A finales de la década de los ochenta el empresario tapatío Aurelio López Rocha y su esposa “Pepis” Martínez de López emprendieron con entusiasmo una aventura cultural sin precedentes en el occidente de México. En efecto, sus inquietudes los llevaron a integrar lo que poco después denominaron como Alma Colectiva, una de las más importantes colecciones de arte contemporáneo en nuestro país.
Bajo la asesoría del prestigiado curador Carlos Ashida, quien propuso esta designación, el título refleja cabalmente “el carácter poco convencional, relajado y lúdico que transmite su colección”. Asimismo, expresa claramente el propósito de los miembros de la familia López Martínez al configurar esta colección: expresar una relación de amor y cercanía con los temas, los creadores y las obras que la conforman.
Con el paso del tiempo, a lo largo de más de tres décadas y luego de transitar un camino lleno de vicisitudes, la colección ha enriquecido su acervo como una entidad viva que busca y encuentra diversos cauces de manifestación de manera natural y orgánica.
Con predilección por el arte mexicano contemporáneo, las expresiones de artistas emergentes y selectas piezas de notables artistas internacionales, su acervo multidisciplinar se integra por piezas de pintura, escultura, fotografía, gráfica, instalación y otros medios alternativos. Esta variedad es una muestra patente de los diversos rasgos de afinidad, cercanía y pasión que le dieron origen. Su estructura, por otra parte, permite generar una multiplicidad de discursos y lecturas sobre las trayectorias de los artistas y las dinámicas cambiantes del contexto local e internacional con las que se relacionan sus obras.
Actualmente la colección se ubica en Kasa Capital, espacio ubicado en el corazón del céntrico barrio de la Capilla de Jesús en Guadalajara. En este sitio, punto de encuentro artístico y cultural, conviven de manera sui generis una colección de autos clásicos, dos bibliotecas familiares, la biblioteca y archivo documental del periodista y especialista en automovilismo Hugo Desdier, las oficinas operativas de la cerveza artesanal Capital Pecado, y la mayor parte de las obras de la colección.
Kasa Capital es un espacio abierto que recibe un flujo constante de visitantes atraídos por conocer y disfrutar de estos contenidos. El contraste entre este espacio inmerso en un barrio tradicional y la vocación contemporánea de la colección dota de sentido singular a un proyecto que nació de la pasión por coleccionar obras fascinantes, interesantes o seductoras. También, y no menos importante, es la manifestación del espíritu por compartir el gusto y el gozo vital que representa acercase a la cultura y a las formas artísticas condensadas en un grupo selecto de obras. Alma Colectiva, núcleo de este estupendo espacio cultural, permite a lxs espectadores la oportunidad de interpretar nuestra naturaleza individual, social y cultural a través de un amplio y peculiar conjunto de piezas de arte, único en el país.