El Festival del Silencio: un hawaladar en la esquina de Cozumel y Avenida Sonora
por Alonso Cedillo
El curador nos cuenta sobre los pormenores del Aparador
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A principios de marzo de 2020, por invitación de Aldo Chaparro y Alex Romero junto con Oficina de Luz*1, tomé una pantalla instalada en Aparador Cuchilla*2 con el fin de exhibir un ciclo de obras de arte realizadas con nuevos medios, bajo el título de Festival del Silencio*3. Visible únicamente desde la calle, el aparador le ha permitido a la gente convivir en el espacio público a través de métodos seguros, con obras cuyo único requisito es poder presentarse en una televisión instalada en posición vertical. La reminiscencia a las pantallas de los dispositivos móviles no es gratuita, sino que responde a una de las características más importantes de los seres vivos: la adaptabilidad.
Más que una respuesta a la incógnita de cómo relacionarnos con el arte durante una emergencia sanitaria, para mí la pregunta clave en nuestro contexto histórico es cómo crear nuevos modelos a partir de dicha emergencia, que además sean capaces de prevalecer y ser eficientes después de que desaparezca. Pienso que la solución está en que éstos les permitan a los artistas construir ideas en conjunto con el público, pues el trabajo unido es la mejor posibilidad que tiene el arte para crear transformaciones. En este sentido fue que decidimos utilizar el espacio público desde la calle y desde internet. Todo lo que está en internet tiene su origen en el espacio físico, además existe gracias a servidores y cables que atraviesan la tierra y océanos. Más que una dualidad, ambos espacios son una unidad.
Las tecnologías de la información están definiendo el rumbo que tomará el mundo. De hecho, el uso de la inteligencia artificial (IA)*4 y del internet móvil ha sido clave en la lucha por la vacuna, tratamiento y control del COVID-19. Esto va desde avances médicos y control de brotes, hasta el caso de BlueDot*5, una startup canadiense que detectó el brote en Wuhan el 30 de diciembre de 2019 gracias a su sistema de IA. En este contexto, trabajando desde el campo del post-internet, me parece fundamental entender y definir las nuevas maneras que tenemos para crear y comunicarnos a través de obras de arte.
Más que algo sensato, nos pareció necesario crear una exposición que presentara distintas maneras de experimentarse. Puedes ver el festival a pie y desde la calle o desde el coche. Si no quieres salir de casa, lo visitas a través de Instagram o de YouTube. Ni siquiera tienes que venir a la Ciudad de México, ni haber sabido de él desde su inicio para convivir de manera directa con las obras y los artistas. De esta manera, la exposición es una especie de hawaladar*6, que permite reunir físicamente la obra de 25 artistas de 12 países diferentes, poniéndola a disposición sin limitaciones geográficas. Al desplazar las obras sin necesidad de movernos por el espacio físico, lo único que la exposición requiere es electricidad, wifi, una computadora y una televisión.
Surveilling the surveillance, Juan Pablo Vidal, Festival del Silencio, Aparador Cuchilla México, 2020. Foto: Alonso Cedillo
El Festival del Silencio es el resultado de muchas relaciones que se dieron a partir de 2012, durante la realización de dr^k magazine, así como de mis colaboraciones digitales con Fran Ilich y, por supuesto, muchas otras que han venido después. La constante en casi todas ellas es que quienes las integramos nos hemos conocido primero a través de internet. En algunos casos, incluso después de varias colaboraciones, jamás nos hemos visto en persona. Creo que esto habla mucho del futuro que nos espera.
Esta misma inquietud es la que mi proyecto, Nimda Foundation*7, busca enfrentar. Una de las ramas de Nimda consiste en un juego de realidad alterna que utiliza la ficción para crear teoría y reflexionar sobre cómo el internet y las tecnologías de la información están cambiando día a día nuestro mundo. En un escenario en el que a partir de la emergencia sanitaria del COVID-19 se cree que 80% los trabajos que se han perdido jamás se recuperarán y que en un lapso de 5 a 10 años más de la mitad de los empleos que existen serán reemplazados por inteligencia artificial, este proyecto invita a cuestionarse el modo en que nos vamos a relacionar, comunicar mover y adaptar en el s. XXI. ¿Hacia dónde nos vamos a dirigir?
Tanto el festival como la exposición digital se han hecho a través de y gracias al internet. Nuestra realidad ocurre parte en línea y parte fuera de ella, por lo que es imposible separarla en dos mundos. Si queremos comunicarnos de maneras más eficientes, como artistas debemos aprovechar la manera en la que la información atraviesa a la tierra. No se trata de una simulación. A pesar de que en momentos se recurre a la ficción, el objetivo es hacer realidad.
Sir William Turner, Alonso Cedillo, Festival del Silencio, Aparador Cuchilla México, 2020. Foto: Alonso Cedillo
Otro factor que me parece que no se debe dejar de lado es la creación de un diálogo entre distintas generaciones, en el que se pueda ver de dónde venimos, el camino que se ha recorrido y hacia dónde estamos yendo. El festival cuenta con obras que exploran la manera en la que nos relacionamos en sociedad, como en los trabajos de Luis Camnitzer, Laura Anderson Barbata, Les Egusquiza, Maya Ben David, Ingo Niermann y Keren Cytter; cómo hemos sido definidos por las tecnologías de la información, por ejemplo en UBERMORGEN, Miltos Manetas, Joseph Nechvatal, Nora Renaud, Gurrumata y Santiago Muedano; así como relaciones con la metafísica y las transmutaciones, tal es el caso de de Ana Montiel, JP Vidal, Ismael Merla y Nelson Hernández.
Initiation (Invitation), Ana Montiel, Festival del Silencio, Aparador Cuchilla México, 2020. Foto: Alonso Cedillo
Buscar una autoría múltiple es la clave para lograr un pensamiento y un desarrollo autopoiético, el cual ocurre a nivel humano, no tecnológico. Creo que la vida y el arte tratan de limpiar los obstáculos para facilitar el presente y el futuro, así como encontrar y promover nuevas maneras de hacer. Al estar viviendo un momento de transición, además de cuestionar cómo deben adaptarse los espacios a las necesidades y a los problemas que vemos en el presente y en el futuro, vale la pena preguntarse cómo debe el arte ocupar el espacio público y cómo podemos contrarrestar la arrogancia que significa imponer una obra monumental a millones de personas. Aplica en todos los casos sostener que el proceso es lo que define al resultado. Creo que la solución se encuentra en la arquitectura: no debemos crear obras sino construir espacios. ¿Cómo podemos crear estructuras impermanentes o cambiantes, como las que envisionaron Cedric Price, Lebbeus Woods y Archigram, que puedan suplir a los monumentos que sólo nos causan hastío? Vivimos un presente cyberpunk y es momento de explotarlo.
Este proyecto no hubiera sido posible sin el apoyo incondicional de todos los participantes, sus estudios y galerías, ni sin el apoyo, trabajo e ideas de Aldo Chaparro, Alejandro Romero, Lilia Casillas, Diego Jiménez, Alejandro Hernández, Vania Rivera, Carlos Baeza, y Juan Arana.
Perpetrator, UBERMORGEN, Festival del Silencio, Aparador Cuchilla México, 2020. Foto: Alonso Cedillo
*1: Oficina de Luz es un proyecto dirigido por Lilia Casillas, Alonso Cedillo y Abril González que trabaja en distintos sectores del medio del arte para facilitar la convivencia y movimiento de obras y proyectos artísticos.
*2: Aparador Cuchilla es un espacio expositivo visible desde la esquina de Cozumel y Avenida Sonora, parte de Aldo Chaparro Studio. Ha presentado proyectos curados por Aldo Chaparro, Alejandro Romero, y Alonso Cedillo, así como obras de Tezontle, Enrique Giner, Glwadys Alonzo, Marco Rountree, Jimena Montemayor, Pablo Dávila, Francesco Pedraglio, y François Boucher.
*3: Las obras que integran esta selección se han transmitido de manera individual y contínua en lapsos de siete dias y a lo largo de 24 semanas (del 20 de julio 2020 al 17 de enero 2021). Más info aquí.
*4: Artificial Intelligence and the control of COVID-19 https://www.coe.int/en/web/artificial-intelligence/ai-covid19
*5: BlueDot es una compañía canadiense que utiliza inteligencia artificial para encontrar tratamientos eficaces y de menor costo: https://www.cnbc.com/2020/03/03/bluedot-used-artificial-intelligence-to-predict-coronavirus-spread.html
*6: Un hawaladar es el operador de un nodo dentro de una red Hawala. Éstas son un sistema antiguo creado por los árabes para girar dinero de manera virtual, cancelando saldos únicamente con registros contables. Western Union, MoneyGram, Google Wallet funcionan bajo un esquema similar.
*7: The Nimda Foundation es parte de Nimda Corporation, un juego de realidad alternativa de Alonso Cedillo.
Alonso Cedillo (n.1988) confronta los legados del extractivismo, la corrupción, la explotación y las telecomunicaciones en Latinoamérica. Utilizando pintura, impresión 3D, medios digitales y tecnologías de la información, explora métodos decoloniales, juegos de realidad alternativa (ARG) y economías comunitarias, con un enfoque post-internet y post-humanista, haciendo énfasis en los aspectos económicos y sociales del internet. Sus obras retratan personas que viven de su actividad en línea, paisajes de realidad virtual, fotografías de celulares, imágenes generadas por computadora y archivos filtrados.
Su trabajo se ha presentado en el donaufestival en Krems, Austria; Transitio_MX en la Ciudad de México; el festival NRMAL en Monterrey; y Museo Autoservicio en la Ciudad de México. Forma parte de las colecciones permanentes del Museo de Arte de Sinaloa, Museo Fernando García Ponce, y Museo de la Cancillería. Forma parte de colecciones privadas en México, Estados Unidos, Colombia, Argentina, Austria y Emiratos Árabes Unidos.
Imagen de portada: Fuego luego existo, Ismael Merla, Festival del Silencio, Aparador Cuchilla México, 2020. Foto: Alonso Cedillo