
Reseña
por Constanza Ontiveros Valdés
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¿Qué pasa si nos rendimos ante la ilusión, ante la sospecha? Temporal Ventaja es un imponente barco que esconde ilusiones en buena medida construidas con los recursos más esenciales del dibujo: gprafito y papel. El nuevo proyecto del artista argentino Mauro Giaconi en Arte Abierto, espacio cultural dentro de un centro comercial al sur de la Ciudad de México, se activa como un escenario de experiencias sensoriales. En cada una, se develan múltiples capas de mensajes de tinte social, pero también individual, cuestionando nuestras estrategias de defensa o insostenible evasión.
En esta instalación inmersiva, Giaconi continúa con su exploración del dibujo como línea, objeto y metáfora existencial, la cual se ha materializado en proyectos que expanden los límites espaciales y narrativos del medio. Este aspecto tridimensional también se conecta con su experiencia en el campo de la arquitectura, disciplina que estudió antes de pasar a las artes visuales. “El dibujo es una manera de pensar,” dice el artista. Todo esto se hace patente en Temporal Ventaja: lo que a simple vista parece una embarcación metálica de gran escala es, en realidad, un collage de papeles de reuso cargados de texturas, teñidos con polvo de grafito y unidos como un gran rompecabezas con silicón industrial. Giaconi la describe como “ejercicios de transformación: un espacio dentro de un espacio; un monstruo dentro de otro más grande”, aludiendo al concurrido centro comercial donde se encuentra.

Curiosidad y sorpresa, pero también una incomodidad latente, se sienten en cada paso. Giaconi narra que una de las inspiraciones para este proyecto fue un viaje en barco hacia Uruguay para visitar a su familia tras la dictadura. A esto se suma su experiencia en Solentiname, Nicaragua (2021), donde intervino dos embarcaciones (en este caso reales) con patrones geométricos desarrollados durante la Segunda Guerra Mundial para proteger a los acorazados. Sin embargo, aquí algo más íntimo se devela, se siente: un eterno aparentar, un exterior rígido que esconde fragilidad, un vacío. Temporal Ventaja parece navegar entre la ilusión y el recuerdo; referentes personales que revelan verdades universales y muestran la vulnerabilidad que tanto nos esforzamos en negar. “La especie humana es una de las pocas que se camufla de sí misma,” dice el texto de la exhibición, escrito por Giaconi.

Junto con ese enorme dibujo exterior, el interior se articula en dos niveles poblados por objetos simulados que nos cobijan y aíslan del ajetreo exterior. Algunos, como literas o latas construidas con papel, refieren a elementos que podríamos encontrar en un barco de guerra. También las mallas de silicón, que asemejan al aluminio y que el artista ha usado en distintos proyectos, remiten a un límite, a una barrera. A ellas, se suman elementos multisensoriales como ollas metálicas (en contraste con las simulaciones de metal en papel) que parecen estar encendidas, pero emiten en realidad un sutil vapor. Con todo esto, Giaconi parece darnos meras pistas, destellos de significado: todo es mucho más de lo que nuestros ojos capturan.

En este y otros proyectos, Giaconi retoma la teoría del simulacro de Jean Baudrillard, donde las representaciones dejan de reflejar la realidad para sustituirla. “Temporal ventaja es lo que dura el efecto de la ilusión para revertir la realidad”, comparte el artista. Sin embargo, es en la activación sensorial primaria, en el juego activado a través del dominio técnico, donde reside la mayor potencia de la obra. Esta preocupación también se vincula con los proyectos comunitarios que el artista impulsa (como Obrera Centro) y con el tipo de interacción incluyente y fluida que propone Arte Abierto.

Aunque la mayor parte de los objetos tienen un acabado casi perfecto, hay ciertos detalles que atisban el proceso; si bien, este también es una simulación. Ello ocurre en el interior, en un deliberado conjunto de piezas aparentemente metálicas dispuestas sobre el piso donde se esconde un espacio de descanso, un respiro dentro del caos. A su vez, en el exterior, se adivinan andamios que narran un proceso ficticio: una construcción sostenida por recursos tan endebles como su misma estructura. En otros proyectos, como la exhibición Un poco con tus ojos (2023), Giaconi experimentó con este tipo de estructuras, sin embargo, aquí cobran otro sentido al integrarse con el barco que ocupa el espacio de exhibición.
El segundo piso presenta otro nivel de interpretación y búsqueda. Una milpa –con machetes doblados en forma de plantas e intervenidos con pinturas al óleo del artista mexicano Marcos Castro– presenta la dualidad entre cosecha y vida, naturaleza y destrucción. Todo parece coexistir en calma, como sucede frecuentemente en la vida real.

Las dimensiones, pero también los más mínimos detalles de esta obra, emanan un aire de libertad, la cual conlleva desafíos técnicos. Por ejemplo, además de la compleja obra en cuestión realizada por Giaconi y su equipo de trabajo, la luz que ilumina la sala es fundamental para la ilusión. La técnica no sólo es exactitud, también trae consigo un continuo desdoblamiento del proceso creativo. Poco antes de la inauguración, Giaconi instaló en el interior un toque final: un mandil de silicón que parece reafirmar su presencia, su mano.
Junto a las reflexiones que inspira, Temporal Ventaja nos invita a estar presentes, observar y explorar varias veces el espacio. En cada recorrido aparece algún detalle o nueva pregunta, develando todo lo que se esconde en este poético, pero incierto navegar. En palabras de Giaconi: “Que el mirar y sospechar se parezcan un poco más”.
— Constanza Ontiveros Valdés
Publicado el 24 octubre 2025