitan al espectador a considerar su propia relación y conexión con el mundo.

Además, Diana de Solares desafía la forma en que tradicionalmente se considera al arte latinoamericano y "occidental" como entidades separadas y cómo la abstracción a menudo se considera apolítica. Sus obras, como un puente entre estos contextos artísticos, abordan la precariedad y la fragilidad de la vida y reflejan tanto la condición humana como su propia experiencia. Al profundizar en la realidad de manera crítica y radical a través de una práctica artística fundamentada en la abstracción simbólica, desafía las percepciones tradicionales del arte y se esfuerza por integrar su obra en una conversación global sobre forma, espacio e identidad. Esta sensibilidad hacia lo frágil no sólo se refleja en la elección de materiales, sino también en la estructura misma de sus obras, donde la inestabilidad y la transitoriedad son elementos clave. A través de esta exposición, Diana de Solares ofrece una visión de su proceso creativo y una reflexión sobre cómo percibimos y nos relacionamos con el entorno. Nos invita a desacelerar, a encontrar resonancia en medio de la velocidad de la vida moderna y conectar con lo esencialmente humano. Su obra se despliega como un viaje introspectivo hacia un lugar donde la práctica artística se convierte en una forma de estar en el mundo, y encontrar armonía en medio del caos.

–Bruno Leitão

Galería participante en GAMA WEEK del 19 al 22 septiembre 2024.