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Una lucha por la vida: entrevista con Carolina Caycedo y Sofía Bastidas Vivar (Ruta del Castor)

Entrevista

Una lucha por la vida: entrevista con Carolina Caycedo y Sofía Bastidas Vivar (Ruta del Castor)

por Sofía Ortiz

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Tiempo de lectura

7 min

¿Cómo hablar no de un territorio, sino desde un territorio? ¿Cómo sintetizar una conversación acerca de un lugar atravesado por canales, chinampas, trajineras, turistas, aves, plásticos, siembra, injusticias, neblina, ¡historia!, artistas, comunidad y tradición? ¿Cómo aprender un sitio medularmente líquido y cambiante?

¿Cómo escuchar lo que ya está ahí, sin imponer necesidades?

Sembrando Humedad fue una colaboración entre Ruta del Castor (RDC), asociación que vincula artistas con espacios para la práctica social, y Carolina Caycedo, artista multidisciplinaria que propuso respuestas a estas preguntas. Fue –¿es?– un proyecto expansivo y culebresco, aún después de un Zoom con Carolina y Sofía (en representación de RDC), no logro sostener en mi mente la extensión total de lo que fue. Repaso los datos que sí me quedaron claros. Sé que RDC se acercó a Carolina y que durante dos años intercambiaron ideas, moldeando entre ellas posibilidades y deseos. Sé que en su comunicado de prensa describen el proyecto como “un encuentro para reflexionar colectivamente sobre la relación que tenemos con el agua como cuerpo que entreteje culturas y ecosistemas”. Sé que el encuentro ocurrió en abril durante cinco días y que incluyó eventos como proyecciones en el Museo Tamayo, una cena performática en el Cárcamo de Dolores, actividades en la chinampa de Humedalia y una transmisión de radio en colaboración con Radio Nopal desde una trajinera llamada Conchita. Sé que invitaron a colectivos, artistas e instituciones, incluyendo a la UAM Xochimilco, lxs artistas Alejandra Venegas y Ramiro Chaves, Seres de Río (desde Colombia), The Hildegard von Bingen Society (desde el Reino Unido), el Tecnológico de Monterrey, Cocina Colaboratorio y Colectivo Almácigo, entre otros. Sé que descansaron sobre la hierba, comieron de la milpa y se maravillaron con cómo podemos hablar de agua siendo nosotras también cuerpos de agua. El cuerpo estuvo presente de muchas otras maneras, desde el hambre hasta la emoción y el llanto.

‘Sembrando Humedad’. Registro fotográfico por Andrés Jurado y Eduardo Velazco. Cortesía de Ruta del Castor, 2024. 
‘Sembrando Humedad’. Registro fotográfico por Andrés Jurado y Eduardo Velazco. Cortesía de Ruta del Castor, 2024. 

Carolina Caycedo: El proyecto estaba vivo antes de que llegáramos nosotras. Sigue vivo gracias a las relaciones que se formaron a partir de este encuentro. Como artista, me pregunto siempre de qué maneras un proyecto puede alojar otras voces, ideas y pluriversos que puedan dinamitar las convenciones del espacio expositivo. El espacio de exhibición puede ser un lugar muy muerto, no es suficiente para mí. ¿Cómo generamos vitalidad en la creación de arte?

¡Claro! Si como artistas aceptamos la convención yerma del cubo blanco –ya sea como punto de partida o destino final– terminamos en el lugar común: las hojas bond impresas con textos de sala, el patrocinio de Don Julio 70, un lugar apretado para fumar. Si, por otro lado, practicamos desde espacios complejos, atravesados por múltiples voluntades y sin esperar un resultado específico…

Sofía Bastidas Vivar: El proyecto se convirtió en algo mucho más grande de lo que habíamos planteado.

CC: Fueron dos años de conversación para entender cómo enmarcarlo y trenzarlo con otros proyectos que ya existían. ¿Qué fue Sembrando Humedad? No fue un simposio ni una serie de proyecciones, más bien, una serie de rituales, un compartir de saberes que se escapa a las ideas productivistas del arte contemporáneo.

SBV: Fue un proceso donde una parte formaba e informaba a la otra.

CC: Armamos una lista muy larga de posibles participantes, la cual fuimos editando cuidadosamente al tomar en cuenta las dinámicas y políticas del lugar. Nos era muy importante no caer en una explotación visual de Xochimilco. Nos preguntamos, ¿qué significa traer a toda esta gente de fuera? No queríamos ser el grupo helicóptero de arte que llega y se va. Ruta y yo nos alineamos en un interés por nutrir redes existentes y añadir líneas de acción a relaciones que ya fluían.

SBV: Es la idea de no imponer necesidades, sino escuchar lo que ya está ahí.

‘Sembrando Humedad’. Registro fotográfico por Andrés Jurado y Eduardo Velazco. Cortesía de Ruta del Castor, 2024. 
‘Sembrando Humedad’. Registro fotográfico por Andrés Jurado y Eduardo Velazco. Cortesía de Ruta del Castor, 2024. 

Una de las activaciones fue una radiotransmisión desde una trajinera que recorría los canales de Xochimilco: entrevistas, diálogos y registros sonoros de diversas acciones. Pienso en el movimiento de la trajinera y me llega la imagen de una célula emitiendo información en el torrente sanguíneo.

SBV: La radio fue una manera de escucharnos y de llegar a gente que no estaba con nosotros. Una manera de oír el territorio, más que verlo; de darle prioridad a la escucha, más que a lo visual.

CC: Tenía una doble pulsión. Por un lado, es una manera de hacer público lo íntimo. En realidad, grabar desde una trajinera es una experiencia muy íntima, aunque al mismo tiempo estás transmitiendo los árboles, los pájaros o a alguien parado en la orilla del lago. Por otro lado, la transmisión posibilita el archivo: podemos retransmitir las grabaciones y así darle seguimiento a la conversación. La radio es una conversación estética con el territorio, una manera de conectar con ese lugar que nos sostuvo durante tres días.

‘Sembrando Humedad’. Registro fotográfico por Andrés Jurado y Eduardo Velazco. Cortesía de Ruta del Castor, 2024. 
‘Sembrando Humedad’. Registro fotográfico por Andrés Jurado y Eduardo Velazco. Cortesía de Ruta del Castor, 2024. 

En la cosmovisión de diferentes culturas hay algo que sostiene al universo. Para los mayas, una ceiba; para los nórdicos, un fresno. Los hindúes hablan de tortugas, los chinos también, los griegos de un Atlas castigado. La función más inmediata del sustrato es sostener. Si podemos concientizar lo que está debajo de nuestros pies, podemos entonces pensar en los pies mismos, en nuestro cuerpo, y quizá por extensión, en lo que está a nuestro alrededor. Empezar a virar nuestros imaginarios hacia la interconexión radical, colectivizar los saberes y sobrevivir en un mundo atravesado por la injusticia, contaminación e indiferencia. Les pregunto a Carolina y Sofía –les pido ayuda, en realidad–, ¿cómo lidiar con la desmoralización trabajando con estos temas y desde lugares vulnerables?

CC: Hay algo que los maestros zapatistas nos han enseñado, y es la digna rabia. Llegando a Xochimilco se siente eso, una actitud de no nos vamos a dejar. Esa digna rabia va muy acompañada de un sentimiento de esperanza; no me desmoralizo, me emputo. Me desmoraliza mucho más ir a una exposición y aburrirme. Encontrar la complicidad con un colectivo como Ruta también me da esperanza, ya que opera en lugares que no son exclusivos del mundo del arte contemporáneo. Por otro lado, mi mayor inspiración viene de la gente en la línea de frente, que la tiene mucho peor que yo, sin embargo está ahí. Soy artista y trabajo desde lo visual y lo estético, especialmente desde las formas estéticas que surgen de los activismos. Esas publicaciones, programas de radio, películas guerrilleras, afiches y acciones directas tienen una sofisticación estética y política tremenda, dignas de ser leídas e interpretadas con las herramientas que nos brinda el arte contemporáneo. Es ahí donde resueno más, dentro del arte contemporáneo que surge de las bases de movimientos sociales y ambientales, que toca los temas más urgentes de nuestra sociedad.

SBV: Yo sí me desmoralizo, pero me inspiro mucho del trabajo de las demás, especialmente, las que mantienen la ligereza a pesar de lo difícil que la tienen. Hacer proyectos en los que no sabes que va a pasar, dejar que las cosas tengan sus cauces y que puedan desparramarse.

‘Sembrando Humedad’. Registro fotográfico por Andrés Jurado y Eduardo Velazco. Cortesía de Ruta del Castor, 2024. 
‘Sembrando Humedad’. Registro fotográfico por Andrés Jurado y Eduardo Velazco. Cortesía de Ruta del Castor, 2024. 

Se me ocurre que no tener una meta es como el foco suave del samurai; al no estar viendo algo fijamente, puedes verlo todo. En un momento Carolina pausa, dice algo que se me ha quedado muy cerca desde que hablamos.

CC: En realidad sí hay una meta. Es proteger la vida. Es muy amplio, pero es la meta que tendría que guiarnos a todas. Estamos en una lucha por la vida. ¡Situemos la vida en el centro!

Sofía Ortiz

Publicado el 4 agosto 2024