Cuarteto para el fin de los tiempos
El título de esta instalación hace alusión a la obra del compositor Olivier Messiaen, quien compuso y presentó el Cuarteto para el fin del tiempo en 1941 mientras estaba preso en un campo de concentración al principio de la segunda guerra mundial. La obra en ocho movimientos, integra los instrumentos a los que tenían acceso los prisioneros, y está basada en el evangelio según Juan que habla del Apocalipsis.
Para esta obra, Manuel Rocha Iturbide retoma el origen bíblico de la pieza de Messiaen, desde dos perspectivas: mostrando a los instrumentos de un cuarteto de cuerdas como cuerpos abiertos, recreando a partir de estos una imagen del purgatorio, y acompañándolos de un palimpsesto sonoro a partir de una muestra significativa de todos los cuartetos de cuerdas escritos en la historia.
— Centro Cultural Plaza Fátima