'Los hilos invisibles son los lazos más fuertes' de Ayana V. Jackson en Mariane Ibrahim
por Mariel Vela
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En el 2022 la galería Mariane Ibrahim celebró su décimo aniversario. Desde sus inicios en Chicago, el espacio se ha dedicado a representar artistas de la diáspora africana y recientemente acaba de inaugurar su sede en Ciudad de México. Al llegar veo que también cuenta con una librería en la que pueden comprarse ediciones en las que se revisa el trabajo de artistas como Zohra Opoku, Amoako Bafo y Clotilde Jiménez. Bajo el título de Mariane Ibrahim Publications, estos libros de portadas homogéneas manifiestan un interés en formular extensiones teóricas y académicas de su programa de exposiciones y en desplegar coordenadas narrativas. Este es el tipo de infraestructura que señala un conocimiento de toda la maquinaria necesaria para avanzar un proyecto más amplio, una motivación que busca desplegar las coordenadas indispensables para moldear otras imaginaciones respecto a la diáspora africana, a las tensiones de un pasado (a veces presente) colonial y a un espíritu contemporáneo.
Nunca había tenido encuentro con las fotografías de Ayana V. Jackson, aunque hay algo en su trabajo que evoca las imágenes de archivos coloniales y que lo vuelve extrañamente familiar. El retrato, tanto en pintura como en fotografía, ha sido históricamente una forma de registrar la existencia de una persona, de plantear un relato en el porvenir de su imagen. Pienso en las mujeres del renacimiento, sosteniendo zarigüeyas cerca de sus vientres para invocar sus embarazos o en las perlas que acentuaban su pureza. El retrato siempre se ha encontrado intensamente relacionado con la preocupación europea por producir un ordenamiento de las clases sociales, de servir como testimonio de la prevalencia de sus costumbres y símbolos. Sin embargo, con la llegada del daguerrotipo, la practicidad que ofreció la fotografía la convirtió en el medio privilegiado para la catalogación de personas en países colonizados. Fue precisamente por medio del retrato que se desarrolló una administración más eficiente de sus imágenes y sus cuerpos.
Los hilos invisibles son los lazos más fuertes es la primera exposición de Ayana V. Jackson en México. En ella se reúne una década de trabajo en distintas series. Comienzo por algunas fotografías de Archival Impulse (2011-2013) en las que Jackson revela características recurrentes en el lenguaje fotográfico del siglo XIX y XX durante la expansión colonial. Más allá de los corsets que ciñen las cinturas y los estampados florales de las ropas que usan las mujeres retratadas, son sus poses las que interrogan al pasado, las que lo intervienen. En WHAT WILL YOU TELL THEM ABOUT ME? / DO YOU FEEL PAIN? (2013) aparece una mujer recostada sobre una mesa con los senos descubiertos, collares en el cuello y en los muslos. Remite a pinturas como La maja desnuda de Francisco Goya o La Venus del espejo de Diego Velázquez, sólo que, en vez de encontrarse en la privacidad de la habitación de una mujer de la clase alta, se halla contra un fondo que representa una especie de naturaleza; un biombo ácido que muestra el negativo de unos árboles desintegrándose. Nos mira mirarla y es en este intercambio que se desanuda la pregunta: “¿Qué les dirás sobre mí?”. Sobre este cuerpo que con su pose recrea esa ficción de proximidad innata con la naturaleza.
Ayana V. Jackson, Judgement of Paris, 2018. Cortesía de Mariane Ibrahim
La fotografía JUDGMENT OF PARIS (2018) evoca a la pintura Almuerzo en la hierba de Manet a través de las poses lánguidas de las sujetas, una escena de ocio moderno. Es con sus cuerpos que habitan los contornos de una historia que es posible reinventar y reconfigurar desde el presente. Toda imagen de archivo tiene como bisagra una ficción que no cesa de hacerse y es a través del trabajo de Jackson que la mutabilidad del pasado es revelada.
Ayana V Jackson, Wild like the wind, 2015. Cortesía de la artista y Mariane Ibrahim
En la serie Intimate Justice in the Stolen Moment continúa esta exploración de la pose, específicamente de cuerpos de mujeres negras en movimiento. Me llaman la atención los fondos que las descontextualizan, fondos negros que parecen emanciparlas de la historia. Fuera de sus ropas, no hay señal que nos indique donde se encuentran y sospecho que no es importante. Sólo perdura la levedad de sus danzas. Esta serie también incluye el único video de la exposición titulado COMPARED TO WHAT (2017), en el cual una mujer procede a vestirse y desvestirse frente a la cámara. Vemos toda la indumentaria de una mujer occidental de s. XIX: corsets, crinolinas, enaguas y almohadillas para las caderas, mientras suena una canción que evoca la historia de Sarah Baartman, conocida como la Venus Hotentote. Los movimientos de la mujer tienen esa calidad espasmódica característica de las primeras películas, filmadas a 16 cuadros por segundo y proyectadas a 24 cuadros por segundo, aceleradas, dotando a cualquier acción de un carácter cómico. Aparece una ligera sonrisa en el rostro de la mujer que se viste y desviste la cual nubla cualquier pretensión de proyección erótica sobre sus actos, se rehúsa a ser objetivizada.
Ayana V. Jackson, Los hilos invisibles son los lazos más fuertes, 2023. Foto: Diego Berruecos. Cortesía de Mariane Ibrahim
Los hilos invisibles son aquellos que se entretejen entre las imágenes que construye la fotógrafa Ayana V. Jackson. Imágenes que reinventa para forjar nuevas imaginaciones, la revelación de todos los distintos porvenires que aún carga el pasado.