FAMA: la sensación de montar una feria. Sofía Ortiz entrevista a Salvador Jacobo, Tiziania Garza Galán y Federico Jordán

Estoy en cuclillas escaneando las repisas de mi librero. Busco un libro: Cuestionario de Proust: edición celebridades, que no sé si sobrevivió mi furia Marie Kondo en la última mudanza. Finalmente, lo encuentro abajo de un libro gigante de Saudek. La portada está dañada pero las preguntas que contiene aguantan; basta con decir que Proust las contestó hace 150 años. Me acordé de este libro cuando le daba vueltas al problema de entrevistar artistas para esta edición de la Feria de Arte Contemporáneo (FAMA), entre tener el tiempo encima y 910 km separando la CDMX de Monterrey. Qué mejor muletilla para una escritora apurada que un cuestionario ready-made. Así fue como Salvador Jacobo, Tiziania Garza Galán y Federico Jordán recibieron esta serie de preguntas junto con disculpas por la prisa.

¿Qué escuchas mientras trabajas?

Federico Jordán. Música sacra, especialmente Jordi Savall. Escucho también la radio KCRW Eclectic 24.

Tiziana Garza Galán. Últimamente escucho audiolibros; actualmente, escucho uno que se llama Cultish: The Language of Fanaticism. Cuando pongo música, usualmente escucho: Sonic Youth, Patti Smith, My Bloody Valentine, Black Flag, Interpol (el álbum de Turn On The Bright Lights es de mis favoritos), Massive Attack, PJ Harvey, The National, The Velvet Underground y Taylor Swift.

Salvador Jacobo. Últimamente he escuchado mucho a Nick Cave and the Bad Seeds. También Baobab Orchestra, Los viejos, Talking Heads… Escucho cosas muy variadas y cambian dependiendo de mi estado de ánimo, supongo.

¿Cuál consideras que es la virtud más sobrevalorada?

FJ. Contestar inmediatamente el teléfono y los mensajes de WhatsApp.

TG. La fe.

SJ. El talento.

¿ Qué es lo que más trabajo te cuesta o más nerviosa te pone de una feria de arte?

FJ. Llenar las formas, enviar la papelería.

TG. Montar y hablar.

SJ. Hablar con las personas; quizás, explicar mi obra. Aunque yo tengo claro su sentido, me cuesta trabajo ponerlo en palabras. Pero sobre todo me cuesta trabajo hablar con personas a las que no les interesa realmente lo que van a ver, las que sólo van a tomarse la foto para Instagram.

¿Qué artistas admiras?

FJ. Kiefer, Torres-García, Baselitz, Steinberg.

TG. Raymond Pettibon, Patti Smith, Jenny Holzer, Warhol.

SJ. A muchos… pasa como con la música, con el tiempo voy cambiando mi gusto por los artistas. Últimamente, he revisado mucho a Philip Guston y Jimmie Durham. Pero también los colegas que actualmente están creando cosas que me interesan, gente de mi generación como Alejandra Venegas, Lucía Vidales, Roberto Carrillo, Apolo Cacho, Eme de Armario, el colectivo Yope Proyects, por nombrar a algunos. Creo que en México hay mucha gente haciendo cosas muy interesantes y que de alguna manera han influido en mi trabajo.

¿Qué es lo que más te emociona de FAMA?

FJ. Vender.

TG. Ver cosas nuevas y escuchar a la gente.

SJ. Conocer a otros artistas.

¿Cuál es tu estado de ánimo actual?

FJ. Estoy triste.

TG. ngbiufgnhufheiurfgewrrg.

SJ. Estresado, agobiado.

Aquí, una breve pausa para admitir que mi estado de ánimo actual es acalorada. Preparar la obra para la feria involucra ir por cartón, hule y hule burbuja. Llegas a tu taller y te das cuenta de que olvidaste la cinta canela. No hay donde estacionarte en frente de FEDEX, entonces te paras a la vuelta. Mientras cargas y arrastras tus cajas, estás siendo observada por peatones interesados en la comedia de una persona sudada. Hay correos que se te olvidó contestar, sientes las ansias cuando te llega el mensaje privado por WhatsApp: “Te lo encargo mucho”… Zooms a los que no entraste, posts que hiciste en redes con captions de las que te arrepentiste. Súbete al avión y observa a un padre vestido con una bata larga, estilo espectro viajero, flotar por el pasillo. Pero, ¡ey!, nos vamos a Monterrey.

¿Cómo es Monterrey?

FJ. Vivo en Saltillo, en Monterrey viven mis amigos. Me gusta más San Pedro.

TG. Problemática, pero bien.

SJ. Como una gran autopista de Hot-Wheels rodeada de montañas y sin agua.

¿Qué consideras esencial en tu espacio de trabajo?

FJ. Mi privacidad.

TG. Música y luz.

SJ. Supongo que un cierto caos es esencial. Cuando estoy como ahora con demasiado trabajo, mi taller es casi como un basurero, por todos lados hay cosas tiradas, hojas, cuadernos, botes, pintura, latas, etc. Llega un momento en que tengo que poner cierto orden y limpieza, regularmente pasa cuando empiezo una nueva pintura.

¿Cómo describes tu obra cuando te pregunta la tía de tu amiga?

FJ. No respondo.

TG. Son como sellitos, pero más complicados.

SJ. Es como un juego de combinaciones de objetos y formas extrañas o retorcidas.

Estamos montando en el sótano del centro comercial Arboleda, en San Pedro Garza García. Es difícil calcular el tiempo por la falta de luz natural; tienes que bajar varias escaleras eléctricas y cruzar un túnel de luz azul para llegar. No tengo ni cúter ni taquetes, pero mi amigo Emilio Flores me rescata al ofrecerme ayuda para montar. Se sienten los nervios y la emoción colectiva. La gente ve sus booths de lejos, se acercan de repente y despliegan un flexómetro de su bolsillo con un movimiento fluido, cual vaqueros en el Viejo Oeste, para ajustar un centímetro más o uno menos. Acabo con las rodillas blancas, debido a las partículas de pintura desplazada por taladros, con hambre y cansada, pero tranquila con el resultado.

¿Qué talento te gustaría tener?

FJ. Estoy bien.

TG. Hacer música y correr.

SJ. Tocar música y leer la mente.

¿Cuál es la máxima expresión de la miseria?

FJ. Pensar en la ausencia de Dios.

TG. El FOMO.

SJ. La falta de empatía, supongo. El no saber reconocer a los otros como iguales. Creo que de eso se derivan problemas como el racismo, clasismo, machismo, aporofobia, etc.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

FJ. Sorprenderme al encontrar la poética de algunas cosas.

TG. Me gusta que hay mucho que aprender, ya sea técnicamente o sobre mí. También me gusta el elemento de sorpresa que tiene la gráfica, a veces las cosas no salen como esperas.

SJ. Me gusta todo, disfruto mucho dibujar y hacerlo sin restricciones. Muchas veces pintar y dibujar también traen angustia, pero incluso prefiero esa angustia a estar sentado en un escritorio haciendo papeleo, en una oficina de 2 x 2 m. Simplemente, no podría con eso. Así que, aunque a veces no me salen las cosas como quiero o me siento desanimado, prefiero seguir pintando y hacerlo con la máxima energía que hacer cualquier otra cosa aburrida.

¿Cómo es ser artista en México?

FJ. Lo mismo que podría ser en otros lados, pero distinto.

TG. Me pone nerviosa.

SJ. Es complejo, ya que implica un máximo esfuerzo que a veces no se ve recompensado. A veces, también implica ser ninguneado, subestimado, puesto aparte, pero supongo que depende del tipo de artista que eres. Casi siempre implica una lucha.

Empieza la feria. Me siento como cuando de niña esperaba a que las palomitas comenzaran a explotar. El rumor de las voces crece lentamente. Un taladro trasnochado zumba en el fondo. Creo que nadie se va a acercar a hablar conmigo si tengo la compu prendida, ¿o será que yo me tengo que acercar a ellos? Otro artista me dice que hay que dosificar la energía, que es maratón y no esprint. Mi compañera de pared, Andrea Sotelo, me platica sobre su trabajo: abstracciones de vulvas. Las dos estamos de acuerdo en que nuestra obra se ve linda junta. Me doy cuenta de que lo que más me emociona de esta feria es expandir las redes de comunidad. ¡Venga, FAMA!

— Sofia Ortiz

Imagen de portada: Booth de Sofía Ortiz en FAMA 2022. Foto: Michelle Lartigue