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Un modesto camerino. Sobre El sudor de las plantas de Noé Martínez

Ensayo

Un modesto camerino. Sobre El sudor de las plantas de Noé Martínez

por Bruno Enciso

Exposición inaugural en LLANO

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Tiempo de lectura

5 min

LLANO inicia sus operaciones con El sudor de las plantas, una exhibición individual de Noé Martínez. El artista investiga y produce imágenes alrededor de los procesos de colonización en la región huasteca de México durante los primeros años de la conquista. Se trata de un proyecto complejo que considera varias capas: la conformación material de la obra, su montaje, la investigación documental, así como el rescate de memorias personales y familiares. Cada capa opera en un tiempo propio y estimula distintas pautas de experiencia. No se estorban ni se excluyen, al contrario, se empalman y densifican la imaginería que el artista quiere mostrarnos. Por vías sutiles, pero de ninguna manera esquivas, la muestra pone en espera a quien la mira: a la expectativa de un acto en vivo.

Noé ha invocado a presencias antiguas y la galería está dispuesta como una especie de modesto camerino. Ahí, en la azotea de una fábrica, los espíritus que acudieron al llamado podrán descansar, mirar el cielo y contemplar ese valle del que el viento les ha contado tanto. Están atentos a la llegada de visitantes porque cada uno de ellos es un posible espectador. Son mortales y traen la cara medio cubierta, según les indicaron. Sólo con aquellos que se muestren receptivos podrán interactuar.

Las piezas son todo lo que necesitan. Hay pieles, telas, colguijes e impresiones para ponerse encima, cuadros con apuntes útiles para dirigir los movimientos y un texto, escrito por el propio artista, para evitar la improvisación. Cada uno de estos elementos tiene sus potencias particulares, sin embargo, la dirección del acto depende en gran medida de la voluntad de las presencias fantasmagóricas. Algunas querrán ejecutar un soliloquio solemne y elocuente. Otras serán terriblemente confrontativas con el espectador, manteniendo un tono de reclamo. Las más experimentales buscarán aliarse con quien las escuche para imaginar nuevos horizontes. Todas saben que antes hubo violencia, de ahí van a partir.

Noé Martínez. Cortesía del artista y LLANO. Foto: White Balance MX
Noé Martínez. Cortesía del artista y LLANO. Foto: White Balance MX

En el texto hay mucho que atender. El propio gesto de escribir un acompañamiento serio desde el lugar del productor me parece bastante destacable. Podría ser un poema, un canto, un guion crudo o una serie de estampas independientes. El escrito en verso da cuenta de un ejercicio escritural sincero que trabaja sobre la elaboración de las obras a través de la experimentación con la lírica, en vez de optar por la rigidez del dato documental o por una severa declaración de principios. Rescato una de sus 26 estrofas:

Cada que veo que me rompí
cada pedazo se rompe otra vez
Fragmentos de lenguas
Fragmentos de cosmos

Noé Martínez. Cortesía del artista y LLANO. Foto: Onda MX
Noé Martínez. Cortesía del artista y LLANO. Foto: Onda MX

La lectura de este texto inaugura una intimidad que, por un lado, ofrece cierta claridad hacia la posición del artista respecto de su propio quehacer. Por otro lado, posibilita una multiplicidad de rutas temporales para pensar la colonialidad en el territorio inventado América; a veces es la historia propia, otras la ajena, la de los cuerpos vivos o la de los ancestros. Las imágenes acuñadas por Noé fluyen lúgubres, ambiciosas en su forma y amargas en su sabor. Siempre conviene tomar distancia.

(La versión completa del texto puede solicitarse en info@llano.mx)

Son cinco piezas las que se pueden llevar puestas. Cada una cuelga desde un solo punto, muestran sus pliegues y su falta de costuras, delatando su materialidad, su peso y su estado de reposo. Cuatro conjuntan tela y piel, impresas con tabaco, muicle y ruda. En ellas se encuentran el agua, el calor y las plantas para producir vapor, aroma y alivio. Dejan una huella discreta. Las plantas sudan en un esfuerzo por curar una herida. La quinta pieza refiere a esas heridas, perforando la trama natural de la tela con réplicas de las insignias con las que marcaron a los cuerpos esclavizados.

Noé Martínez. Cortesía del artista y LLANO. Foto: White Balance MX
Noé Martínez. Cortesía del artista y LLANO. Foto: White Balance MX

Las cinco incluyen impresiones fotográficas que retratan los lugares que testificaron la barbarie, así como cadenas que acentúan la violencia y el interés material que atravesó el despojo de tierras vírgenes. Una sexta repite el motivo y se integra a la lógica de reposo: se trata de un collar hecho con piezas de porcelana, decoradas con signos del imaginario huasteco y oro. Juntas, estas piezas que alivian, que hieren, que adornan, conforman un grupo de elementos dispersos a la espera de una fuerza que las anime y que aproveche sus valores materiales para provocar conmoción.

Por último, una serie de cuadros dibuja cuerpos en distintas posiciones, aparentemente desnudos. Se superponen las siluetas, rodeadas de auras nebulosas. Algunas anotaciones se repiten y se repiten; señalan siempre la boca que las expulsa. “Hablar es existir absolutamente para el otro”, dice una. Ya sea como documento de registro, ilustración de un mantra o como guion de movimiento, la serie introduce la presencia de un cuerpo crudo, indistinto, que modula sus fuerzas y sus movimientos para entrar en sintonía con otros cuerpos. Diagramas caóticos de carne que suda y se sabe vulnerable ante el tiempo y otras fuerzas invisibles.

No creo que espectar un acto como este pueda producir una introspección profunda derivada del shock ante el recordatorio de un trauma. Menos aun con todas las posibles variantes. Lo que sí es viable y afortunado es el aprovechamiento de los materiales y sus complejidades para procurar un acercamiento sensible hacia los asuntos trabajados en las obras. En el mejor de los casos, quien mira queda atento a las manifestaciones de energías ancestrales, que siempre cargan consigo memorias valiosas.

La exposición estará abierta hasta el 19 de diciembre, agenda previamente tu cita aquí.

Publicado el 3 diciembre 2020