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El desconocimiento como potencia creativa. Re/flujo(s) de Madeline Jiménez Santil y Nicole Chaput

Reseña

El desconocimiento como potencia creativa. Re/flujo(s) de Madeline Jiménez Santil y Nicole Chaput

por Isabel Sonderéguer

Presentado por Saenger Galería en Salón ACME

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Tiempo de lectura

5 min

Desde un complejo entramado de preguntas sobre cómo y desde dónde se ha historizado, diseñado y codificado el arte surge el proyecto ¿Cómo se construye un río?, el cual conjuga las producciones artísticas de Madeline Jiménez Santil y Nicole Chaput, curado por Yina Jiménez Suriel y Haydée Rovirosa.

En Salón Acme presentan Re/flujo(s), el primer capítulo de una reflexión que culminará en abril en Saenger Galería. A lo largo de la semana, las cuatro creadoras involucradas irán transformando el espacio y cambiando la distribución de las obras. Como dijo Jiménez Santil, “De esta forma se busca que nunca te metas al mismo río dos veces, que la experiencia dentro de la sala de exhibición nunca sea la misma”.

Así, esperan trazar rutas que cuestionen la pasividad del espacio expositivo. Por esta misma razón es que el proyecto parte de una pregunta, porque desde ahí invita al movimiento, a la imaginación y a la acción. Re/flujo(s) abre la primera parte de un diálogo que surge del deseo de crear fuera de los códigos tradicionales del cubo blanco y la historia del arte. Todxs estamos invitadxs a participar, sin la necesidad de tener una respuesta concreta, sino validando el desconocimiento como potencia creativa.

Obra de Madeline Jiménez Santil, parte de la exposición "Reflujos" presentada por Saenger Galería en Salón ACME
Obra de Madeline Jiménez Santil, parte de la exposición "Reflujos" presentada por Saenger Galería en Salón ACME

Obra de Madeline Jiménez Santil, parte de la exposición "Reflujos" presentada por Saenger Galería en Salón ACME
Obra de Madeline Jiménez Santil, parte de la exposición "Reflujos" presentada por Saenger Galería en Salón ACME

Las artistas entraron en contacto gracias a Haydée Rovirosa, quien logró ver tanto los puentes que conectan sus producciones como las preocupaciones compartidas de las que parten sus exploraciones plásticas y teóricas. Ambas se han dedicado a imaginar y especular en torno a nuevas formas de ser cuerpo, de hacer corporalidades. A partir de los estereotipos y normas impuestas apuestan por la construcción de pieles futuras, distorsionadas y mutables.

Madeline Jiménez Santil explora las relaciones entre los cuerpos, la geometría y lo mecánico. Su obra pretende repensar cómo los discursos dominantes han entendido y normado los cuerpos. Esto se aterriza en esta exposición en ejercicios que tensionan lo geométrico y maquínico con lo orgánico. Los patrones plasmados en los lienzos surgen de las medidas de su propio cuerpo. Además, las piezas muestran elementos que recuerdan a juguetes sexuales o a máquinas de construcción. Desde este espacio, Madeline imagina cuerpos no colonizados, no binarios, donde no todo está dicho a partir de las razas, las clases sociales y los géneros. Estas representaciones, más herméticas, abren líneas de fuga que permiten entender y crear cuerpos desde otras latitudes, sin que se puedan encasillar o estereotipar en las mismas categorías.

La obra de Nicole Chaput cuestiona los modos en que se han representado y construido los cuerpos de las mujeres. Los personajes en sus piezas rompen los límites del lienzo para convertirse en cuerpos, apostando por nuevas anatomías que escapan a una experiencia confinada de la feminidad. La artista desea que sus creaciones habiten el espacio con nosotrxs, encontrando nuevas formas de aproximarnos a la idea y concepto de cuerpo. En la exposición se puede ver uno de los primeros ejercicios que hizo donde una mujer busca escaparse del bastidor. Utilizando técnicas tradicionales de la pintura religiosa, sus obras otorgan un lugar sagrado al cuerpo histérico y desbordado de las mujeres, en vez de los valores masculinos y católicos que suelen impregnar a las producciones sacras. El mismo movimiento que acompaña el montaje y discurso curatorial es visible en la producción de Chaput: “La pintura está diseñada para que tu ojo se mueva en su interior, o al menos la pintura que a mí me interesa”, dijo.

Obra de Nicole Chaput, parte de la exposición "Reflujos" presentada por Saenger Galería en Salón ACME
Obra de Nicole Chaput, parte de la exposición "Reflujos" presentada por Saenger Galería en Salón ACME

Tanto Chaput como Jiménez Santil desean deshacerse de las expectativas creativas que surgen a partir del cuerpo estereotipado de la artista. Retomando las palabras de Yina Jiménez Suriel, “Los museos y modelos expositivos son una escuela de adiestramiento de una experiencia de vida e imaginación, ese es el nudo del proyecto, maneras distintas de abordar esos sistemas de colonización sobre el cuerpo”. Las piezas son la corporización del deseo, buscan nuevas maneras de habitar el mundo del arte en específico, pero tejiendo puentes hacia la vida en general. Es por esto que sus preguntas forman parte de un proceso, no de una conclusión acabada y estática.

El arte funciona entonces como un espacio de pensamiento que abre paso a la pura inestabilidad. Las artistas, en compañía de las curadoras, se detuvieron también en el concepto de geografía, es decir, que las piezas mantengan un diálogo con el sitio en el que se presentan. Las cuatro querían escapar, al menos por un instante, del cubo blanco y de la historia del arte que suele anular las particularidades locales y presentar todo bajo las mismas condiciones, sin importar las características geográficas, quién eres o de qué quieres hablar.

Vista de la exposición "Reflujos" de Nicole Chaput y Madeline Jiménez Santil presentada por Saenger Galería en Salón ACME
Vista de la exposición "Reflujos" de Nicole Chaput y Madeline Jiménez Santil presentada por Saenger Galería en Salón ACME

En palabras de Chaput, el espacio de Salón Acme es como un cuerpo desgarrado, una maquinaria en construcción que se encuentra “palpitando sangre y energía a todas las obras y hacia todos los ejes del espacio”. El montaje y acomodo final de las obras se decidió intentando replicar el ejercicio natural bajo el cual construimos y habitamos en nuestra vida cotidiana. Los detalles en este caso suman, en vez de estorbar.

La pintura jugó históricamente a la universal neutralidad. Chaput y Jiménez Santil toman las ideas y maneras de hacer tradicionales del arte y las contaminan. Intentan desbordar y superar a los sujetos de la modernidad. El bastidor se histeriza al entrar en contacto con el cuerpo de las artistas. Le dan otra vuelta de tuerca: que sea el cuerpo el constructor del mundo, pero abriendo la puerta a una multiplicidad infinita. Sin otorgar al espectador ningún tipo de respuesta, planteando únicamente posibilidades, creando desde la diferencia, las artistas proponen espacios imaginativos fuera del marco académico y colonial, abriendo una grieta para salir de él, apostando por la incomodidad, el humor y el caos.

La exposición se podrá visitar en el booth de Saenger Galería en Salón Acme, del 10 al 13 de febrero.

Publicado el 13 febrero 2022