↓
 ↓
RojoNegro (Noé Martinez y María Sosa)

RojoNegro (Noé Martinez y María Sosa)

Volví a ser vasija, volví a ser animal, volví a ser planta, volví a ser tiempo

El MAZ presenta Volví a ser vasija, volví a ser animal, volví a ser planta, volví a ser tiempo de RojoNegro (Noé Martinez y María Sosa).

Volví a ser vasija, volví a ser animal, volví a ser planta, volví a ser tiempo permite la expansión de una de las líneas de investigación del MAZ, que posibilita imaginar prácticas colaborativas entre artistas. La muestra presenta la primera exposición de RojoNegro, un tercer ente que trabaja en virtual independencia al dúo de artistas que lo integran: Noé Martínez y María Sosa.

Por medio del conjunto de las instalaciones escultóricas Volví a ser mono (2023), Volví a ser tabaco (2023), Volví a ser tlacuache (2023) y Volví a ser hongo (2023), realizadas ex-profeso para la muestra presentada en la Sala Lola Álvarez Bravo del MAZ, RojoNegro investiga vías para significar procesos del presente a partir del pasado prehispánico, valiéndose del cuerpo como archivo, biblioteca o conducto para acceder a experiencias, emociones y entidades vinculadas a ellos desde antes de nacer. Las instalaciones se componen por esculturas antropomorfas de cerámica gres con engobe, esculturas blandas de piel y pinturas descansando a piso.

En su proceso, los conceptos de “nahualismo” y “tonalismo” fungieron como motor de pensamiento al posibilitar la extensión de la persona, del “yo”, hacia otros entes. Valiéndose de la reconstrucción, las obras reinterpretan objetos mesoamericanos, como vasijas y figuras antropomorfas, fitomorfas y zoomorfas, representando la expansión de sus cuerpos hacia sus entidades anímicas. La documentación de estas acciones performáticas es proyectada en el video de dos canales Gramática del sueño (2022).

La investigación se vale de herramientas no occidentales como sueños recurrentes, vivencias y encuentros, así como procesos de meditación activa que concretan en un ser vegetal y uno animal: el tabaco y el tlacuache, en el caso de Sosa; el hongo y el mono en el de Martínez. Al reconocer que sus cuerpos no pertenecen al mundo prehispánico y no es posible obtener certeza sobre el pasado mesoamericano, la indagación al tonalismo se presenta como una herramienta para recuperar saberes que escapan a las ciencias y desafían el pensamiento colonial sobre vestigios del ayer.

— Museo de Arte de Zapopan