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Escuchar es voluntad: Israel Martínez

Reseña

Escuchar es voluntad: Israel Martínez

por Eric Valencia

En Ex Teresa Arte Actual

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Tiempo de lectura

5 min

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La voz como una piedra que podemos lanzar más allá de la extensión de nuestro cuerpo, sin más empuje que ella misma, a voluntad.

Israel Martínez en colaboración con Emicel Guillén, 'Escuchar es voluntad' en 'Escuchar es voluntad', Ex Teresa Arte Actual, Ciudad de México, 2020. Cortesía del artista. Foto: Erik Mares.
Israel Martínez en colaboración con Emicel Guillén, 'Escuchar es voluntad' en 'Escuchar es voluntad', Ex Teresa Arte Actual, Ciudad de México, 2020. Cortesía del artista. Foto: Erik Mares.

La obra que presenta Israel Martínez en su más reciente exposición titulada Escuchar es voluntad, curada por Amanda de la Garza en Ex Teresa Arte Actual, puede leerse como una reflexión sobre la propiedad de la voz. Propiedad en sus dos acepciones: tanto en sus cualidades sonoras y expresivas, como en su dimensión de pertenencia. ¿De quién es esta voz que escucho y qué me dice? La voz como una piedra que, lanzada, informa en su velocidad, en su forma, un mensaje, un nivel de exigencia para ser escuchada y que, a la vez, porta la amplitud de quien la emite. Pero si escuchar es voluntad, escuchar es el cuerpo que recibe, que extiende la atención como una mano, para saludar, defender, levantar. Su objeto de recepción es interno y externo a la vez: podríamos devolver una piedra, pero un sonido no, a menos que lo incorporemos. Escuchar es voluntad de incorporar, de integrar esa amplitud del otro en nosotros mismos, con sus velocidades y sus potencias.

En esta transacción, la voz es un objeto dispuesto, un recurso, una suerte de bien común. Como tal, está también dispuesta a ser cooptada, expropiada, administrada en la hiperburocratización que los aparatos de poder ejercen sobre ella. En este trámite impuesto, hacerse escuchar -por los aparatos de poder, a través de ellos- implica una articulación estratégica de la voz y del cuerpo para cruzar sus aduanas, para diseminarse, para liberarse de las formas administrativas que le son impuestas. Escuchar con voluntad y hacerse escuchar son los dos extremos de un mismo objeto, la voz, que se introduce con docilidad o resistencia en una economía biopolítica.

Israel Martínez en colaboración con Edgardo González (Cenotaph), Bárbala Lázara, Emicel Guillén y Diego Martínez (Suplex Estudio), 'Bestias' en 'Escuchar es voluntad', Ex Teresa Arte Actual, Ciudad de México, 2020. Cortesía del artista. Foto: Erik Mares
Israel Martínez en colaboración con Edgardo González (Cenotaph), Bárbala Lázara, Emicel Guillén y Diego Martínez (Suplex Estudio), 'Bestias' en 'Escuchar es voluntad', Ex Teresa Arte Actual, Ciudad de México, 2020. Cortesía del artista. Foto: Erik Mares

La obra Bestias es puntual en el tono de esta reflexión. Se encuentra en la capilla y consta de un letrero de neón suspendido a varios metros de altura, en el que se lee Ira, en una tipografía realizada por Emicel Guillén. La pieza también se forma por una instalación de 8 canales de audio que reproduce una improvisación libre a capella realizada por lxs artistas Bárbara Lázara, poeta gutural, y Edgardo González, vocalista el grupo de death metal, Cenotaph. La voz de ambos artistas es rearticulada, primero, en el reconocimiento de sus propios cuerpos como territorios en pugna, desde donde buscan zonas no cooptadas por los amaneramientos de las “formas correctas” del articular la voz. Pues, ¿no son estas formas una modulación simultánea del cuerpo y de la subjetividad consecuencia del colonialismo, la racialización y la delimitación de las posibilidades expresivas inducidas por los roles de género?

Israel Martínez en colaboración con Elisa Schmelkes, No Coro y Diego Martínez (Suplex Estudio), 'Flujo' en 'Escuchar es voluntad', Ex Teresa Arte Actual, Ciudad de México, 2020. Cortesía del artista. Foto: Erik Mares.
Israel Martínez en colaboración con Elisa Schmelkes, No Coro y Diego Martínez (Suplex Estudio), 'Flujo' en 'Escuchar es voluntad', Ex Teresa Arte Actual, Ciudad de México, 2020. Cortesía del artista. Foto: Erik Mares.

En una configuración casi opuesta encontramos Flujo, realizada en colaboración con Elisa Schmelkes, No Coro y Diego Martínez. La obra consta de una instalación de 5 canales de video, 4 de audio y una alfombra de hojas de pino colocada en la nave central. Flujo presenta una recodificación de los dispositivos comúnmente asociados a la liturgia, así como una serie de complejos entramados referenciales. La alfombra de hojas, nos cuenta Martínez, proviene de un ritual realizado en la Iglesia de San Juan Chamula, producto de una mezcla entre rituales propios de las creencias religiosas mayas y el catolicismo. Esta operación de sincretismo se extiende hacia los territorios paganos de las políticas neoliberales, la obra conduce a una forma de manifiesto económico: los canales de audio nos dejan escuchar un canto en forma de letanía que se divide en dos momentos, un solo que describe datos concretos sobre la distribución de la riqueza en el mundo y un coro que le replica (¿suplica?) medidas restrictivas a tal distribución. Mientras tanto, en los videos proyectados sobre las paredes se muestran flujos de ríos que el artista grabó en San Agustín Etla y San Baltazar Guelavila, Oaxaca. El agua corre de abajo hacia arriba, de sur a norte. Además de evocar a la naturaleza, los videos hacen referencia a las composiciones piadosas de los retablos que indican a los suplicantes elevar sus plegarias hacia las alturas, a la vez que la atención divina desciende hacia ellos en forma de luz, en una clara metáfora de la organización jerárquica tanto de la economía global como de la distribución de la gracia y de la desgracia.

Israel Martínez en colaboración con Elisa Schmelkes, No Coro y Diego Martínez (Suplex Estudio), 'Flujo' en 'Escuchar es voluntad', Ex Teresa Arte Actual, Ciudad de México, 2020. Cortesía del artista. Foto: Erik Mares.
Israel Martínez en colaboración con Elisa Schmelkes, No Coro y Diego Martínez (Suplex Estudio), 'Flujo' en 'Escuchar es voluntad', Ex Teresa Arte Actual, Ciudad de México, 2020. Cortesía del artista. Foto: Erik Mares.

Israel Martínez en colaboración con Elisa Schmelkes, No Coro y Diego Martínez (Suplex Estudio), 'Flujo' en 'Escuchar es voluntad', Ex Teresa Arte Actual, Ciudad de México, 2020. Cortesía del artista. Foto: Erik Mares.
Israel Martínez en colaboración con Elisa Schmelkes, No Coro y Diego Martínez (Suplex Estudio), 'Flujo' en 'Escuchar es voluntad', Ex Teresa Arte Actual, Ciudad de México, 2020. Cortesía del artista. Foto: Erik Mares.

Flujo y Bestias trazan un eje vertical sobre una problemática de la distribución de la voz que va de lo macro a lo micro: de sus dimensiones globales a sus modulaciones en cuerpos particulares. Ambas funcionan como extremos entre los que se colocan otras obras que componen la exposición; podemos considerar que, pese a sus diferencias, todas operan sobre un sustrato que vale la pena apuntar: fueron obras realizadas en colaboración, en una explícita voluntad de escucha.

Video en muy alta calidad aquí.


La exposición se prolonga y se podrá visitar en cuanto los museos re-abrirán sus puertas.

Publicado el 16 abril 2020