Carta a Caroline Montenat, curadora de 'Operadores de Mutación'
por Lorena Peña Brito
En Espacio Cabeza | Materia de Dibujo / Drawing Issues
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Querida Caroline:
¿Cuánto tiempo tiene que pasar para volver de nuevo a una imagen? Para recorrer un dibujo con una mirada otra, cada línea y borradura, cada sonido imaginado de una punta que deja una marca sobre una superficie, las hendiduras en el papel. ¿Cuántas veces se le puede observar en un día? Un antojo: trabajo exhaustivo, volver a él cada dos horas. Día siguiente: recrearlo en la memoria mientras se está parada frente a una ventana, con los ojos cerrados, musitando sus características. Pellizcarse las yemas de los dedos como pronunciamiento. Hubiera querido volver a Cabeza y que no hubiera nadie. Estar allí resquebrajando las uniones, confundiendo las distancias. Mano, agujero, partitura, lengua.
Vi el mapa con letras y números. Cincoá, unobé, diez, Cuatrobé. Una vez más, pero en esta ocasión había un orden distinto. Unobé, unoá, dos, tres, cuatroá, cruzar la sala, cuatrobé, cruzar la sala, torcer el cuello, mirar hacia arriba, de cerca, más cerca. ¿Qué haces? Murciélagos de nariz florida, la nueva cara de un demonio, hacer conciencia del cuello y de la inclinación de la barbilla. Cruzar la sala. No todo es sólo lo que es.
Buddhist Visions of Hell, 2020. Javier Barrios. Foto: Omar Elizarrarás
Dije lengua. Lo he pensado tantas veces. Pasarla sobre el color y el trazo. Estropearlo. Sentí que te conocía, y que no te conocía. Pensé que debería invitarte a casa, hacerte una cena, hacerte más preguntas. Grabarte. “En Operadores de Mutación, la construcción manual de las imágenes permite un complejo montaje que intenta fijar visiones, fuerzas, flujos, gestos, voces”. Hay en la práctica artística contemporánea una conjugación de metodologías que se movilizan, se contraen y que, aunque aterricen en un determinado soporte, absorben y contienen dentro de sí caminos que demandan atención. Más atención que de costumbre. Dijiste "el cuerpo". Dijiste que son imágenes necesariamente mutantes. Quizá porque en su genética hay una malformación o deformación que, si bien es apenas perceptible a simple vista, requiere de una disposición nueva para desmembrar sus partes. Divagar frente a ellas. No temas donde vayas que has de morir donde debes*.
No temas donde vayas que has de morir donde debes, 2022. Cristian Franco (detalle). Cortesía de Espacio Cabeza
Lo que muta es también el proceso. Inequívoco y particular en cada caso. Esta masa que es un texto, esta masa que se ha endurecido y que ahora es la escritura en piedra, que va a romperse, posiblemente, posiblemente no, y que guarda poros, piel, un plexo solar. Lo que muta es la punta. El rasgo. Rayo UV, uña que marca, dedos que tejen, te cle an. Pensé en intentar de nuevo escribir con la rodilla, el codo. Cuando lo intenté se formó un dibujo horrible. Recordé que me han hecho una biopsia. Pliegues, dermis. Fotosensibilidad y calor. Formas que se crean a partir de periodos de exposición. Aquí lo que pasa es el tiempo, los astros, energías que ejercen una fuerza sobre los cuerpos afectados. El dibujo es voluntad.
Ensamble, 2021. María Cerdá Acebrón. Foto: Omar Elizarrarás
Cuando te vi dejé de escucharte por un momento para pensar en ti y en el texto que escribiste sobre los muros. Me sentí mal por haber dicho alguna vez que era una mala idea montar dibujos en zig zag. Zig zag como la máquina de coser de la abuela de una amiga. La escritura es la costura de la voz, o de varias voces. Para leer hace falta saborear la hoja, las paredes, para mirar hay que tocar la cara de ese objeto, desplazar los dedos por una superficie para notar que todo es superficie. Observar y nombrar el ojo que mira. Dijiste, Caroline, que lo que aquí hay es algo entre ceguera e hipervisibilidad. Es posible hacer visible que se mira y conciencia de que lo que vemos es sólo lo que conocemos, desde el cerebro y desde un cuerpo potencial que no se restringe a ver sino que guarda memoria e imágenes entre los nudillos, las falanges, los metacarpianos. Entre el codo y el hombro.
Desplazar los dedos por una superficie para notar que todo es superficie, 2022. Sandra Sánchez. Foto: Omar ElizarrarásCuerpo Potencial I. 2022. Claudia Cisneros. Foto: Omar Elizarrarás
El vacío de la vasija constituye a la vasija. La borradura y el desbaste. Vacío significa espacio. El silencio es un pronunciamiento. La lengua quieta, la boca húmeda. Mano que oculta, un volumen negativo genera uno positivo en otro lugar*8. Las formas que cambian bajo la imposibilidad de ver, la imposibilidad de ver como una manera de rehacer el mundo, dejar de mirar, superponer capas, experiencias, procesos, objetos. Poner distancia. Tachar. Empezar de nuevo, olvidar esa montaña. Imaginar con los ojos cerrados sentada en una silla, en medio de la sala que borró cada trazo que recuerdo. Parar de escribir. El lugar donde termina un dibujo es donde comienza otro.