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Yui Sakamoto

Drexel Galería presenta Entre la nopalera y el Mictlán, exposición y homenaje póstumo al artista Yui Sakamoto.

Yui Sakamoto nació en Nagasaki, Japón, siendo el segundo de tres hermanos. Su infancia transcurrió sin un vínculo directo con el mundo del arte, en un entorno cotidiano y alejado de las disciplinas creativas. Fue hasta su ingreso a la preparatoria, en una escuela especializada en arte y diseño, que descubrió una profunda afinidad por la pintura, lo que marcaría el inicio de su vocación artística.

Durante un curso de verano, uno de sus profesores, proveniente de la Universidad de Arte de Tokio, reconoció en él un talento singular y lo alentó a postularse a dicha institución, asegurándole que sería admitido sin dificultad. A partir de ese momento, Sakamoto comenzó a explorar con mayor seriedad el universo artístico, asistiendo a exposiciones de artistas consagrados como Salvador Dalí, y consolidando así su decisión de dedicar su vida al arte.

Sin embargo, en un giro inesperado, optó por no continuar sus estudios en Tokio y decidió trasladarse a Italia, convencido de que podría forjar allí su camino como artista. Tras un año de trabajo constante, organizó una exposición en un bar local, que lamentablemente no generó ventas. Desalentado, regresó con su familia, que en ese momento residía en Aguascalientes, México, tras el nombramiento de su padre como director del Colegio Japonés de la ciudad.

Durante esta etapa, Sakamoto se dedicó de lleno a la pintura, asistiendo diariamente a la Casa de la Cultura local. Fue entonces cuando su madre, al notar su indecisión profesional, le instó a tomar un rumbo más definido. Motivado por este llamado, se presentó con su portafolio en la Universidad de Monterrey en la carrera de Arte y Diseño. A pesar de no dominar completamente el idioma español, fue aceptado sin necesidad de examen de admisión, gracias a la calidad de su trabajo.

Durante los cinco años que permaneció en la universidad, su enfoque se orientó principalmente hacia el estudio teórico del arte. Aunque inicialmente le resultaba ajeno, con el tiempo comprendió la profundidad conceptual de muchas obras que antes solo había admirado de forma intuitiva. Esta formación le permitió desarrollar un enfoque más sólido y consciente en su práctica artística.

Tras concluir sus estudios, contrajo matrimonio y asumió un cargo como docente de arte en el Colegio Japonés de Aguascalientes, labor que desempeñó durante cuatro años. Finalizado su contrato, y sintiéndose agotado de la enseñanza, decidió junto con su esposa iniciar una nueva etapa en San Miguel de Allende, ciudad que apenas conocían, pero que ofrecía un entorno artístico vibrante. Sakamoto había visitado previamente algunas de sus galerías y confiaba en que su obra podía integrarse con éxito en ese circuito.

No obstante, los inicios en San Miguel de Allende fueron particularmente difíciles. Él mismo reconoce que sin el respaldo y la confianza de su esposa, no habría logrado perseverar. Luego de varios meses sin realizar ninguna venta, finalmente comenzó a tener algo de aceptación. Fue tras dos años de esfuerzo constante que logró incorporarse a la prestigiosa galería Fábrica La Aurora, la cual se convirtió en una plataforma clave para la difusión de su trabajo en los años siguientes.

— Drexel Galería