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Potencia oscura: Beatriz Zamora en Galería Enrique Guerrero

Reseña

Potencia oscura: Beatriz Zamora en Galería Enrique Guerrero

por Mariana Paniagua

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Tiempo de lectura

4 min

El negro no es una totalidad, por el contrario, es multiplicidad: ausencia de luz, espacio, resultado de la combustión, brillo lítico, ceniza, potencia.

Al entrar en la primera sala de la galería Enrique Guerrero para ver la exposición Negro, me doy cuenta de que en las pinturas de Zamora el negro no es óptico: tiene tacto. Las obras tienen una capa craquelada como si fuera la reminiscencia de una quemada. Un tronco calcinado o una superficie de magma al contacto con el frío. El lienzo funciona como contenedor de una parte que parece corresponder al suelo, como si hubiera recortado un segmento del territorio tectónico para sacarlo de su horizontalidad y ponerlo en la verticalidad del muro.

Vista de la exposición ‘El negro’ de Beatriz Zamora. Cortesía de Galería Enrique Guerrero
Vista de la exposición ‘El negro’ de Beatriz Zamora. Cortesía de Galería Enrique Guerrero

Me pregunto acerca del dolor de la segmentación o del abrasamiento. Estas pinturas tienen algo de resilientes. Lo craquelado es el resultado de lo que ha devenido costra. En ellas hay pocas huellas de las intervenciones de Beatriz. Me imagino los intereses geológicos de la artista al no querer dejar que la obra parezca hecha por ella, abierta a un espacio de contemplación mineral.

Hay muy poco de sus manos: algunos dibujos parecen estar marcados con la grasa de sus dedos, apenas visibles en un ángulo muy específico en que se refleja la luz.

En las pinturas de Beatriz no hay formas, sólo refracción y absorción de la luz, textura: porosidad, brillo y acumulación.

Vista de la exposición ‘El negro’ de Beatriz Zamora. Cortesía de Galería Enrique Guerrero
Vista de la exposición ‘El negro’ de Beatriz Zamora. Cortesía de Galería Enrique Guerrero

Me pregunto por la línea entre la abstracción formalista —en la que la gestualidad pareciera no estar en diálogo con los materiales— y la atención sensible a la materia. ¿Existe tal división? En el circuito mercantil quizá no, pero sí en lo procesual y material.

Leo a Zamora en una entrevista que le hizo Sandra Sánchez*:

En aquel tiempo, de cuya memoria no tengo recuerdo, cuando la magna explosión decidió darse a luz y con ella el infinito de infinitos, el tiempo, el espacio, en ese huracán de furor sagrado, en esa formación de partículas, átomos, electrones e interrelaciones cósmicas, nacimos todos y todo. Los eones no tienen medida. La sabiduría, la inteligencia, es al mismo tiempo espacio e infinito. Los físicos dicen que el 98% de toda la materia del universo es materia oscura, es negro, negro absoluto, es vacío, es silencio, es la nada, y a ese espacio que está entre galaxia y galaxia los físicos le llaman el potencial total de la ley natural, los místicos sabios le llaman el corazón de la madre oscura, yo le llamo el negro, la verdadera esencia de la vida.

Vista de la exposición ‘El negro’ de Beatriz Zamora. Cortesía de Galería Enrique Guerrero
Vista de la exposición ‘El negro’ de Beatriz Zamora. Cortesía de Galería Enrique Guerrero

Entiendo que para la artista el negro es un espacio matriz, de múltiples posibilidades y no residuo de lo ardiente, como pensé al entrar a la exposición. Sin embargo, el material con el que Zamora pinta proviene de una transformación química: la combustión. Pienso en la diferencia entre la representación de una idea y los principios materiales de algo. La idea está en lo discursivo y también, en diferentes magnitudes, en lxs cuerpxs. Trato de poner atención a ello, como si estuviera haciendo consciente la cantidad de peso corporal que pongo en cada pie.

Quizá la línea de diferencia entre la atención material —como diálogo con el ritmo en el que algo se configura—y la intención formalista, esté en la instrumentalización de las materias.

Vista de la exposición ‘El negro’ de Beatriz Zamora. Cortesía de Galería Enrique Guerrero
Vista de la exposición ‘El negro’ de Beatriz Zamora. Cortesía de Galería Enrique Guerrero

Especulo sobre el proceso de Beatriz Zamora, no enunciado con palabras en la muestra —en la que no encontré texto ni hoja de sala—, pero presente en las expresiones matéricas de su obra: evocaciones a la combustión, al interior mineral y a la espacialidad del vacío como posibilidad.

Tengo la intuición de que las preguntas—hechas desde el cuerpo—a la materialidad de lo que consideramos una superficie quizá fisure la sensación de unilateralidad que queda al ver una exposición en un cubo blanco.

Mariana Paniagua

* Beatriz Zamora, “A la búsqueda del negro vida”, por Sandra Sánchez, revista 192, octubre 2023, https://revista192.com/beatriz-zamora-a-la-busqueda-del-negro-vida/.

Publicado el 9 enero 2025