Painterly (In)Definition
Exposición
-> 26 abr 2025 – 7 jun 2025
Ambar Quijano presenta Painterly (In)Definition de Alexandre Wagner & Hélio Luís.
Compartiendo una fascinación por el acto pictórico en sí, Alexandre Wagner y Hélio Luís traducen el léxico de nuestro tiempo —lo interno, lo externo y el espacio entre ambos— al lienzo, mientras que a su vez estudian la historia de la pintura. Archivistas visuales, explotan las imágenes de sus experiencias y recuerdos para traer a la luz visiones hápticas que existen en su subconsciente. Tanto Wagner como Luís nos transportan a paisajes misteriosos y oníricos que nos resultan familiares y, sin embargo, al observarlos más de cerca, parecen vertirse hacia lo ficticio.
De forma similar a cómo el paisaje de nuestro mundo se ha transformado a lo largo de los años, el género del paisajismo también ha evolucionado a lo largo de la historia; de ser una forma de arte poco reconocida, a convertirse en el tema central de algunas de las pinturas más famosas de la historia del arte. Surgiendo en la China del siglo VI, los paisajes han pasado de ser un escenario para plasmar narrativas mitológicas, bíblicas e históricas durante el Renacimiento, a celebrar la dominación de la naturaleza por parte de la humanidad en paisajes pastorales o a reflexionar sobre el poder absoluto de lo natural en representaciones sublimes, pasando por su deconstrucción y un enfoque en las emociones y la luz con los impresionistas, y finalmente se ha convertido en una amalgama de sus periodos precedentes. Esta historia es una con la que Wagner y Luís se involucran activa y decididamente a través de una fascinación pictórica por el género que les permite deconstruir el paisaje a través de una interacción con lo inestable, lo indeterminado y lo indefinido.
Ubicadas en la frontera entre lo figurativo y lo abstracto, las pinturas de Alexandre Wagner comparten una cualidad en común: la creación de un espacio que es y no es un paisaje. Empleando un movimiento ondulante que sugiere líneas de horizonte y otras formaciones naturales mediante su enfoque en el movimiento de la muñeca que controla el pincel, logra que lo figurativo se disipe gradualmente en una exploración del color, la luz y, sobre todo, la repetición. Desorientadoras en su no linealidad e imbuidas de un ritmo meditativo similar a un mantra, las pinturas de Wagner se basan en la repetición del gesto y la forma —en la medida en que una pintura parece continuar en la siguiente— para cuestionar la fragilidad del significado y cómo puede disolverse y/o reconstruirse. Ensambladas mediante la superposición de pintura altamente diluida, Alexandre resiste la necesidad de usar blanco, y en su lugar, parece remover pintura para revelar luz dentro de sus paisajes imaginarios. Sus pinturas, que llevan el título de formaciones naturales, plantas o materiales geológicos, se conectan con el contexto brasileño particular de su creación y, a su vez, conservan la indefinición de un sueño, un recuerdo o un espacio imaginario.
De manera similar, las pinturas de Hélio Luís representan un espacio situado entre la realidad y la imaginación.
Inspirándose en la literatura, la fotografía, los archivos del cine y sus propios recuerdos, Luís confronta los legados complejos y en tensión de la pintura, contextualizándolos dentro de su historia personal y familiar.
Crea escenas oníricas basadas en los paisajes locales de su entorno o sus recuerdos, involucrándose en un ejercicio que muestrea y reúne diferentes épocas, estilos y artistas —desde el postimpresionismo de
Pierre Bonnard hasta Francisco de Goya, e incluso el expresionismo abstracto de Mark Rothko. Empleandola imaginería figurativa como punto de partida, sus lienzos se desarrollan a través de largos períodos de tiempo, capa por capa, y yuxtaponen los vibrantes tonos de gestos audazmente expresionistas con el figurativismo tradicional. Conservando así vestigios de lo reconocible para crear colisiones entre el pasado y el presente en el lienzo. Tanto Wagner como Luís se centran en el paisaje como forma pictórica, interactuando con él a través del ineludible bagaje de su historia y deconstruyéndolo mediante su atención a lo procesual y personal, así como a un imaginario colectivo. Rastreando redes de relaciones basadas en imágenes que generan reflexiones críticas sobre el proceso mismo de crear una imagen y construir su significado, generan paisajes mediante la repetición en el caso de Alexandre y la creación de mundos oníricos que parten de la memoria en el de Hélio. Empleando el paisaje como punto de partida, crean sus propias reglas que se oponen a los modos tradicionales de representación del género para construir significado a partir de la idea de la (in)definición.
De tal forma, producen desde un lugar de compromiso con el proceso pictórico, en lugar de su cargada historia, y se reúnen en un lugar que privilegia el paisaje imaginario sobre lo real. En su interés por este proceso y la tradición del paisajismo, se cuestionan las maneras en que este medio sigue siendo una forma relevante de creación que refleja modos particulares de conocimiento materializado los cuales dependen de cada uno de nuestros contextos e historias particulares. Involucrándose en una poesía silenciosa que comunica y evoca lo familiar y lo desconocido, así como nuestro apego al significado de lo visual a través de la pintura.
— Ambar Quijano