Afuera Hay Sol
Afuera hay sol, es una instalación inversiva que resultó de la búsqueda de contacto con otras mujeres; con sus voces.
Durante los primeros meses de encierro en la pandemia, pedí a un grupo de 25 mujeres allegadas a mí, que me compartieron audios de arrullos que cantaban a sus bebés. Todo mientras pasaba horas de encierro arrullando a la mía.
Es una pieza colectiva, tejida desde la intimidad: la mía y la de cada una de ellas. Su voz, nuestras voces, se conectaban en un momento de incertidumbre. Desde la habitación en la que las convocaba, sentada en una mecedora con mi hija en brazos, me acompañaban sus voces, el aroma de aceites esenciales en el humidificador y la luz que atravesaba la cortina color melón de la ventana.
Cantar era vivir nuestros cuerpos, era la resistencia a la incertidumbre. Nuestras voces el aliento de poder y ternura capaz de llevar a nuestrxs hijes al sueño profundo.
— Tahanny Lee Betancourt