Para permanecer azulado. Sobre 'Rehearsal of Becoming' de Othiana Roffiel en galería Karen Huber
por Bruno Enciso
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La pintora Othiana Roffiel presenta su producción más reciente, realizada ex profeso para su segunda exposición individual en la galería Karen Huber. En el muro más largo de la sala, encontramos dos pinturas de pequeño formato que comparten valores de composición, montadas cada una en un extremo. Al centro del mismo muro, hay una tercera pintura de formato medio en cuya composición interna alcanzamos a distinguir algo que parece un ramo de flores o de destellos. Un cúmulo de gestos brotando del centro del cuadro. Amplias y despejadas zonas de aire separan las tres piezas. De inmediato queda claro que aquí se ha trabajado desde una conciencia del equilibrio que favorece la prudencia antes que la provocación (y que busca ser explícita al respecto). Parece tentador señalar, a manera de queja, que es poca obra, pero toda está asertivamente en el lugar que le corresponde.
No se puede pasar por alto la dominante azul presente en todos los cuadros, decisión osada y con cierto índice de riesgo. Un vistazo panorámico podría apresurarse a sumergir todas las piezas en un mismo régimen semántico. O a pensar que como espectadores se nos solicita adoptar un temperamento particular. Es hasta que cotejamos las diferencias de cada pieza que el azul deja de aparecer como una pauta premeditada o seminal. Funciona más como un motivo de encuentro para estas piezas que como una marca de nacimiento. A veces cielo, a veces suelo, cosmos, agua, piel o tan solo una intensidad. No es un asunto de polisemia, sino de multiplicidad.
El texto de sala menciona que para esta serie, Othiana abandonó deliberadamente las referencias, de manera que cada cuadro es producto de una exploración singular y autocontenida. En estas pinturas, no se podría sostener que la ausencia de un referente fijo y siempre visible implicó partir de un vacío llano, en espera ansiosa de ser llenado por gestos muy expresivos o por una improvisación acelerada. Por el contrario, todas participan de algún tipo de suspensión, donde nada se mueve a su máxima velocidad posible.
Vista de la exposición de Othiana Roffiel, ‘Rehearsal of Becoming’ en Galería Karen Huber. Cortesía de la artista y de Galería Karen Huber
Me pregunto por el lugar de la textualidad en las obras. Es fácil identificar una pulsión poética, pero no creo que todas compartan un mismo sentido de la enunciación. Unas podrían ser versos y otras algo más parecido a una acotación, como sucediendo dentro de un paréntesis. El Ensayo localizado en el título parece hablarnos de esa instancia pre-escénica, donde el evento no se asume concreto, listo para representar. Esta observación vuelve a interferir con la inercia de integrar toda la muestra; de hecho, la dispersa. Pienso en ese dispositivo teatral que consiste en atender un proyecto abierto como work in progress, una pausa formal que permitirá ponderar lo trabajado y tomar decisiones al respecto. Antes que objetar un asunto de incompletud, pensaría que es evidente que esta es una producción viva que sigue negociando consigo misma. Como espectador, me parece que visitar un espacio que insiste en permanecer in media res tiene mucha potencia, lejos del pronunciamiento ideológico y de la presión de performar una alternativa maestra.
Vista de la exposición de Othiana Roffiel, ‘Rehearsal of Becoming’ en Galería Karen Huber. Cortesía de la artista y de Galería Karen Huber
Resulta muy interesante, casi al grado del desconcierto, que a pesar de que aquí no se imponga ninguna foto referencialidad, sí persevera cierta nitidez entre planos y volúmenes, siempre apoyada en una simetría discreta, blanda. A su vez, la artista despliega un amplio rango de recursos pictóricos para evitar que la visualidad se reduzca a dos dimensiones, a mitades, a espacios positivos y negativos. Mediante un tratamiento meticuloso, los resultados oscilan entre un universo sutilmente primigenio y una mística rebajada, donde no hay lugar para la arbitrariedad y los símbolos no han acabado de fijarse.
Concentrado en las particularidades de las piezas, las de cada una, pero también como conjunto, llego a una pregunta: En pintura, ¿cómo se afectan la densidad y el peso de aquello que alcanzamos a percibir como consistente si la fuerza que lo origina no se produce en un sitio específico? Esta exposición apuesta por una cierta economía de recursos, una mirada que es paciente, diligente y que evita dar por sentadas las condiciones en las que los cuerpos se relacionan con mundos exteriores e interiores a ellos. Pero podría resolverse de otras formas: se abre un umbral. Y estamos lejos de las operaciones de síntesis o del análisis de gestualidades desbordadas.
Vista de la exposición de Othiana Roffiel, ‘Rehearsal of Becoming’ en Galería Karen Huber. Cortesía de la artista y de Galería Karen Huber
La exposición de Othiana me parece muy provechosa en la medida que contribuye a una discusión actual sobre la inoperancia del binomio figurativo-abstracto como pauta de aproximación a la pintura contemporánea. En este cuerpo de obra en específico, el posicionamiento parece no tener que ver con superponer ambas partes del binomio, como conciliándolo en favor de la comodidad del ojo. Si bien hay algo asible, ergonómico o contemplativo (modulado distinto en cada pieza), también hay una tensión que no cesa. No es el caos lo que posterga el significado sino la enigmática confrontación de fuerzas que van en direcciones contrarias. La mirada no alcanza a descifrar si aquello que se expande en realidad anhela contraerse, si el borde suave lamenta haber relajado su precisión. Si alguna de las obras logra producir un verso, este tiene que leerse al menos dos veces. Una en voz alta y otra en silencio.
La muestra puede visitarse hasta el 17 de noviembre en la sala principal de la galería.