Entre rituales y efervescencias, transitar a la deriva. Sobre "Metamorfosis ancestral"
por Marco Valtierra
En guadalajara90210
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La fluidez de los cuerpos, siluetas en transformación, corporalidades otras y movimientos de tiempos remotos son los tópicos sobre los que se encarna Metamorfosis ancestral, la más reciente exposición colectiva curada por guadalajara90210 para su sede en la colonia Seattle, en Zapopan, Jalisco, y la última exposición que llevan a cabo en esa locación. La muestra reúne la práctica artística de Celeste, Claudia Cisneros, Edgar Cobian, Emilio Flores, Valentina Guerrero y Yope Projects.
Al ingresar al espacio, las paredes de adobe contrastan con las esculturas flotantes y a muro de Emilio Flores. Su interés en las formas insospechadas lo lleva a explorar distintos ritmos, escalas y volúmenes. Bajo una lógica de fractal, vemos estructuras como montañas, flores, estrellas, animales y siluetas antropomórficas. Al avanzar hacia el fondo de la planta baja, las esculturas de Flores devienen en objetos utilitarios (mesas, sillas, sillones) llamados por él mismo esculturas puras, en las que uno puede contemplar el mundo exterior. En esta serie de obras, cada pieza parte de una idea general que encuentra de manera fragmentada y particular una salida distinta en su fondo/forma.
Desde esas esculturas puras uno puede sentarse a contemplar sin prisa los murales creados por María Fernanda Camarena y Gabriel Rosas Alemán del dúo artístico Celeste. La pareja realizó tres murales, creados especialmente para esta exposición, en el área de los corrales. Dichos murales funcionan como una secuencia alterna de momentos e imágenes. La mano, los cometas y los pozos de agua dan forma a su lenguaje celeste. En un primer momento, los dedos de la mano se enlazan; las extremidades de los dedos ascienden y descienden, asemejándose al enraizamiento de una planta. En otro momento de encuentro entre la tierra y la atmósfera, varios cuerpos celestes (cometas, asteroides) se cruzan con esas extremidades y cuesta definir con claridad cuál es cual: los cometas devienen dedos y los dedos, cometas. Después de esa coreografía entre cuerpos, los pozos se han llenado de agua. En las habitaciones de la planta alta, el dúo exhibe una serie de obras que son una extensión de los murales donde la mano es un ente que habita los imaginarios. Su trabajo también puede ser leído como un paisaje fragmentado de instantes; cuerpos que se atraen en un diálogo constante con vasijas sobre vasijas que, entre otras cosas, contienen la posibilidad de la vida. Estas piezas son centros de gravitación donde los afectos vienen a caer.
Valentina Guerrero, Estudio para un vitral, 2020. Foto: Agustín Arce Figueroa. Cortesía de guadalajara90210
Mientras tanto, las obras de Valentina Guerrero se encuentran distribuidas en varios puntos tanto al exterior como al interior de la casa, quizá como pequeños hallazgos propios de la naturaleza, como cuando uno tropieza con una extraña y cautivadora maleza. Guerrero expone una serie de estudios para un vitral que originalmente fue exhibida como parte de su exposición final para el Programa Educativo SOMA y que llevó por nombre A las plantas se les nombra por sus hojas. En dichos estudios la artista, originaria de Chile, indaga sobre la Urera baccifera, también conocida como Mala mujer, una especie de planta famosa por su función curativa. Lo visual opera sobre la dimensión simbólica del lenguaje, puntualizando en su materialidad la condición de nombrar desde una connotación negativa, aun cuando la planta posee funciones curativas. Las obras de Guerrero abren, desde algo tan cotidiano como una planta silvestre visible entre grietas, imaginarios sobre la construcción social e histórica de la mujer.
Vista de las piezas de Celeste en Metamorfosis ancestral, guadalajara90210. Foto: Agustín Arce Figueroa. Cortesía de guadalajara90210
Las características arquitectónicas del espacio, en diálogo con la curaduría, producen una serie de paisajes y escenarios en los que las obras artísticas, aunque evidentemente contemporáneas, se funden como elementos sobrevivientes en el tiempo, vestigios materiales de un pasado ancestral.
Al subir a la planta alta, las relaciones entre corporalidad, experiencia y representación se acentúan, haciéndose más explícitas en el cuerpo de obra. Los colores brillantes, pasteles e infantiles en los óleos sobre tela de Edgar Cobian hacen contrapeso a la narración de sus pinturas. En estas vemos espectros sometidos a la fluidez de su propio cuerpo; no sabemos si están bailando, divirtiéndose o en las últimas. Sus cráneos suspendidos aún no dejan su esencia; cavidades oculares vacías; extremidades físicas con la potencia de ser infinitas; seres debatiéndose entre la agonía y una energía renovadora.
Edgar Cobian, Limonada, 2022. Foto: Agustín Arce Figueroa. Cortesía de guadalajara90210
Después de un proceso propio de sanación física, Claudia Cisneros elabora una serie de dibujos objetuales que a la vez están conceptualizados para ser usados/enraizados en el cuerpo o en cualquier espacio. La artista trabaja con el campo semántico de la enfermedad y sus derivas: salud, estados fisiológicos, muerte, recuperación, vida. Cada obra emplea su propia lógica material en tensión con una unidad discursiva. Por ejemplo, en Línea pulmonar (2022) emplea el ámbar dispuesto sobre el área de los pulmones como elemento con propiedades curativas. Las piezas procuran ser carcazas que sanan y protegen. El resto de obras se ciñen al cuerpo al tiempo que es recubierto con información de obituarios expuestos en el periódico. Su trabajo acentúa al cuerpo como medio material por el que entablamos múltiples relaciones con el mundo, uno que no puede ser pensado fuera de lo ritual. Sus piezas emergen de las tensiones de la existencia, entre los instantes de plenitud y angustia.
Claudia Cisneros, Línea pulmonar, 2022. Foto: Agustín Arce Figueroa. Cortesía de guadalajara90210
¿Esta curaduría es una metamorfosis en sí que opera sobre la experiencia? Pasamos de transitar entre objetos estéticos a ocuparlos y a estar dentro de ellos. De imaginar la posibilidad radical de desearlos sobre el cuerpo a necesitarlos. Metamorfosis ancestral plantea distintos modos y escenarios que expresan la condición de migrar de un estado a otro. Entre rituales y efervescencias, transitar a la deriva.