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El anarquismo de Eunice Adorno: desandar la historia para intervenir la memoria

Reseña

El anarquismo de Eunice Adorno: desandar la historia para intervenir la memoria

por Stefanía Acevedo

En el Museo de la Ciudad

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Tiempo de lectura

6 min

Eunice Adorno (México, 1982) presenta Desandar, en el Museo de la Ciudad de México. La muestra, curada por Allegra Cordero di Montezemolo, exhibe material de archivo que funciona como materia prima: al menos seis acervos, archivos y bibliotecas se consultaron para elegir documentos que se intervinieron a través de copias y fotografías, utilizando tintas que forman manchas de colores, así como recortes y collage.

Eunice Adorno, Vista de instalación, Desandar, Museo de la Ciudad de México, 2019. Foto: Stefanía Acevedo
Eunice Adorno, Vista de instalación, Desandar, Museo de la Ciudad de México, 2019. Foto: Stefanía Acevedo

Todo comenzó buscando indicios, rastros que permitieron a la artista, que también es fotógrafa documental, crear ficciones narrativas. Esto no sólo implicó la elección de los documentos particulares que forman parte de la exhibición, también una propuesta estética de los mismos en donde el color del desgaste toma distintas tonalidades. A veces, observamos el clásico blanco, negro y sepia que asociamos al pasado lejano, aunque también nos encontramos con otros colores como rosa, verde y azul. Estos contrastes evidencian el carácter ficcional y lúdico que atraviesa toda la muestra, pero también la presencia de fantasmas que ella desea invocar.

Adorno interroga los documentos en su sentido y en su presentación. Desandar muestra un trabajo que ahonda en el montaje de la Historia y en la modificación de las imágenes que lo constituye, tomando como punto de partida la investigación de archivo. El objetivo se corresponde conceptualmente con sus operaciones plásticas: visibilizar el papel fundamental de las mujeres en el Partido Liberal Mexicano (asociado regularmente sólo a los hermanos Flores Magón) que aún hoy se encuentra prácticamente ausente en la historia del anarquismo en México.

Eunice Adorno, Vista de instalación, Desandar, Museo de la Ciudad de México, 2019. Foto: Stefanía Acevedo
Eunice Adorno, Vista de instalación, Desandar, Museo de la Ciudad de México, 2019. Foto: Stefanía Acevedo

Las obras pueden separarse en una instalación, una serie de collage (hecha en reprografía, un proceso de reproducción de documentos a través de distintas técnicas en donde interviene la tinta de alguna máquina), cajas de luz, un mural, una mesa de documentación, así como documentos y fotografías intervenidos. Las piezas se camuflan entre sí, de tal manera que encontramos el Manifiesto de las Damas Liberales de Tetela de Ocampo (1900), periódicos de la época y cartas, junto con intervenciones fotográficas a documentos e imágenes. Algunas intervenciones son evidentes y otras se muestran sutilmente.

Eunice Adorno, Vista de instalación, Desandar, Museo de la Ciudad de México, 2019. Foto: Stefanía Acevedo
Eunice Adorno, Vista de instalación, Desandar, Museo de la Ciudad de México, 2019. Foto: Stefanía Acevedo

Adorno se sirve del carácter ficcional de la Historia y de la elección arbitraria que implica la construcción de un archivo. De ahí que la combinación entre las piezas intervenidas y la reproducción de los documentos originales visibilice una toma de posición respecto a cómo se construye la narración del pasado y cuáles son los procesos metodológicos que la legitiman. En el montaje de la muestra, así como en la producción de las distintas piezas, está implicada la Historia como un proceso que no puede dejar de ir acompañado de la imaginación, de lo que no quedó registrado.

Eunice Adorno, Vista de instalación, Desandar, Museo de la Ciudad de México, 2019. Foto: Stefanía Acevedo
Eunice Adorno, Vista de instalación, Desandar, Museo de la Ciudad de México, 2019. Foto: Stefanía Acevedo

Entre las piezas, la instalación Falda dinamita es una carpa que expone la vida e ideales de seis mujeres anarquistas: María Talavera Brousse, a quien antes de reconocérsele su participación crucial como organizadora del Partido, se le redujo al papel de la pareja de Ricardo Flores Magón; Lucía Norman, activista en movimientos obreros; Margarita Ortega, experta en armas; Andrea Villareal, periodista fundadora de La Mujer Moderna; Elizabeth Trowbridge, maestra; y Ethel Duffy Turner, poeta y editora de la versión en inglés de Regeneración. Además, la carpa contiene dibujos de distintas artistas, así como costuras rojas que resaltan algunas partes de las biografías.

Frente a esta instalación encontramos un mural compuesto por manchas e inscripciones a modo de resto de una presencia; visto de lejos, se tiene la sensación de estar frente a una especie de patrón formado por diversas hojas de papel. La estética del deterioro y del desgaste atraviesa toda la obra, como en las cajas de luz con fotografías de la Coronela E. Echeverría intervenidas por la artista con orificios que exponen progresivamente todas las partes ausentes de la imagen. La fotografía original puede verse en la mesa de documentación. Ahí también se encuentra un cuaderno con todas las piezas de la muestra, en él reconocemos los signos que distinguen el trabajo de Adorno: papel desgarrado, fracturado, averiado. Al respecto, la fotógrafa escribe:

Pongo en este cuaderno una recolección de gestos, fragmentos y huellas de vida del andar de algunas mujeres anarquistas mexicanas del siglo XX. […] En mi sentir, estos rostros son parte de sus figuras rebeldes, colmadas de utopías e ideales y que en este tiempo es necesaria para nuestra propia historia feminista en México. […] Nuestro vínculo es su revelación en mi presente: cada mancha, cada documento rasgado, pareciera lo último de su identidad que me habla.

El collage sirve a la artista para mostrar la metamorfosis absoluta del archivo. Una serie compuesta por cuatro piezas presenta superficies que dejan ver cómo se lleva el trabajo fotográfico al trabajo con archivo, en donde la cualidad plástica de los documentos se explora a través de sus posibilidades pictóricas. ¿Cuál es el color del pasado? Adorno responde con la experiencia que tiene registrando con su cámara los lugares donde parece que se produce una suspensión del tiempo. En la serie, la fotógrafa se concentra en la materialidad de los documentos para dar cuenta de algo que ha estado ahí. La tinta, las manchas, los documentos doblados y las tonalidades de los negativos hacen que la fotografía y el archivo se trastoquen, mostrando el carácter ficcional al que ambos pertenecen.

Eunice Adorno, Vista de instalación, Desandar, Museo de la Ciudad de México, 2019. Foto: Stefanía Acevedo
Eunice Adorno, Vista de instalación, Desandar, Museo de la Ciudad de México, 2019. Foto: Stefanía Acevedo

Como fotógrafa, la relación de Adorno con el registro del pasado no sólo ha encontrado lugar en sus distintas series de fotografías, sino también en su Manifiesto de la memoria (2018), donde explora la inscripción de la memoria como forma de sobrevivencia y, en consecuencia, la importancia de los objetos como soportes del pasado. Dice Adorno: “la imagen fotográfica es la inscripción de lo perdido.” Aquello perdido encuentra su re-inscripción en la intervención del archivo. Así, transfigurar el pasado implica, entonces, crear otros signos de re-memoración.

Desandar es una apuesta por ejercer otro tipo de memoria, desde la mujer y el anarquismo, hacia porvenires incalculables. Aún en una tradición que ha sido predominantemente masculinizada, se abre la posibilidad de habitar un espacio en donde el feminismo genera su propio archivo, sus propias imágenes, sin necesitar otro reconocimiento más que el de su propia potencia y lo que ha desplegado hasta ahora. Esto es precisamente lo que supone resignificar un archivo: dejarlo abierto a la intervención. Desandar la historia es recorrer retrocediendo el camino andado, borrar, re-escribir y reconocer las imágenes y documentos que componen todas las posibilidades del pasado que todavía no han sido escritas ni imaginadas.

Eunice Adorno, Vista de instalación, Desandar, Museo de la Ciudad de México, 2019. Foto: Stefanía Acevedo
Eunice Adorno, Vista de instalación, Desandar, Museo de la Ciudad de México, 2019. Foto: Stefanía Acevedo

La muestra permanecerá hasta el 6 de enero de 2020.

Publicado el 12 diciembre 2019