↓
 ↓
Epistemologías del desierto y máquinas ontológicas en 'Hipofrontalidad transitoria' de Interspecifics

Reseña

Epistemologías del desierto y máquinas ontológicas en 'Hipofrontalidad transitoria' de Interspecifics

por Maya Renée Escárcega

->

Tiempo de lectura

6 min

Diversas herramientas nos ayudan a identificar, comprender y traer al reino de los signos los procesos químicos y eléctricos en el cerebro que dan forma a nuestro estado interno. Entrar a la sala de PALMA, anteriormente llamada Proyecto Arte, me recuerda a un par, almacenadas en mi archivo de memorias infantiles. La primera, rudimentaria en su aparato tecnológico y gráfica en esencia, es la rueda de las emociones. La segunda es un dispositivo que induce experiencias místicas o religiosas de forma artificial, a partir de estimular áreas determinadas del cerebro. A este instrumento (de los ochenta) se le llamó Casco de Dios.

Entre el argot científico y metafísico, Hipofrontalidad transitoria es un proyecto que induce a recordar. Acceder a la memoria, como nos han enseñado diversas disciplinas académicas, es un acto de fabulación. Es un ejercicio narrativo en el que se recontextualiza lo vivido de forma poética. Desde una práctica artística basada en la investigación y un dominio técnico preciso, el colectivo Interspecifics —conformado por Emmanuel Anguiano, Leslie García, Paloma López, Alfredo Lozano y Felipe Rebolledo— presenta una serie de máquinas vivas diseñada para replicar un estado de conciencia profunda conocido como hipofrontalidad transitoria, inducido de forma pasajera por la meditación, el ejercicio y el uso de sustancias.

La muestra inicia con Wave Reflector (2024), un semi domo modular que recuerda al Casco de Dios, o bien, a un electroencefalógrafo —una máquina compuesta por 20 discos de metal que se colocan sobre el cuero cabelludo y se conectan a un instrumento que amplifica y registra las ondas cerebrales en una computadora—. Mientras que la ciencia moderna rompe “la cuarta pared” del electroencefalograma (EEG) (una técnica de monitoreo pasiva) al emplearlo en la retroalimentación neuronal (un entrenamiento que modifica las ondas asociadas con la relajación), Interspecifics reconcilia que dicha pared nunca existió: la relación entre humanxs y máquinas es bidireccional y de influencia mutua.

Interspecifics, Hipofrontalidad transitoria, vista de la exposición en Palma. Foto: Agustín Arce Figueroa
Interspecifics, Hipofrontalidad transitoria, vista de la exposición en Palma. Foto: Agustín Arce Figueroa

Al colocarse bajo el domo con una diadema de electrodos, la máquina, producida en una residencia artística del Tec de Monterrey, recoge la actividad cerebral y la traduce en una composición sonora que imita los patrones de las ondas neuronales. A través de 64 osciladores de cerámica dispuestos en la estructura de acero, se amplifican las vibraciones y se sincronizan con las oscilaciones eléctricas de las neuronas, generando paisajes sonoros que permiten escuchar la mente propia en tiempo real. Como instalación sonora, reproduce composiciones generadas parcialmente en función de datos recopilados. Como pieza performativa, Wave Reflector (2024) permite que los espectadores sean pacientes en sus tres acepciones: al serenarse, al ser receptores de un agente —máquinas vivas y auto-organizadas— y al ser reconocidos por un sistema de salud.

Interspecifics, Hipofrontalidad transitoria, vista de la exposición en Palma. Foto: Agustín Arce Figueroa
Interspecifics, Hipofrontalidad transitoria, vista de la exposición en Palma. Foto: Agustín Arce Figueroa

En la sala contigua, un plóter traza líneas curvas con tinta de carbón sobre papel de algodón. A partir de la información recopilada de 48 participantes, la máquina dibuja un retrato del ser profundo de cada uno, resguardando en el lenguaje íntimo de la neurociencia las emociones experimentadas al canalizar un recuerdo durante una meditación con una diadema de EEG. Un par de retratos de Deep Self-Portrait (2022-2024) se presentan en negativo, acompañando a la máquina-dibujante en su acto performativo.

Interspecifics, Hipofrontalidad transitoria, vista de la exposición en Palma. Foto: Agustín Arce Figueroa
Interspecifics, Hipofrontalidad transitoria, vista de la exposición en Palma. Foto: Agustín Arce Figueroa

Frente a esta, un par de tambores escultóricos fungen como el proxy de dos corazones humanos. De producción artesanal y accionados por motores solenoides, reproducen datos cardiacos previamente grabados, mientras pantallas proyectan visualizaciones de los latidos. Metasincronía (2024) da continuidad a la pesquisa iniciada en Entertainment (2024), presentada en Privada Pública. Esta pieza performativa, compuesta en vivo y de manera colaborativa en tres actos, explora la coherencia cardíaca a través de la biorretroalimentación sonora. El grupo de participantes, entre ellos los artistas Miriam Rodríguez, Lino Vite y su hija infante Leonora, sincronizaron de manera espontánea sus latidos durante un ciclo performativo a partir de la escucha activa en tiempo real.

Interspecifics, Hipofrontalidad transitoria, vista de la exposición en Palma. Foto: Agustín Arce Figueroa
Interspecifics, Hipofrontalidad transitoria, vista de la exposición en Palma. Foto: Agustín Arce Figueroa

La última obra de la exposición está huérfana de máquina. A diferencia de las piezas anteriores, Desierto Metafísico (2024) no se acompaña de un artífice tecnológico explícito. Más bien, su ciclo de investigación consiste en documentos que son huevo y gallina en una interconexión continua. Wave Reflector se presenta junto a cuatro documentos: una suerte de planos del diseño estructural de un domo, sus componentes y ensamblaje. En Deep Self-Portrait, los retratos evocan los resultados de un EEG, la función es generar un gráfico o trazado de líneas curvas en un papel o en una pantalla.

El encuentro con Desierto Metafísico ocurre frente a cuatro litografías que bien podrían haber sido tomadas de un libro de viajes o un álbum de estampas de los artistas-científicos-viajeros del siglo XIX. Las imágenes recogen las condiciones geográficas de las vastas áreas desérticas del norte de México, con cielos despejados y vegetación que va de matorrales a arbustos y cactáceas. Bajo la hostilidad de la noche, las estampas del desierto muestran uno de los lugares más hospitalarios para la vida extraterrestre, de acuerdo con el pensamiento (¿la creencia?, ¿el conocimiento?) de esa región del país. Esferas lumínicas se congregan en círculo, flotan tras el monte y a sus pies.

Interspecifics, Hipofrontalidad transitoria, vista de la exposición en Palma. Foto: Agustín Arce Figueroa
Interspecifics, Hipofrontalidad transitoria, vista de la exposición en Palma. Foto: Agustín Arce Figueroa

No menos ficticias que las estampas decimonónicas (aunque de fabulación colonialista), las imágenes fueron generadas a partir de memorias que nunca ocurrieron, o que aún no se ha probado que suceden, materializadas a través de fotolitografías, una tecnología analógica.

La vida extraterrestre en el desierto y las máquinas que componen paisajes y dibujan retratos de la vida interna del cerebro son un ejemplo de la interconexión y coexistencia entre especies y formas de vida propuestos en el campo de la fabulación especulativa. Lo que Donna Haraway concibe como SF (fabulación especulativa, feminismo especulativo, ciencia ficción, ficción especulativa, hechos científicos, fantasía científica y figuras de cuerdas), actúa como vehículo para explorar ontologías y epistemologías que surgen de la fusión de lo biológico y lo tecnológico, produciendo conocimiento y mundos con criaturas e historias orgánicas e inorgánicas en sus densos tejidos materiales y narrativos.

*

Aprender sobre el Casco de Dios en la segunda infancia impidió que entendiera a la columna de nube que salía del firmamento durante las travesías en el desierto como una manifestación divina. Entonces, la conclusión fue que las experiencias místicas no son encuentros con el otro, sino con uno mismo. Ahora, en Hipofrontalidad transitoria, gracias al ritual (tecno-chamánico, en palabras de Alfredo Lozano) donde la meditación influenciada por la máquina induce un estado alterado de conciencia en el que la división entre lo individual y el todo se difumina y el “yo” se sincroniza con el “todo”, se puede pensar que el contacto sí es con el otro, con los alienígenas del desierto.

Maya Renée Escárcega

Publicado el 4 octubre 2024